Chica Caída

Capítulo 1

Respiro hondo. Exhalando el olor a pasto mojado. Hace tiempo que no me sentía así, así de mal. Tengo que hacer esto para sentir que sigo viva.

Tengo mis ojos cerrados, así que los voy abriendo poco a poco, veo a mi alrededor los juegos metálicos que están mojados e igual el pasto a causa de la lluvia.

Me siento en un columpio aunque esta mojado pero no me importa en este momento, al principio siento lo mojado pero conforme pasa me acostumbró.

Hace tiempo que no venía acá. Hace tiempo que no me sentía mal. Pensaba que se había ido pero al parecer no fue así. Empeze a llorar sin razón alguna y  pensé que pasaría pero no sucedió. Iban pasando los días y me sentía peor, así que me di cuenta que había regresado mi depresión y mis pensamientos suicidas.

Tiró de la manga de mi chaqueta hacia arriba y veo mis marcas de mis cortadas. Ya casi no se notan pero aún están presentes ahí. Aunque se borren de mis brazos nunca será suficiente para borrarse de mi cabeza. ¿Cuando mi vida se volvió tan gris y vacía? ¿Donde quedo mi Ángel de la guardia? Creo que nunca tuve uno porque nunca vino cuando lo necesite.

Nunca pensé que volvería a esto. Las personas piensan que cuando tu depresión es tratada ya estas bien, pero nunca se preocupan de que esta puede volver. No se que voy hacer esta vez, la última vez estuve al borde de la muerte y no quiero experimentar eso de nuevo. Necesitó ayuda, pienso. Pero nadie sabe como me siento realmente y no quiero que sepan. Era irónico, mis amigas y demás pedían mi ayuda y yo nunca pedí la de ellas.

Me levantó y me dirijo a mi casa, tuve que salir a tomar aire, aunque acababa de llover y hacia frío tenía que salir a despejar mi mente un poco.

Me llamó Iselin, tengo 18 años, mi vida no ha sido fácil, más bien, la vida de nadie es fácil. Todos pasan por un momento difícil pero otros, toda su vida es muy difícil y tienen que lidiar día a día con ella como una carga muy pesada.

Mi padre era un borracho, porque no fue hasta que le dio cáncer de estómago que murió. Mi madre se mata trabajando por el bienestar de mis hermanos y mío. Ella si es mi Ángel de la guardia. Mis hermanos estudian pero no trabajan, soy la única de los tres que trabaja. Estudio y trabajó, si, así es mi vida, aunque la mayoría de la veces piense que no tiene sentido alguno.

Visualizó a Shawn desde lejos, el siempre tan alegre y energético, le tengo envidia y mucha, al parecer el no tiene que preocuparse demasiado, tiene a sus dos padres y dos hermanos que lo quieren mucho. Desearía ser como él pero no lo soy.

Me ve y se acerca corriendo,— ¡Hey Iselin! ¿A dónde fuiste? Tu madre estaba preocupada.— me mira de arriba hacia abajo examinando me —. ¿Éstas bien?

—Estoy bien, solo quize un poco de aire —. Le sonrió aunque sea falsa mi sonrisa, la mayoría del tiempo vida fingía sonreír.

—No vuelvas a irte sin avisar, aunque te hayas ido solo a la granja—. Solo le sonrió falsamente, no digo nada porque se que no lo voy a ser.

Me adentro en mi casa, y al instante me llegar un olor de mole, amo el mole pero en estos instantes no tengo hambre. Me dirijo hacia mi cuarto pero mi madre me detiene con su voz:

—Iselin ven a ayudarme—. Entonces me dirijo de nuevo a la cocina a ayudar con la comida.
Mi madre me mira y se que debe estar preguntándose porque me salí sin decirle nada.

—¿Estas bien, verdad?—. Me pregunta y solo asiento con la cabeza. Ahora no es el momento de decirle.

Acabamos de cocinar y comemos los cuatro, todo esta en silencio, nadie dice nada, odiaba antes el silencio pero ahora lo amo.

—Me iré a la ciudad.— Dice mi hermana Rebecca de repente.— Tengo una oportunidad para poder aumentar mis habilidades como contadora allá. Me ofrecieron un trabajo y estudios.

—¿Que?¿Enserio Rebecca? ¡Oh por dios! Después de tanto tiempo por fin,— se nota que mi madre esta contenta,— ¡Tienes que ir hija!—. Mi hermana solo sonríe y le empieza a contar todo. Mientras yo sólo me limitó a escucharla. Era raro casi nunca llegaban oportunidades así de grandes en el pueblo, al menos que fueras un excelente alumno y mi hermana no era una de ellas.
Era sospechoso.

Acabé y me salí de nuevo, quería ver como atardecia. Me senté en una banca y espere pero me encontré a Shawn llegando junto a mi.

—Hola, ¿puedo saber porque saliste corriendo después de que acabará de llover?—. me pregunta y puedo notar que esta preocupado.

—Queria tomar aire.

—No te creó, además lo puedes tomar en cualquier lugar.— Me da una sonrisa malvada pero yo solo lo fulminó con la mirada—. Esta bien, no es gracioso.

Shawn siempre me ha caído muy bien, además de ser guapo, que quisiera que me diera sus ojos cafés con miel. Le quisiera contar pero no puedo, siempre me limitó a guardar lo que siento para mi. Así que permanezco en silencio hasta que el rompe el silencio.

—Enseñame tus brazos, Iselin.

N\A

Advertencia:

Si son muy sensibles, no la lean. No quiero provocar algo, pero tratare de no poner tanta deprimencia.

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