Pero en el momento en que Coop entró en la habitación, Blaine pudo ver claramente que algo andaba mal. Su hermano se veía preocupado y... ¿culpable tal vez? Pero ¿por qué?

Coop se apoyó en el sillón frente al sofá que Blaine estaba ocupando.

— ¿Bee? Yo realmente lo siento.

Hizo una pausa, como buscando las palabras adecuadas, y los pocos segundos de silencio fueron suficientes para que Blaine pensara en todo tipo de cosas terribles que podrían haber pasado para que Cooper estuviera tan angustiado. ¿Era algo sobre sus padres? ¿O sobre Kurt? Sintió que su corazón se aceleraba antes de que Cooper continuara.

— Me tengo que ir por una semana en un viaje de negocios a Seattle. Siento mucho dejarte aquí solo, pero con la auditoría en curso y mi reciente promoción, simplemente no puedo negarme, no esta vez, y...

— Oh. —Blaine sentía que sonreía; le parecía tan tonto que Coop estuviera tan preocupado por una razón tan tonta.— Está bien. Estaré bien, soy un chico grande. Y Kurt está aquí por si necesito algo. ¿Cuándo te tienes que ir?

Coop parecía aliviado, pero frunció el ceño de nuevo ante la pregunta.— En realidad, ahora mismo. No, okay, más bien como en una hora, pero sólo tengo tiempo para ducharme y prepararme. ¿Estás seguro de que estarás bien tu solo?

— Sí. Ve a empacar.

— Pero... tal vez podría pedirle a Kurt que te deje quedar en su casa por el tiempo que esté fuera. No quiero que te sientas solo.

Blaine rodó los ojos. No estaba acostumbrado a esa sobreprotección. En todo caso, él había aprendido hace mucho tiempo a esperar lo contrario.

— Coop, ve a empacar. Llámale a Kurt si eso te hace sentir mejor, pero voy a estar perfectamente bien. Me encanta que te preocupes por mí, pero detente. Ve.

Cooper asintió y se dirigió a su dormitorio, y fue sólo cuando su hermano se fue al aeropuerto una hora más tarde, cuando el apartamento quedó quieto y en silencio de nuevo, que Blaine se dio cuenta.

Él iba a estar solo durante toda la semana. No tendría la necesidad de volver a casa antes de que Coop regresara del trabajo. Nadie le preguntaría lo que había estado haciendo todo el día. Ningún tipo de figura paterna estaría sobre él. Podría estar con Kurt hasta la medianoche, sin explicarle a nadie, y a nadie le importaría.

No había esperado tanto tiempo juntos, no con Kurt profundamente en su lugar creativo de nuevo, y el propio Blaine contratado para tocar en The Tipsy Hippo tres noches a la semana. Pero incluso una o dos horas más por las noches, sólo para cenar juntos sin prisa, sería un regalo.

Tendría que decirle a Kurt tan pronto como le llamara.

Lo que sucedió una hora más tarde. Blaine ni siquiera tuvo tiempo de decir nada antes de que Kurt dijera con voz brillante de emoción.

— Okay, empaca tus cosas y ven. No puedo dejarte solo en ese enorme apartamento vacío, ¿o sí? Coop llamó; te vas a quedar conmigo para que pueda echarte un ojo. O, ya sabes, otras partes del cuerpo.

Blaine podría jurar que sintió que su mandíbula golpeaba la alfombra cuando el significado completo de lo que escuchó lo golpeó. Horas con Kurt. Días. Noches. Tragó saliva, casi sin poder creerlo.— Pero... ¿estás seguro? Digo, estás ocupado diseñando y...

Pero Kurt le hizo callar con impaciencia.— También puedo estar ocupado mientras estoy cerca de ti. Y sí, estoy seguro. Date prisa, estoy en casa y quiero besarte.

Blaine nunca había empacado su maleta tan rápido.

Tuvo que dar la vuelta y correr de regreso dos veces en su camino al apartamento de Kurt. La primera vez, a mitad de camino, se acordó que no había empacado sus artículos de tocador. Entonces, después de salir del edificio de nuevo, se dio cuenta de que había dejado las llaves en la cerradura.

It's Not BabysittingWhere stories live. Discover now