"Chan, ¿Te encuentras bien?" Me preguntaste mientras te acercabas a mi y tomabas mis hombros.
"Sí... No es nada. Sólo no dormí bien por toda la tarea que me han dejado" Mentí con una sonrisa forzada.
Ni siquiera nos dejaban tanta tarea.
Había llegado a casa a las 5 de la mañana después de estar en una fiesta, por lo que no había dormido casi nada.
"Mientes pequeñín pero... fingiré haberte creído" Despeinaste mi cabello y luego me dedicaste una de esas sonrisas que tanto me encantaban.
Increíble.
Hasta mis propios amigos creían mis mentiras y tu sin conocer más allá de mi nombre, te habías dado cuenta.
Eras especial.
