Me ve como su perro, no como su perra porque ese titulo lo ocupan otras niñas.

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" Sentada aquí me estaba ahogando. No con agua, pero con mis pensamientos."

Decídete de una vez que vamos a ver en la tele - le dije a David un poco desesperada.

¡Ya Mo! Tu si que eres desesperada. - me dijo riendo.

Se veía tan bien cuando sonreía. Me recuerda a cuando tenía brackets. Claro que ya no los tiene.

Ya se cual vamos ver - dijo riendo.
Y si, puso la película que menos me gusta. La Niña del Aro.

Quiero que sepan que NO soporto las películas de miedo. Pero lo justo es justo y le tocaba a el escoger. Siempre que ponía una de miedo me le pegaba como chinche. Literalmente encima de el. Y aunque seguro no soy la persona más liviana del mundo, el ya se había acostumbrado.

Y claro que yo disfrutaba tener la excusa perfecta para estar encima de él. El solo se reía de mis reacciones.

Abrazarlo se había vuelto tan diferente. Antes era un niño flaquito con unos lentes adorables. Ahora, era fuerte y marcado. Y tampoco tenía sus lentes.

Comía palomitas cuando llegó la parte de tensión en la película, y salté.
Me agarré fuertemente a él. Apretando su cuello. Por alguna razón que no entiendo, quede a horcajadas de el.

La luz de mi cuarto era muy baja, yo solo estaba usando una camisa y shorts de pijama.

El se acercó a mi, y cuando pensé que iba a pasar lo mismo qué pasó hace unos cuantos años en el árbol, el susurro con voz ronca :

" Lo eres todo para mí Momo. Todo" - y me dio un beso en el cachete.

Pero no me quieres de la manera que yo quiero que me quieras...

Yo, sintiéndome aventurera acerque mi cara lentamente a el.
Olía a menta, ropa limpia y colonia. Sus labios tan perfectos y rosas me estaban invitando.
El me agarro de la cadera para acercarme a él, mis labios a centímetros de los suyos.

¡RING! ¡RING! - empezó a sonar su teléfono.
Saltando me aparte rápidamente de él.

El contesto el teléfono. Era Maryam.

Bebé, Ya estoy afuera por ti - oí que le dice por el altavoz.

¿Bebé?

¿Era hoy? Uff Mar... es que estoy con Mo. - dijo el caminando hacia la cocina.

Yo me escondí para que no pudiera ver qué estaba escuchando la conversación.

¿ Ah si? Mo...Mo y mas Mo. Si tanto la quieres, ¿porque no le preguntas que se tu novia? - dijo Maryam irritada. - Porque tu novia de verdad ya se está hartando de la marimacha esa. - finalizó.

Novia. Maryam es la novia de David.
Corazón. Roto. Tristeza. Dolor. Marimacha esa.

No seas así. Momo es mi mejor amiga. - le dijo David.

Y yo soy tu novia, estoy abajo y vamos a tener la mejor noche de nuestras vidas... ¿ o acaso no quieres? - Maryam le dijo con voz seductora.

¡No! Claro que quiero. - deja le explico a Momo y bajo en dos segundos.

Pero antes de que David viniera a avisarme yo ya había empacado mis cosas, y me encontraba saliendo de la casa de David.

¡ Mo! ¿ A dónde vas? - Salió corriendo David a la calle.

¿ Me hablas a mí? ¿ La marimacha esa? - le dije sarcásticamente sin parar de caminar.

Mo, sabes que no es así. - me dijo serio tratando de agarrar mi mano. Por favor quédate en casa, no me gustaría que te regresaras sola en la noche.

¡Explícame cómo carajos es Hunter! Siempre, he estado ahí para ti, en las buenas y malas. Para bien y mal. Cuando se te consideraba un rechazado yo NUNCA me deje de juntar contigo. Y me duele mucho saber que tu, a mi, me cambiarías por cualquier niña que fuera más popular o bonita que yo. Porque desde los últimos dos años, pones a tus novias, de un maldito mes, por encima de mi. ¿Y sabes que?
¡YA ESTOY HARTA! Encima, quieres que te espere en casa como un perro viejo. ¿ Quien carajos crees que soy, eh? - dije acercándome a el con lágrimas en los ojos. - El solo me vio con profunda tristeza. Me iba a decir algo. Estaba apunto de decirme algo importante. Estoy segura.

Se acercó para abrazarme.
Y justo, como una maldita broma del destino, Maryam se estacionó enfrente de su casa.
Toco el claxon y le grito a David algo así como

¡ Bebé! ¿Ya estás listo? - le dijo batiendo sus ojos.

David solo se me quedo viendo. Yo tenía un nudo en la garganta.

Anda, ve con ella. - Es lo que siempre haces. - le dije finalmente. Me di media vuelta.

Saben ese momento, que en su corazón quisieran que algo pasara. Sabes que no va a pasar, pero lo quieres mucho.

Para mí, ese deseo fue que David se diera media vuelta, dejará a Maryam y me abrazara. Y que después, con su voz ronca me dijera.
" Yo te escogería"

Lo único que sucedió, es que cuando volteé a ver si David seguía parado atrás de mi, el estaba adentro del coche con Maryam.
Besándose. Decidiéndose entre ella y yo.

No lo pude evitar. Me volteé completamente y vi cómo David y Maryam se alejaban. Probablemente a un hotel barato, a hacer lo que yo siempre he querido hacer con el.

Las lágrimas corrían fuertemente en mi cara, y mi estomago empezó a doler. Sentí nauseas.

Pude jurar que antes de que el coche se fuera por completo, David me miró a los ojos.
Pero ya saben, la imaginación te hace bromas pesadas.

En ese momento supe, que David jamás me iba a corresponder.

Y también me puse a pensar si valía llorar tanto por un niño que me ve como su perro. No como su perra, porque ese título ya lo ocupan niñas más guapas que yo.

Como un perro que tiene desde chiquito. Y esta vez no lo iba a perdonar. Pero el maldito corazón quiere lo que quiere - aunque suene tan cliché. Yo no le puedo decir " Hola, mira, David es un culo contigo por favor deja de quererlo" y lo peor es que si el no me hubiera besado, yo no tendría este dilemma.

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