De arrepentimiento y satisfacción

23 1 0
                                    

Es extraño. He matado a una persona. Lo peor es que...lo he disfrutado. Pensé que sería más   difícil, que tal vez me arrepentiría después, pero al contrario, esto ha sido de lo más reconfortante. Por fin he podido vengar a mis padres y eso me hace feliz. Todo el sermón de Julio sobre el arrepentimiento que me dio antes de entrenarme ha sido en vano. No siento ningún vacío ni mucho menos. Suspiro, y recojo mis armas y mi pañuelo. Volteo a ver a Renato una última vez. Sus ojos están abiertos y viendo al techo. Las sábanas blancas de su cama han quedado empapadas de sangre, dudo que sea la primera vez. Mi trabajo aquí ha terminado. Los hombres de Julio se encargarán después del cuerpo. Me acomodo un poco el cabello y salgo de la habitación, cerrando la puerta atrás de mi. Veo a mi alrededor y veo que la masacre de la fiesta de máscaras está por terminar. Solo quedan unos cuantos guardias de Renato quienes aún intentan pelear, pero los hombres de Julio son demasiados. Julio también está ahí y jala el gatillo matando al último guardia. No queda nadie de aquella fiesta de máscaras. Bajo las escaleras y noto que Julio está esperándome. Lleva un traje negro y ningún cabello gris fuera de lugar. Es su look profesional como él dice. Julio es mi padrino y ha sido como un padre para mí. Siempre me ha cuidado, desde antes de la muerte de mis padres.
-Has acabado preciosa?- me pregunta, consternado, una vez que bajo las escaleras.
-Si Julio-sonrío- le he dado su merecido al bastardo-Julio le da direcciones a uno de sus hombres y apunta a la habitación de arriba.
-Pero, ¿y tú?, que tal te sientes?-
Veo preocupación en sus ojos, sigue creyendo que tal vez me haya traumatizado. Me acerco a él y le doy un beso en la mejilla.
-Yo estoy bien, no te preocupes-le digo sonriendo-estoy...-suspiro en busca de la palabra correcta-...satisfecha.
Me observa durante un momento, toma mi cara entre sus manos y me da un beso en la frente.
-Me alegro amore, me alegro-me dice. Se acerca Giovanni, la mano derecha de Julio a nosotros.
-Todo ha quedado despejado, no habrá rastro alguno de nosotros-afirma-El auto está listo, acompáñenme-
Julio me ofrece su brazo y yo lo tomo y caminamos juntos al auto.


-Deberíamos salir a cenar, a donde te gustaría ir?- me pregunta Julio.
-Que tal a Tony's? No será el más elegante pero Tony es casi familia-le respondo. El ríe.
-Bueno, entonces a Tony's será-
-Me gustaría pasar a casa antes, para bañarme y eso-
-Cierto-le da mi dirección al chofer-pasare por ti a las 9-
    Al llegar a mi solitario apartamento, me desnudo y tomo un baño relajador. Pienso en mis padres y cuanto los extraño, en la risa de Mamá y la grave voz de Papá. Me pregunto si aprobarían de lo que he hecho, aunque prefiero no saberlo. Cierro los ojos y veo a Renato, la súplica y el temor al sentir mi cuchillo en los testiculos. Río. Le he dado su merecido.
   Salgo del baño y me cambio. Es un simple vestido azul celeste que de arriba me llega a los hombros y de abajo, a la rodilla. Me maquillo, sencilla, solo rímel, rubor y labial. Veo hacia el reloj y veo que son las 8:45, pronto llegara Julio. Tomo mi bolso y me pongo mis zapatos, unos tacones negros. Suena el timbre y me apresuro a abrir. Al abrir la puerta, hay un hombre, no es Julio ni Giovanni, no lo reconozco, entonces saca su arma, y yo intento sacar la mía pero soy demasiado lenta, y me dispara.
Entonces todo se vuelve negro.

Las Venganzas De Sophia LorenWhere stories live. Discover now