21- Tu cuerpo es música

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Quiero avisarles que sólo quedan 4 capítulos para que Rainbow guy termine, chaus

La lluvia y el mal clima ya eran algo recurrente en Londres, por lo mismo es que Thomas quería aprender a acostumbrarse a ese clima, pero aunque normalmente le gustaban los días lluviosos ese parecía solo tan…melancólico.

Suspiró despacio, quemando sus labios con la sensación del café recién hecho tocandolos ¿Qué? ¿No era ese uno de los gustos culposos más común en días fríos?

–¿Estas triste?–sonrió como un niño cuando sintió la voz de Will en su oído, también lo sintió arrastrando sus dedos fríos dentro del suéter de Thomas, tarareó en respuesta.

Will tarareó algo a su lado también, Thomas nunca sabia que esperar de ese chico.

–¿Qué hace dracula montado en un tractor?

–Mmm, no lo hagas. Es muy temprano.
Casi pudo sentir el puchero de su novio a pesar de que no lo estaba viendo.

–Está bien–dijo derrotado–¿Qué hace Dracula en un tractor?

–Está sembrando el miedo–y luego se echó a reír, como si fuera la cosa más graciosa de todas.

Thomas sonrió con cariño girándose hacia Will para dejar un beso en su mejilla.

–En serio apestas como comediante.

–Es gracioso, pero tú eres demasiado amargado para mi humor.

-¿Sabes que una sola palabra tuya puede hacer que todo mi día mejore?

William negó sus mejillas tornándose rosas y sus ojos brillando.

–Lo tendré en cuenta.

Luego de eso Will lo dejó libre para devolver su atención a esa otra cosa sucediendo en la cocina.

El castaño había decidido hace unos días que si uno de ellos no aprendía a hacer algo más que no fueran sándwiches o cosas mal cocidas y seguían ordenando comida por teléfono o pidiéndoles a Alex y a Belle que lo hicieran por ellos, iban a terminar peor que Chase.

Thomas no tenía idea de quién demonios era Chase, pero Will mencionó que era un chico que iba con él en clase de inglés. Le mandaron a hacer un asiento más grande porque él simplemente no pudo entrar en uno normal.

Pobre Chase, pensó Thomas.

Will había seguido cuidadosamente cada instrucción de Oliver, ese agradable hombre en la televisión que hacía que un platillo Gourmet luciera como hacer pan con mantequilla.

Y Thomas no sabía cómo resultaría al final, pero se aseguraría de hacer su mejor cara así el resultado fuera horrible solo para no hacer sentir mal al pequeño.

Eso…en realidad lucia bien en se plato, y Thomas esperaba que supiera mejor, para su suerte, lo hizo, y pocos minutos más tarde se encontraban acurrucados en el sofá con la barriga llena y sus corazones contentos.

–Se me ocurren un par de cosas para hacer con esta lluvia–mencionó Will luego de un rato de puros besos y juegos de manos.

–Ni lo menciones–le detuvo el mayor antes de que las cosas se pusieran feas.

–No es nada malo–dijo Will con el ceño fruncido. Thomas masajeó esa parte de la frente con cariño hasta deshacer sus arrugas mientras murmuraba un “lo dudo”.

Will le dio la cara, todo relajado y perezoso, con una pequeña sonrisa floja.

–El sonido de las gotas de lluvia es casi musical ¿No lo crees?

Rainbow guy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora