Las páginas parecen ser infinitas y mis palabras parecen mancharlas como un lienzo de Pollock.
Podría decirse que este es mi diario
El diario de una fenómeno
Atte: L.J
Es una chica dulce y simpática que me enamoro de la manera más simple. Dudo qu...
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11 de octubre del 2011
¿Cómo supe que fue Camila? Estaba en los baños cuando entro ella y Gigi, la verdad me lo esperaba. Y lo peor de todo es que hoy me hablo preguntando si me encontraba bien. ¿Enserio? ¿Pensé que éramos amigas? No dije nada simplemente asentí con la cabeza. Ayer no había ido Lucy ni mucho menos fui a trabajar pues fui directo al doctor. Oliver me hizo favor de pasar por los niños; si, Oliver el muy acosador consiguió mi numero el mismo día que nos vimos y hablamos, me viene a visitar y a cuidar como si fuera mi hermano mayor. Hoy cuando fue por mi a todas se les caía la baba porque pues Oliver no está mal pero soy fiel a las papayas (Quien entendió, entendió) bueno, sigamos. El punto es que no le dije a Camila nada, no le reclame ni nada. Simplemente seguí desayunando aquel día, llena de burlas por todose insultos obscenos, después de todo creí ser fuerte y quería demostrarlo pero no somos perfectos ¿Cierto? Y hoy Camila me compro unos chocolates, no pude evitarlo la abrace y fue lo más hermoso que pude hacer, eso hizo que mi corazón se para y solo fuéramos ella y yo. Regresamos a la realidad porque nos habían empujado, ella era una fuerte no se quedaba callada incluso les reclamo e hizo que me pidieran disculpas. Todo mi mal día había mejorado con esa acción. Se fue y me dejo de hablar y no le tome importancia pues aquellos chocolates los había comprado ella para mi y los estaba conservando. Hasta que en la salida me vio con Oliver y se enojo ¿Por qué? Porque pensaba estaba saliendo con Oliver pero cuando intente abrazarla, me empujó haciendo caer directo al jardín. Y como tonta fui detrás de ella donde paso algo que no quiero, quisiera recordar se beso con Austin, eso fue lo que me destruyó. Y solamente salí, huí como una cobarde hacia Oliver para que me refugiara en sus brazos.
¡Estúpida! Grita mi conciencia. ¡Eres una porquería! Grita mi cerebro. ¡Pero yo la amo! Grita mi corazón.
