Elf / Odinnadtzat / Once / Eleven

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— ¿Descansando, Harry?

Augustus estaba en la pantalla su celular. Su voz irritante y nada bienvenida a esas horas de la mañana.

—Me acabo de acostar —se quejó Harry—. He dormido solo una hora.

— ¡Te dimos una lista específica! ¡¿Quién te dio la autoridad para cambiarla?!

Harry rodó los ojos mientras se sentaba en la cama. Aún estaba algo confundido por lo de anoche y la resaca no era la mejor indicadora.

—Dios, yo mismo, ¡da igual! Tú lista era estúpida. De todas formas tengo lo que me pediste —dijo. Se levantó y se puso su abrigo enorme, el cual tenía un olor raro, pero lo ignoró. Abrió su laptop, llena de símbolos y códigos extraños—. ¡Aquí va!

Le dio click al botón de enviar y llegó hasta el cuartel de la CIA en los Estados Unidos todos los datos que había conseguido recolectar la noche anterior.

—Nombres, rangos en el ejército, pasatiempos... ¿comidas favoritas? ¿Cómo...?

—El hermano de Tigr habla de más cuando está borracho —lo interrumpió Harry—. Además, es fan de los deportes extremos, y por lo tanto mío.

Hubo un silencio mientras Harry se sentía bien consigo mismo, pero decidió agregar el dato más importante.

—Y por último, la cereza del pastel: su número de cuenta personal.

Harry sacó el papel del bolsillo de su abrigo, sintiendo algo extraño en la punta de sus dedos. Dejó el papel en la mesa e ingresó los números. Augustus sonreía, complacido porque su plan había salido de maravilla, todo gracias a él mismo.

—Autos robados, prostitución, no es nada fuera de lo común. Hay criminales así en los Estados Unidos y en Inglaterra. ¿Por qué venir hasta Europa?

—No es tu trabajo hacer preguntas —contestó cortante Augustus.

Harry rodó los ojos-. Como sea. Ya cumplí con mi parte del trato, es hora de regresar. Tal vez me vaya a Inglaterra de nuevo, descansar un poco...

—Hiciste demasiado bien tu trabajo, Styles. Quiero que te ganes la confianza de esta gente.

—No son tan amigables.

—Enviaremos a uno de nuestros agentes a que te de algunas armas.

El alfa británico le dio un golpe a la mesa.

— ¡Creí que teníamos un trato!

—Te vino la gana de alterar la lista, yo altero nuestro acuerdo. Una vez termines esta misión, te podrás ir.

— ¿Sabes? Si envías a alguien a salvar el mundo, te aseguras que no se enoje, sobre todo si soy yo.

Harry cerró la laptop y se sentó en la cama. Esta rechinó bajo su peso.

—Que te jodan, Octavius —murmuró para él mismo.

A los quince minutos, el agente checo recogió a Harry en un audi negro y lo llevó al cuartel de la policía de Praga. Entraron a una sala llena de mesas, muchas de ellas con personas trabajando en sus computadores o leyendo papeles de aspecto importante. Había muy pocos alfas, la mayoría eran betas y omegas. El agente se adelantó y le señaló a un beta rubio quien intentaba seducir a una omega de cabello corto.

— ¡Horan!

El aludido se dio la vuelta y se enderezó, olvidándose de la omega y centrándose en Harry.

—Es él —indicó el agente checo a Harry y luego los dejó solos, dejando su chaqueta en el escritorio contiguo.

—Tú eres Harry Styles —afirmó el rubio y estiró su mano, el sol parecía brillar en su rostro—. Soy el agente Horan, Niall Horan.

Anarchy 99 ~[En Edición]~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora