sHe 》ChanBaek.

Capítulo 13.

N/A: En un párrafo habrá un juego con un apellido. Pero no sabía como ponerlo, así que lo dejé así. Pido disculpas por eso.

~•~

Sehun subió al cuarto de Tao. Mientras caminaba hacia el placard se quitó su remera manchada. Por un momento se quedó con el torso desnudo cuando observó que sobre el escritorio de la computadora había una foto de Tao y Luhan. Acarició el rostro del rizado sobre el cristal y soltó un fuerte suspiro al apoyar otra vez el cuadro en el estante.

Justo en ese momento pegó un salto en su lugar al ver que se abría la puerta de la habitación.

¿Qué haces aquí? —Sehun comenzó a buscar una remera cualquiera para colocársela rápidamente y salir de allí. Observó nuevamente al rizado que se acercaba a él con una de sus manos detrás de su espalda.

—Te hice una pregunta, Xi.

Se colocó la remera y se cruzó de brazos, seriamente.

Luhan sonrió y sacó su mano de su espalda, apoyando la máscara de Scream sobre su rostro por un segundo y luego la revoleó por algún costado de la habitación para comenzar a reírse.

Sehun negó indignado. —Ugh, ¿Fuiste tú? ¡Sabes que adoro esa camiseta! —Sehun bufó y pasó por su lado, chocando hombro con hombro, pero las manos de Luhan se posaron en su cintura, atrayéndolo hacia él.

Sehun sintió la entrepierna de Luhan en su espalda baja y tragó saliva. —Lu-Luhan, suéltame.

Te extraño, Hun... ¿no me extrañas? —Luhan le susurró al oído y dejó besos en el poco espacio que Sehun le accedió.

Uff, apestas a alcohol, Luhan. ¿Estás ebrio? —Sehun se dio vuelta para observarlo con detalle. Notó sus ojos brillosos, y oscuros.

No, no estoy ebrio. Bebí un poco, pero estoy bien, lo estoy. —Luhan juró estar en una buena condición, intentando hacer el "4" con los pies, pero tambaleaba. Sehun no pudo evitar reírse ante aquella imagen. Su bebé estaba un poco ebrio, y eso no sucedía seguido porque a Luhan no le gustaba beber demasiado. Las pocas veces que llegó a ese estado, fue él el que lo cuidó hasta la mañana siguiente. Su sonrisa se desvaneció en el aire al recordar que ya no tiene que cuidarlo, Luhan ya no es suyo.

—¿Cómo volverás a casa? ¿Vendrá a buscarte Anne? ¿O te quedarás aquí con Tao? Quédate con Tao, ¿sí? No te tomes un taxi solo en ese estado.

Me voy contigo. —Luhan lo abrazó por lo hombros tan fuerte que Sehun no podía sacárselo de encima.

Lo siento. —Sehun quitó a Luhan de encima, dando pasos hacia atrás—. No me aprovecharé de alguien que está alcoholizado, no es mi estilo.

Pero yo soy Xi Luhan. —el rizado rió, y Sehun se cruzó de brazos, serio ¿Entiendes? Xi. —Sehun frunció el ceño y Luhan se resignó. —Es un chiste, Sehun. Hice un chiste, tenías que reírte.

Pero no fue chistoso. Eres malo con los chistes, Luhan. Te lo he dicho siempre. —Sehun se dio media vuelta para salir de la habitación, pero nuevamente, Luhan lo tomó del brazo, deteniéndolo.

Cuídame, Hunnie. No me dejes solito, llévame a tu casa. —Luhan fingió un puchero, y Sehun presionó sus labios, ocultando una sonrisa.

—No, Luhan. Si quieres te llevaré a la tuya.

—No, no, no, por favor. Llévame contigo, Sehunnie.

Luhan lo besó con pasión, y Sehun se sintió volar como cada vez en un beso. Correspondió al instante, sintiéndose incapaz de romperlo, pero el aliento alcohol de Luhan era demasiado fuerte, no se iba a aprovechar de eso. Rompió el beso, juntando todo lo que pudo de fuerza, porque de verdad quería seguir besándolo. —No bebé, no. Yo-yo no puedo así, no puedo aprovecharme de tu estado.