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escuchen lo con la canción, porque siempre es bueno escuchar la parte de atrás.

Isak nunca había tenido una muy buena relación con su madre. De hecho, no había tenido ninguna relación con ella. Al principio había creído que podría lidiar con su enfermedad, pero con el tiempo descubrió que se equivocaba, no podía vivir con una persona tan enferma mentalmente. El estaba allí cada vez que ella tenía un ataque y se odiaba a si mismo por no saber que hacer, hasta que un día se hartó de aquella situación por la que estaba pasando y habló con su padre para llevarla a un hospital mental. Obviamente no le contó todos los detalles, no le contó lo desagradable que era ver a su madre así, ni que no quería ver a una persona enfermerma mentalmente en su vida, Isak le contó a su padre la parte bonita, la que decía que llevarla a aquel lugar les haría bien a los tres y que así ella estaría mejor, aunque en el fondo ambos sabían que eso no sería así. Sabía que mandarla a aquel lugar era una decisión egoísta.
Las cosas se calmaron un poco cuando en el hogar eran solo el y su padre pero no todo fué paz y tranquilidad, a la semana las cosas se volvieron a prender y las cosas terminaron con Isak yendose de la casa y viviendo en el piso con Noora, Ezkild y Linn.
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Jamás creí que me encontraría en esta situación. Yo yendo en busca de mi madre. Cada vez que yo decidía sacarla de mi vida ella volvía tarde o temprano.

Even dejó de invadir mi mente para dejar un espacio dedicado a mi familia. Es gracioso llamarlos así pues somos todo lo contrario, aún así, no pude decir que no a la llamada de mi padre, no creo que hubiera sido tan difícil decir "No", pero una parte de mi seguía teniendo cierto afecto por la persona que me dió a luz.
Esa fué la razón por la que apenas recibí aquella llamada lo primero que hice fué tomar un taxi para que me llevara rápidamente hacia el hospital mental de la ciudad.
No sabía que encontrarme cuando llegara, nunca fuí a verla cuando la ingresaron. La verdad es que no me gusta mucho el tema de las enfermedades mentales, por lo que no se mucho la existencia de ellas, solo conozco algunas. ¿ Habría gente cortándose las venas por los pasillos? ¿O personas teniendo ataques de bipolaridad? ¿Habrían personas esquizofrénicas hablando solas? No lo sabía, solo sabía que cuando llegara tenía que ir a llenar la ficha de visitante en la recepción y luego buscar la habitación 101.
La noche de aquel momento estaba hermosa, las estrellas brillaban más de lo normal, lo cual te hacía distinguirlas muy bien, seguramente a Even le gustaría una noche así.

Al parecer el hospital no quedaba muy lejos de donde yo me encontraba, porque en menos de diez minutos ya me encontraba en la entrada aún preguntándome que mierda hacía ahí.

El edificio era alto y blanco, como aquellos que se verían en la escenografía de Asylum.*

Tomé una bocanada de aire y entré al pálido edificio para dirigirme a la recepción rápidamente. No había todas aquellas personas con las que me esperaba encontrarme, la única persona en la recepción era la solitaria recepcionista.

No quise mirar mucho alrededor, alcancé a ver que las paredes eran blancas con algunos toques violetas, seguramente para darle más "vida" al ambiente.

Llegué a la recepción, un mueble con forma de media luna ubicado en una esquina de la entrada. La recepcionista llevaba lentes rojos y su pelo rubio tomado, su rostro cansado le hacía parecer más edad de los seguramente cincuenta que poseía.

-Buenas noches.- No me dirigió la vista, siguió mirando el computador que yacía en el mueble de la recepción.- ¿Visita?

-Si.

La mujer me tendió un lápiz y una hoja, la cual la mayoría ya estaba rellenada por las demás personas que habían ido de visita.
Había que rellenar con el nombre de la persona que visitaba, el rut, la habitación a la que iba y el nombre de el paciente al que visitaba. Me tomé mi tiempo para rellenar todo hasta que, antes de entregar la hoja, un nombre entre los visitantes anteriores me llamó la atención. La letra de la persona que lo había escrito no era muy clara, era como si lo hubiera escrito lo más rápido que pudo, pero logré distinguir algo. El apellido Næsheim. Era el mismo apellido que Even poseía...¿Sería una coincidencia? Seguramente. Quise ver el nombre del paciente, pero antes de decifrarlo sentí una mano en mi hombro la cual automáticamente reconocí como la de mi padre.
Me di la vuelta dejando el papel encima de él mesón, para poder mirar a mi progenitor. No había cambiado desde la última vez que lo vi, solo que ahora tenía una sonrisa cansada, y parecía como si no hubiera dormido hace semanas, aún así me dedicó una sonrisa, que seguramente en su intento quería que fuera cálida, pero, siendo sincero, yo no sentí nada.

-¿Cómo está ella?- Fué lo primero que pregunte. No fué un "Hola" ni un "Como estas" porque no fuí hacia allá para tener una amigable conversación con el, si no para saber de mi madre.

-Vamos a verla.- Se limitó a contestarme y se dió la vuelta comenzando a caminar, por lo que no tuve más remedio a que ir con el.

Apuesto a que si escucharas que tienes que ir al cuarto número 100 creerías que tendrías que tomar el ascensor hacia el último piso y allí lo podrías encontrar, en este edificio no pasaba eso. El lugar tenía más de 500 habitaciones, por lo que la 100 no quedaba tan lejana como se hubiera esperado.
El edificio era un completo fantasma, todas sus paredes eran completamente blancas. Era el lugar mas jodidamente depresivo que hubiera visto. Ya comprendo porque esas personas no se mejoraban.
Lo único bonito era el patio, mi padre me comentó que era un lugar grande, pero yo solo tuve el lujo de ver una parte por un balcón.

Llegamos a la habitación de mi madre más rápido de lo que me hubiera gustado, pero ahí estaba. Yo y el número 100.
Me hubiera encantado tener a Even a mi lado apoyándome y tomandome de la mano... Agité la cabeza y borré a Even de  mi mente, no quería pensar en eso por ahora.

Abrí la puerta y me encontré con una habitación, adivinen, blanca, en frente mío. Lo único que la decoraba era una pequeña mesita de noche color café la cual tenía una pequeña lámpara y un florero con unas flores muertas. No esperé a que mi padre ingresará antes que yo. Entré y me dirigí hacia la camilla en donde estaba. Al igual que mi padre, ella tampoco había cambiado mucho, solo sus ojeras eran visibles. Estaba durmiendo.
Miré a mi padre en forma de pregunta.

-Está con sedante, luego del ataque la tuvieron que...Controlar un poco.

Asentí comprendiendo.

Tomé su mano y la acaricié levemente, no me gustaba estar allí, ¿Que debía hacer?
Su mano estaba cálida, pero entonces las vi. Solté su mano inmediatamente cuando vi las marcas de cortadas que tenía en sus antebrazos. No entendía como era una persona capaz de hacerse tanto daño a si misma.

Me di la vuelta y miré a mi padre quien me miraba curioso.

-Lo siento...No puedo hacer esto.- Fué lo único que dije antes de salir disparado de el lugar.



... Hola. ¿Como estan? ¿Les gusto? ¿Que harían en la posición de Isak?

Mi Twitter @/sizzysmalfoy.




I choose you (Evak) Skam. TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora