29, parte 1.

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Camila POV

Lauren y yo mantuvimos la noticia de nuestro embarazo para nosotras por un tiempo. Siempre hay algo de peligro en decirle a la gente muy pronto porque si algo le pasara al bebé, más gente saldría afectada. Pero ahora a los 4 meses de embarazo, Lauren y yo no podemos esperar para decirles. Disfrutamos mucho nuestra pequeña burbuja de ininterrumpida felicidad. El último mes tras haberle dicho a Lauren lo de nuestro segundo bebé, ha sido increíble.

Ella ha estado más atenta y cuidadosa de lo que ya era. Es un cachorrito de corazón, siempre amorosa, siempre queriendo protegerme y cuidarme. Ha estado siendo muy cautelosa con mis niveles de estrés, alentándome a no tomar más turnos en el trabajo y a no preocuparme por las finanzas, ella y Dinah pueden encargarse de eso. Lauren pronto aprendió que estar embarazada no me hace una inútil y que no me gusta que me estén mandando. Eventualmente cedió, pero no significa que haya dejado de esforzarse en cuidarme.

Nos hemos estado quedando en su casa con más frecuencia que antes. Lauren decoró uno de los cuartos haciéndolo oficialmente de Emelia. También compramos ropa extra para que yo tenga alguna en su casa y ella tenga alguna en la mía. Los arreglos se hicieron casi sin hablarlo. Hemos sido una familia desde antes de saber que nuestra pequeña familia estaba creciendo, y saber eso presionó a Lauren a considerar mucho más nuestro futuro. Creo que nos vamos a mudar a la casa de Lauren. Pero no lo hemos hablado. No estoy segura, pero estoy esperando que me lo pida. Así podríamos continuar nuestra vida como una pequeña familia real y doméstica.

No importa cuánto pensé en eso antes, nada me hubiese preparado para la reacción de Lauren a este embarazado. Es abrumador.

Literal. He llorado muchas veces recientemente solo porque Lauren se ha acurrucado conmigo y ha acariciado mi barriga. Tuve que culpar a las hormonas porque realmente me estoy volviendo patética.

Las dos llamamos a nuestros padres la semana pasada para invitarlos a cenar en casa de Lauren este fin de semana y darles la noticia. Eso es algo que no se puede decir por teléfono, además de que Lauren quiere hacerlo apropiadamente. Aparentemente sus padres lloraron mucho cuando les dijo sobre Emelia. Lloraron mucho cuando la conocieron. Al parecer también lloraron cuando Lauren les contó que estábamos juntas oficialmente y que yo también la amo. No sé si es lindo o casi sádico que los quiera ver llorar otra vez.

Lauren se para a mi lado en el hospital, mirando al monitor con los ojos muy abiertos, esperando para finalmente ver la viva imagen de nuestro bebé con el aparato que se mueve por mi vientre. Yo solo puedo mirarla a ella. Sus ojos van de un lado a otro en la pantalla y finalmente se fijan, sus cejas se alzan y su boca se abre, por lo que se tapa con una mano. La Dra. Matthews le explica lo que ve en la imagen y lo que podrá ver pronto.

— ¿Está segura de que solo hay uno? —Pregunta con un claro tono de esperanza en su voz.

— Estoy segura.

La doctora se ríe de la decepción en su rostro y presiona algunos botones en la máquina a su lado.

— Vamos a concentrarnos en este por ahora, ¿sí?

Lauren se ríe y asiente ante la pregunta, aunque deja en claro que quiere expandir nuestra familia todavía más. Y aunque un tercer hijo no está en la agenda ahora mismo, me satisface la idea de saber que a Lauren le encantaría tener más bebés. La doctora llama nuestra atención otra vez y Lauren vuelve a mirar el monitor, esperando que algo pase.

— Oh, wow. —El latido suena y justo como fue mi reacción hace un mes, Lauren llora. Se inclina y se esconde en mi cuello, metiendo una mano entre mi cabello—. Ese es nuestro bebé. —Lloro con ella, abrazándola por el cuello y sosteniéndola cerca de mí, ella se acomoda mejor sentándose en un lado de la cama conmigo. Vagamente escucho a la doctora excusarse, pero me concentro en la madre de mis hijos, acariciándola para calmar sus lágrimas.

The Donor (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora