Estoy lista

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Han pasado ya varias semanas de lo ocurrido con Rud que por cierto no se ha vuelto a saber más de ella y espero que este pagando lo que nos hizo. Mi relación con Mathew es la mejor, 2 meses y medio de tantas cosas que hemos pasado buenas y malas, pero lo mejor de todo es que siempre nos apoyamos. Nuestra familia se lleva genial, de hecho ya han pensando en casarnos (y no me quejo),  pero debo admitir que nuestro noviazgo se ha fortalecido aún más. Simplemente somos felices.



Hoy Mathew me propuso ir a su casa, ver películas o pasar el rato, pues siempre que tenemos tiempo el está en mi casa o yo en la suya ya que vivimos como a 5 minutos si no es menos. Ese día decidí ponerme un vestido amarillo con pequeñas flores blancas y unos botines cafés, me había rizado un poco las puntas de mi cabello, mejor dicho ya estaba lista.



Llamada entrante de Mathew:


-¿Hola?

-Hola nena, acabo de llegar estoy afuera de tu casa.



-Enseguida bajo.




-No tardes, te amo.






Como aquel día no había mas nadie en casa, Kathe salió con Julen, no me demore casi nada en salir. Cerré la puerta detrás mio y me dirigí hacia el auto de Math.



-Hola cielo__Saludé a Math entrando al auto depositando un cálido beso en sus labios.



-¿Cómo está la chica más hermosa del mundo?__sonrió acariciando mi mejilla.





-Mejor que tú no lo creo__lo había analizado de pies a cabeza, llevaba unos jeans negros, camisa a cuadros y sus zapatos de gamusa.






-Lo sé, soy irresistible, tienes suerte de tenerme nena__guiñó un ojo y yo sólo rodé  mis ojos






Antes de llegar a casa de Mathew nos dirigimos a una tienda a comprar algunas cosas para picar y luego llegamos a casa__Con cuidado__decía Mathew ayudándome a bajar del auto__Gracias__sonreí.





Entramos a su casa y lo primero que percibí fue aquel aroma a hombre, toda la casa incluido sus muebles olían al perfume que usaba Mathew, absolutamente todo que incluso me había mareado un poco, me senté en un sillón de cuero mientras que Math iba a la cocina a poner en un recipiente los Snacks.




-Bien, veremos una película que no sea de miedo__decía Mathew escogiendo algunas películas que tenía.



-Esta bien__reí__¿Qué quieres ver?




El sonrió y sacó de un mueble una película Intouchables __¿Qué tal está?





Se veía muy buena así que decidimos verla. El puso la película y se acostó en mis piernas, comimos muchas Rufles y Doritos. La película era excelente, te dejaba un gran mensaje acerca de la amistad que incluso lloré en el final, de vez en cuando miraba a Math quien se encontraba atento a todo lo que sucedía, apuesto a que el también lloró en el final. Luego de haber terminado la película, prendió las luces ya que había oscurecido un poco.


-¿Te gustó mucho la película verdad?__Decía Mathew guardandola en su lugar.





-Lo mismo digo__sonreí.





-Tengo buenos gustos__rió__¿Por cierto tienes hambre? Podemos pedir pizza o cocinar aquí.





No tenía hambre, había comido tantas papas que me llené sólo con eso entonces negué con la cabeza__Mejor hagamos otra cosa.





-Hmmm, me gusta esa idea__habló con algo de picardía en su mirada.







Reí__iré a tu habitación a inspeccionar que es lo que tienes__Subí casi corriendo las escaleras y dejé a Mathew en el salón. Entre a su habitación y lo primero que vi era una cama gigante, el doble de la mía, que digo el doble ¡El Triple! Luego a su izquierda había un enorme closet blanco y en su otra esquina un pequeño mueble donde tenía sus accesorios: perfumes, relojes, lentes de sol y también había un grande espejo colgado en la pared, más al fondo se encontraba su baño que me limite a entrar. Mathew era muy ordenado a comparación de varios hombres.







