Eres Lo Que Necesito Ahora Y Siempre (Aguslina)

☆Veintisiete☆

Caminaba de un lado al otro impaciente. Las manos le sudaban, el corazón le latía a mil y estaba pálido como un papel. Miró aquel pasillo frío y vio los rostros desesperados de todos.

Un lluvioso ocho de enero las cosas cambiaron para toda la familia. Lo que parecía ser un tranquilo y fresco día de verano, fue interrumpido por una madre con contracciones cada cinco minutos, lo que indicaba que el bebé ya estaba por llegar.

Finalmente se sentó al lado de su tía Mónica que sabría como calmarlo, ya que su novia estaba inmersa en el celular y Carolina... bueno ella tenía compañía.

-Tranquilo, todo estará bien- Mónica lo abrazó.

-Estoy muy nervioso tía, hace mucho que se la llevaron-

-Tranquilo Ruggero está con ellos, todo va a salir bien- Maia también lo calmaba.

Luego de un silencio torturoso para Agustín, Miguel habló.

-¿Que creen que sea?- se lo veía impaciente pero muy entusiasmado. Todos coincidían en que sería una niña... bueno todos menos los padrinos que a unísono respondieron.

-Niño- ambos se miraron y esbozaron una sonrisa tímida, desde aquella vez no volvieron a hablar.

-Pues podría ser- dijo Miguel.

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Justo a las diez y media de la mañana nacía Bautista Pasquarelli , un bebé esperado por sus padres y su familia.

Agustín escuchaba el llanto del bebé y se angustiaba ¿Por qué lloraba tanto? ¿Estará enfermo? Ansiaba verlo.

Cuando por fin lo llamaron tuvo que pasar acompañado porque también llamaron a la madrina. Carolina fue la primera en cargarlo y mágicamente dejó de llorar. Agustín admiraba lo emocionada que estaba y como lo calmaba.

-Sos el bebé más bonito del mundo- lo mecia de un lado al otro sonriendole- No sabes cuánto te esperamos, tu padrino casi muere cuando te escuchó llorar- entonces ella lo estaba mirando, Agustín aumentó su sonrisa aún más.

-Felicidades chicos- recién se acordó de los padres, besó cuidadosamente a su prima y abrazó fraternalmente a Ruggero.

-¿Querés cargarlo?- Carolina le preguntó y se congeló.

-Si... pero... no se... eh..- Caro le sonrió y se acercó a el.

-Con cuidado burro eh- se burló Karol y eso lo puso más nervioso. Carolina le indicó como debía hacerlo.

-Es tan... chiquito y... frágil...- tenía miedo de apretarlo demasiado- Hola bebé, soy tu padrino y... prometo aprender a cargarte y llevarte a pasear, a comprar, al parque, a la plaza...-

- Vas a malcriarlo y después va a ser caprichoso- lo regaño Carolina.

-No discutas frente el niño Carolina- Bauti esbozó una sonrisita- ¡Mira Carolina está sonriendo!- gritó en susurro Agustín- A ver sonríe de nuevo bebé-

-Es tan bonito- Carolina lo miraba hipnotizada.

-Es como un tomatito arrugado y feliz- se burló y ambos sonrieron. Karol y Ruggero observaban encantados la escena. En los últimos días ellos se habían ignorado por completo, bueno Carolina hacía de cuenta que no existia, pero ahora verlos tan... juntos y en sintonía era agradable.

-Creo que ya debe comer un poco- Ruggero los desconcentro.

-Claro... nada más deja que le de un besito- beso cuidadosamente la frente del niño y Caro lo imitó.

-Hola Bauti bebé, mamá está aquí...- Karol se acomodó con esfuerzo para poder darle de amamantar a su pequeño.

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-¡¿Viste como sonreía?!- una enfermera le pidió a los emocionados padrinos que salieran para que la mamá y el bebé descansaran. Todos se habían ido por algo de comer, así que en ese pasillo inmeso sólo quedaban ellos.

-¡Si! Tan bonito- estaban sentados uno al lado del otro- ¡¿Viste como intentaba abrir sus ojitos?!- los dos estaban demasiado enamorados de Bautista.

-¿Crees que pueda ser un buen padrino?- preguntó derepente Agustín tornandose serio.

-Yo creo que vas a hacer un buen trabajo... sólo no lo malcries mucho- Carolina sonreía, en ese instante todo quedó olvidado, nada más que su emoción.

-Ahora que sabemos que es un hombrecito muy fachero deberíamos encargarnos de arreglar su cuarto- por primera vez en todo el día miró fijamente a Carolina, directo a los ojos.

-Bueno... tienen un día más aquí así que... podríamos hacer algo...- se sonrieron y salieron de juntos del hospital.

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No voy a decir que no se arrepintió, porque si lo hizo. Al momento que subió al auto con el se dio cuenta del disparate que estaba haciendo ¿Se puede ser tan bipolar? Porque hacía unos días a había propuesto alejarlo por completo. Pero... ¿Cuenta si es por causa del bebé? No es que ella quisiera pasar todo el día con el, sólo que era por Bauti. Sólo por el.

-Primero podemos ir a comprar unos cuantos juguetes y esas cositas ¿Qué decís?- las dudas se disiparon cuando vio lo animado que el estaba.

-Me parece bien... también podríamos ver esos cartelitos que van en las puertas...- Agustín sonrió aún más.

-Si, necesita eso y... una pelota- Carolina rió.

-Es chiquito para una pelota- le dijo.

-Entonces uno de esos que... eso que son como arañas- ¿a que se refería?- Eso que usan para aprender a caminar- intentaba explicarle al ver su cara de desconcierto.

-¿Un andador?- Agustín asintió y ella explotó en una carcajada- ¡Agustín  es un bebé! Todavía es chiquito- los dos comenzaron a reír.

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El hambre los obligó a detenerse en un lugar de comida rápida, mientras Agustín pedía Carolina atendía su teléfono.

-...Estoy de compras Gas, por eso me fui del hospital- se había olvidado que estaba acompañada- perdón es que con la emoción se me olvidó decirte- se sentía fatal por haber dejado así a Gastón- ¿Qué? No... nada que ver... ¿Yo con Agustín? No... ni siquiera quiero hablarle ni nada- se puso demasiado nerviosa cuando el le preguntó si estaba con su ex, es que el también había desaparecido. No sabía porque le mentía, no tenía nada de malo estar de compras con tu ex  ¿o si?- Te prometo que cuando termine te llamo y salimos ¿Dale?- No quería que continuará preguntando- Yo también, chau- suspiró mientras cortaba la llamada y miraba a Agustín.

-Necesitaba comprar algunas cosas para Bauti- también daba explicaciones, también se había olvidado de su acompañante- No creo desocuparme Juli, pero yo te llamo- Miro a Carolina quien le sonrió de lejos y lo desconcentro- Si, si claro y... te llamo después- cortó recogiendo el pedido y fue hasta donde los ojos soñados lo esperaban.

Charlaron un poco pero más que nada se dedicaron a mirarse, como si no conocieran a ojos cerrados sus rostros. Carolina se repetía mil veces que no olvidará, pedía que la memoria pese más que el sentir, así no caería de nuevo. Agustín no insistía, sólo la miraba y sentía. Admiraba su belleza de mujer sencilla pero elegante y delicada. Ahora más que nunca tenía en claro que había muchas cosas de la vida que llamaban la atención de sus ojos, pero muy pocas tenían la atención de su corazón, y esa era ella.

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HOLA 😊

No desesperen que se vienen cosas... súper interesante jajaja

BernasconiNair09 te dedico éste cap por lo de la nominación jajaja perdón 😂
Espero les gusteeee 😙