Aunque al mismo tiempo sabía poner límites por la manera en que sus alumnas lo veían. Ya que muchas de las cartas y obsequios contenían palabras como Profesor, usted es muy atractivo. ¿Saldría conmigo? ¡Me gusta! Para mi pareja ideal, entre otros mensajes escritos.


Por eso con el tiempo, decidió no aceptar más obsequios. No quería que sus alumnas comprometieran sus estudios, así como su trabajo siendo parte del cuerpo docente.


Así fue como se detuvieron los obsequios y cada detalle físico. Mas sin embargo, ellas hacían de las suyas, llevándole la típica manzana o respondiendo en clase de manera instantánea cada vez que lanzaba un cuestionamiento matemático, sólo con el fin de obtener la atención del Profesor Byun. Y bueno, BaekHyun, de cierta manera agradecía esa atención, ya que no sólo le servía a ellas, si no a los chicos de su clase para afianzar ciertos detalles de la materia.


BaekHyun tenía un trabajo estable, amaba lo que hacía y sus ingresos cada vez mejoraban. Se puede decir que después de tres años al fin tenía la tranquilidad que tanto quería, esa que anhelaba cuando inicio su travesía para obtener un empleo. Ya que en la mayoría de los empleos que aplicaba hace años, muchos lo reconocían, y no justamente por sus buenas aptitudes. Si no por el apellido que figuraba en su id*.


Su casa por otra parte, era un lugar acogedor. De alguna manera para él fue difícil la época en la que no tenía nada para sostenerse así mismo, y el hecho de encontrarse justo donde estaba lo hacía sentirse agradecido.


Tuvo la oportunidad de terminar la universidad tiempo después, pero antes de eso tuvo que hacer de mesero, lavaplatos, y chico de compañía.


Esto último no le gustaba, y no estaba del todo orgulloso, pero cuando tenía bajo su responsabilidad a otra personita, era imposible decirle "no" a las buenas oportunidades, permitiéndole obtener el suficiente ingreso económico para al menos contar con lo necesario.


Hoy en día estaba completamente agradecido con una buena persona que lo ayudo a conseguir dicho trabajo hace un tiempo. La Señora, Hye.


BaekHyun no sabe cómo fue posible que se hubiera encontrado a tan amable y acogedora persona, quien le tendió la mano a un completo desconocido, justo en el momento en el que decidió abandonar todo, buscar un nuevo comienzo y encontrar su bienestar físico y mental.


Gracias a la ayuda de aquella mujer que lo cuidaba y alentaba como el hijo que nunca tuvo, fue que consiguió su primer empleo.


La mujer de al menos unos cincuenta años, lo presentó a un hombre dueño de un local. Que al inicio se mostró extrañado y un poco confundido por la presencia de ambas personas, pero que con el pasar de los minutos y un intercambio de palabras, consiguió dicho empleo.


Así fue como BaekHyun se colocó como mesero en el Restaurante Moonlight, que gozaba del mejor servicio, y la comida más exclusiva.


¿Y cómo no serlo? Si aquel local era el más lujoso de Seúl.


La magia de un deseo [ChanBaek]Where stories live. Discover now