-¡Aquí estás pequeña sabandija!__dijo Mathew entrando a la habitación__¿Te gusta mi habitación?







-Debo admitir que eres muy ordenado, incluso más que yo__sonreí.







-Mi madre me enseñó a serlo__me devolvió la sonrisa__decía que un chico ordenado enamora más a las chicas y veo que resultó__se acercó a mi sujetando mi cintura.







-¿Ah si?__pose mis manos alrededor de su nuca__¿Y a cuantas has enamorado con tu técnica galán?







-Tal vez a muchas__sonrió de lado__pero sólo una ha tenido el privilegio de conocer mi habitación, sólo tú.





Se acercó más a mi, sujetó mi cintura con fuerza, inclinamos nuestras cabezas acercándonos más, dejándonos sin espacio entre nosotros, escuchando nuestras respiraciones. Mis piernas empezaban a temblar y el pulso a acelerar algo que ya se me hacía normal estando con el y entonces nos besamos, cada beso era distinto al anterior, cada sensación era diferente, las descargas eléctricas que mandaban mi cuerpo eran increíbles, mejores que un desfribilador. El beso se iba intensificando cada vez más, con más pasión. Nuestros corazones se aceleraban con más furia, las respiraciones se acortaban. Entrelaze mis piernas en su cintura, el me sujetó con más fuerza, mi vestido había subido más de la cuenta dejándole el camino libre a las manos de Math, acariciaba mis muslos subiendo y bajando haciendo que soltara pequeños gemidos, entonces nos dirigimos a su cama, tropezandono con todo lo que se interponia en el camino, el se colocó encima mío, dejaba besos en mi cuello, mejilla, labios, besaba mis clavículas soltando gruñidos por parte de el, yo también hice mi parte, de vez en cuando tomaba yo el mando y lo besaba al igual que el a mi, su cuello, sus labios, el lóbulo de su oreja, su pecho, provocando que llegue al borde de la locura. Sin aguantarme más le quiten la camiseta, dejando al aire libre su hermoso y definido abdomen, mis manos acariciaban cada músculo que tenía cuando se tensaba. Nuevamente el estaba al mando, sus manos acariciaban mi espalda y poco a poco fue bajando el cierre del vestido, el roce de sus manos me erizaba la piel, lo besaba con más fuerza, poco a poco mi vestido iba deslizándose por mis hombros, el me miraba y sonreía tiernamente, acariciaba mi cabello hasta que el vestido cayó completamente dejándome en ropa interior, miré fijamente a Mathew, esta vez no estaba ebria, sabía lo que hacía y no quise detenerme__Eres hermosa__susurraba en mi oído. Besó mis hombros, acariciando cada centímetro con mucha delicadeza, sus manos jugaban en mi cuerpo recorriendo cada espacio, lentamente, sin apuros desabrocho mi sujetador, de un momento al otro no sentía vergüenza, estaba segura, lo amaba de verdad que sabía que no me lastimaria. Mathew en estos momentos estaba a punto de explotar, podía sentir como hervia su sangre, su piel, como latía frenéticamente su corazón, se acercó más a mi y más __Nena si quieres que pare sólo dímelo__sus palabras hacían eco en mi odio__No__respondí con una sonrisa mirándolo fijamente a los ojos__Estoy lista Mathew__Su cara se tornó en una expresión de felicidad, sonrió y me abrazo con fuerza, el asintió y una cosa llevó a la otra__Te amo Hanna, como no tienes idea__nuestras almas se hicieron una sola, el verdadero significado del amor pude sentirlo en ese instante__Te amo Mathew__sabía lo que acababa de pasar y fue el mejor momento de mi vida.





-Te juro que nunca te haré daño mi pequeña__me dio un beso en la frente y nos dormidos hasta el otro día.

Mi vecino es un espíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora