11- Brillo

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Hi, bueno nunca dejo una nota antes del capitulo pero ahora es un poco necesario. Solo les diré que este capitulo es como el comienzo de la verdadera trama, a partir de aquí nada sera lo que parece, y si hago bien mi trabajo no sabrán de que se trata hasta que yo se los explique en la historia, mientras tanto si se quieren dar cuenta deberán poner atención a cada pequeño detalle, he puesto "pistas" desde que comenzó la historia, una o dos por capitulo y son tan poco obvias que hasta ahora nadie se ha detenido a analizarlas ( y si me fijo nenas) bueno, dicho esto, disfruten y yo me callo un mes.

El tiempo pasó tan rápido, como el aleteo de una mariposa al aire, y Thomas se encontró a si mismo viviendo bajo el techo de Will durante más de tres meses.

La navidad pasó y con ello llegó un nuevo año.

Navidad, el cumpleaños de Tom, el no dijo una palabra sobre eso.

Había pasado de ignorar a Will olímpicamente a prestarle un poco, solo un poco de atención, no quería que el niño lo restregara en la cara de nadie luego.

Durante ese tiempo, aprendió que Will no solo era un niño extraño, Will también era un despertar alegre, camisas de colores y peinados ridículos, era una pelea por quien comía el ultimo pedazo de pizza y una risa escandalosa, el era indiscreción, berrinches bobos y hoyuelos. Will era todo eso y tal vez, solo tal vez, Thomas se sentía feliz de haber descubierto todas esas cosas por si mismo.

Fue extraño, tan extraño, luego de las pocas veces que se besaron nadie volvió a mencionar nada sobre eso y Will dejo de insistir en citas o cosas que sonaran mínimamente insinuantes, Thomas ya no se comportaba tan reacio a Will tocándole, incluso el buscaba su toque en contadas ocasiones, Will nunca pasaba por alto una de esas oportunidades para burlarse.

Ahora Will estaba hablando por teléfono en el baño de la habitación. Thomas no sabía con certeza si se trataba de alguien importante, pero debía serlo, o si no Thomas con certeza lo asesinaría.

Lo asesinaría por interrumpir su maratón de películas románticas a petición de Will (porque el menor había dicho que esas eran las mejores, y aunque Thomas gruño y rodó los ojos, accedió a verlas ((tenía que rodar los ojos para mantener su imagen, no iba a admitir que esas eran sus favoritas también)) y por no decirle quien había llamado.

Tomó el tazón de palomitas quemadas que Will había dejado sobre la cama y comenzó a comerlas para matar el tiempo, pero apenas se metió una en la boca y la escupió en su propia mano por el desagradable sabor a quemado. Ahora tenía una masa negra y húmeda en la mano y ni una mísera servilleta donde limpiarse, levantó la almohada que Will utilizaba para dormir y discretamente se limpio la palomita masticada en la parte de debajo de esta, Will no se daría cuenta de eso por un tiempo.

Cuando William salió del baño tenía una cara de pocos amigos, de esas donde presiona su labio inferior con fuerza y sus ojos no dejan de pasearse por toda la habitación.

–¿Murió alguien?–preguntó Thomas​ alzando una ceja, Will negó reiteradas veces–entonces volvamos a ver la película, quiero saber quien ese esa anciana sin memoria.

–Mi padre va a venir.

Thomas escarbó en sus recuerdos intentando ubicar al hombre, si, uno alto y robusto, cara de pitbull y ojos grises, realmente no parecían parientes, con ese hombre tan imponente y Will siendo una pequeña pulga.

No lo había visto de nuevo desde el día que conoció a Will, sabía que Will si lo había hecho porque el iba a visitar a sus padres a su casa, pero ellos nunca venían aquí.

–¿Y porque estas tan nervioso niño?

–Él es muy complicado.

–Lo sé-se burló–ya le conocí.

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