☆Cuarenta y nueve☆

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Secó nuevamente las lágrimas que caían intensas por su mejilla. A éste paso iba a terminar secándose. Su vuelo salía en unos instantes y ya estaba lista. Había explicado sus motivos en una carta que dejó para su prima.... y con Agustín... ya le había dicho lo más importante, que lo amaría por el resto de su vida.

Miró su celular y la décima llamada de Karol entraba. No iba a responder, seguramente se enteraria pronto de las cosas y ahora simplemente no quería tener que dar explicaciones.

Despegó dejando no sólo su familia ni su hogar, sino también la mejor historia que tuvo. Gastón iba a recibirla pero tampoco tenía demasiada información. En realidad nadie la tenía, sólo ella.

Cuando aterrizó se quedó sentada un momento esperando que Gastón apareciera. Tenía su celular apagado y no planeaba encenderlo por un tiempo.

Caro!- se volteó reconociendo aquella voz.

Gastón!- corrió hasta abrazarlo fuertemente. Era lo que necesitaba.

-Me alegro tanto de verte-

-También yo- sentenció.

-Bueno...- se separaron del abrazo- Debo decirte que mi casa ahora queda un poco lejos...- Carolina hizo una mueca- Por lo que vas a tener el tiempo demasiado para contarme que es lo que pasó- asintió sin ganas. No podía evadir el tema.

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Chiara había avisado a los demás la partida de Carolina, y toda la familia trataba de ponerse en contacto con ella para hacerla entrar en razón.

Ruggero se encontraba en la habitación esperando que Agustín despierte. Los médicos le recomendaron descansar, era algo ilógico. Estuvo dormido un par de días, ya había descansado lo suficiente.

-Ruggero- la voz ronca de Agustín lo sacó de sus pensamientos y se acercó hasta el.

-Si amigo... aquí estoy, me alegra verte otra vez- le sonrió.

-¿Dónde está Caro?- Ruggero se tenso. En realidad no sabía a dónde se encontraba, pero si sabía a dónde quería llegar- Necesito verla-

-Ella no está aquí ahora- y lo difícil le tocaba. El intentó detenerla, pero no había caso.

-¿Y cuándo va a volver?- Agustín se acomodó en la cama. Su amigo sabía que ella no le había dicho nada.

-¿Ella habló con vos?- le preguntó.

-La vi cuando me desperté anoche... y no... no me acuerdo mucho... por eso quiero verla- Ruggero se aclaró la garganta.

-Agustín... Ella... Carolina se fue- lo dijo directo y sin vueltas, no podía hacerlo de otra forma. Su amigo se quedó mirándolo tratando de procesar lo que acababa de escuchar.

-Entonces... ¿Podes llamarla y pedirle que venga? O... ¿Dónde está mi teléfono?- primer intento fallido.

-Creo que no entiendes...- quiso volver a explicarle pero la puerta se abrió derrepente.

Agus!- Karol corrió y se tiró encima de el.

Au!- se quejó cuando la tuvo encima.

Perdón, perdón! ¡¿Te lastime?!- Tomo sus mejillas entre sus manos- ¡Dios Santo, está sin color! Ruggero llama al doctor- realmente era impresionante como podía decir mil palabras en un segundo - ¡No te vayas Agustín! ¡No cierres los ojos, mantente despierto! ¡Doctor!-

-...Estoy bien, loca... ¿Podrías dejar de gritar?- apartó las manos de Karol de su cara.

-Exageras mucho mi amor- Ruggero le hizo muecas. Mientras Karol se quedó con los ojos clavados en Agustín.

-Bueno... eh... discúlpame- ahora estaba ofendida- Digo, discúlpame por preocuparme por ti- Agustín la miró- Estuviste... No se... ¿Dos? ¿Tres? Días perdido y yo... perdón por quererte y tratar de que te mejores- ahora iba a llorar.

-Vamos de nuevo...- Ruggero suspiró.

-No... Karol... perdón, pero estoy bien, gracias por quererme y... todo eso que dijiste- ella asintió- Sólo te pido que no grites, me duele un poco la cabeza-

-¡¿La cabeza?! ¡Por Dios Ruggero!- se llevó las manos al pecho- ¡Le quedaron secuelas!- tomó la mano de su primo- Tranquilo... No te preocupes, estamos contigo- Ruggero carcajeo por la actitud de su chica.

-...Estoy bien...- repitió de nuevo Agustín.

-Tranquilo... mueve las piernas- el chico bufo- ¡¿No puedes?!- seguía gritando- okey... todo está bien, vamos a llevarte con un especialista y....- lo abrazó de nuevo- Yo siempre te voy a querer- lloraba encima de el- Voy a acompañarte con tu discapacidad y..-

-Por favor- Agustín le hizo señas a su amigo que moría lentamente por aguantar la risa.

-Chiquitita...creo que... deberíamos dejarlo descansar- intentó levantarla.

-Si claro... vamos a ir por el especialista, no te vayas a...- se quedó callada de repente- ¡Perdón!- Agustín blanqueo los ojos.

-Suficiente, vamos- Ruggero la tiro del brazo y la sacó dejando a su amigo en paz.

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Cinco minutos en soledad en los que respiró y recordó todo lo que había pasado. Julieta, Bautista, Ruggero, todos alterados. Estuvo en el departamento donde su ex novia se escondía con su ahijado, ella lo había llamado para entregarle al niño. Estaba distinta, alterada y fuera de si. Una vez que Ruggero tuvo a Bautista en sus brazos planeaban irse, pero sintió frío sepulcral en su pecho y después el calor de algo líquido caía por su abdomen. Se desplomó sintiendo apenas dolor.

El hecho lo torturada demasiado, pudo haber muerto y eso era... escalofriante. La vida le regaló un nuevo comienzo y lo iba a aprovechar, seguiría su carrera, amaría a Carolina y disfrutaría todo los días que le quedaban con ella, hasta tenía deseos de formar una familia.

Chiara ingresó a la habitación con demasiado que contar. Lo saludo y hablaron un instante.

-¿Y Caro?- estaba desesperado y ansioso por verla.

-De eso te quería hablar-

-Ruggero me dijo que se fue pero me gustaría llamarla aunque sea- Chiara hizo muecas que lo incomodaron- ¿Le pasó algo? ¿Está enferma?-

-No, nada de eso- le dijo tranquilizandolo- Caro se fue... a Estados Unidos-

Eres Lo Que Necesito Ahora Y Siempre (Aguslina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora