¿Quien No Quiere Que Su Crush La Vea Cuando Se Ve Bien?

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" Solo se que todo ha cambiado "

Después del incidente del beso, David estuvo raro por algunos meses. Recuerdo perfectamente que cuando estaba en mi cuarto, en la ventana de enfrente, que daba vista al cuarto de David, el se asomaba detrás de la cortina, justo cuando yo volteaba, él
cerraba la cortina. Se podría decir que yo tampoco me sentía de lo más normal. Es como si alguien a quien consideras tu hermano te besa.

Por las noches yo sola me trepaba en el árbol de la casa. Más que nada, lo extrañaba.

Después poco a poco todo fue volviendo a la normalidad. Pero ese tema siempre iba a estar entre nosotros.

Poco a poco el volvió a la normalidad y me volvió a hablar, se veía que el también me extraño.

Se sentía bien volver a tener a mi mejor amigo. Aunque por las noches me imaginaba que significó para el aquel beso. La imagen volvía a mi mente reviviendo lo qué pasó. No me asustaba pensarlo. Me asustaba pensar que...me gustó.

El verano termino, y para David fue como que nunca pasó nada. Me volvía a ver con ojos de amigo y me hablaba de otras niñas. Ya sabes, las típicas bonitas. Y tú tienes que escuchar todo y no verte súper ardida, cuando en tu mente estás como " quien es esa niña de la que habla, la quiero buscar y matar" pero lo que dices es " Wow!" Sonriendo hipócritamente.

El tenía 13 y yo tenía 12.
Entonces claro, empezó a salir con la niña más bonita de nuestra generación. Sophie.

Ya saben, la típica. Ni para que describirla.
Antes, David y yo nos sentábamos juntos en el camión de camino a casa, ahora Sophie ocupaba mi lugar. También, los viernes por la noche ya no venía David a ver películas conmigo.

Se iba a la casa de Sophie.
Y cada día el me ignoraba más. Y cada día yo lo quería más.
¿Chistoso no? Ese juego de me quiere - no lo quiero, lo quiero-no me quiere.

Pero lo peor de todo, fue el baile de séptimo grado. Desde pequeña David me había prometido que el me acompañaría. Claro, que con Sophie en medio el no me pregunto. Si no, Sebastián. Un chico muy agradable de mi vecindario. Y por el cual todas morían menos yo.

Porque yo moría por otro.

Recuerdo perfectamente que estábamos todos en el parque. Ya era costumbre tener a Sophie cerca. Y obviamente ella me trataba de la mierda.

Momo, ¿ Porque tus papás solo te compran cosas baratas y de mal gusto? - decía enfrente de todos los niños.

Momo, ¿ Acaso lo que traes en tus pestañas es rímel? - Cariño, que tierno que te quieras maquillar. - decía.

Yo, siempre he sido callada. No soy de muchas palabras. No me defendía y definitivamente no decía absolutamente nada. Me tragaba la vergüenza.

Volviendo al tema del baile.
En el parque, David había invitado a sus amigos más cercanos. Sebastián, Max, Pablo y Harry. 

Ellos me trataban muy bien, aunque me veían como a uno de los chicos. Como dije, soy de lo más común.

Me sorprendí mucho cuando Sebastián enfrente de todos llego con un gran cartel, que decía

" Quieres ir al baile conmigo?"
Yo le dije que si y lo abrase.

¡David! ¿No es increíble? Ahora los dos tenemos pareja para el baile. - le dije sonriendo.

Yo no- me dijo secamente.

¿ A que te refieres? - le pregunté.
Prometimos que iríamos juntos. Te prepare algo especial pero ¿sabes que? olvídalo. Eres el tipo de niña que cae a los pies de cualquier tipejo que se le pone enfrente - dijo muy enojado.

Lo que me dijo realmente lastimo mis sentimientos. Yo estaba enamorada de él porque ÉL me beso. Y despertó algo en mi. Empieza a salir con cualquiera y me dice que yo soy la fácil.

Las lágrimas salieron de mis ojos y salí corriendo con mi cartel.

Llego el esperado día del maldito baile.
El lugar se veía hermoso. Mi mamá me compro un vestido azul claro que me quedaba muy bien. Esa fue una de las únicas noches que me sentí cerca a ser " bonita."

Llegando al baile Sebastián y yo bailamos y tomamos ponche. Típico baile de escuela.Quería que David me viera ya que me veía bonita. Y claro, ¿ Quien no quiere que su crush la vea cuando se ve bien?

Lo busque con la mirada y ahí lo encontré.

Ahí besando a Sophie.

Se veían tan bien y cómodos juntos. Me partía el alma. Sentí como mi corazón se aceleró y se rompió al mismo tiempo. Algo que yo no creía posible. Lágrimas corrían en mis mejillas.

Salí corriendo.

Duele. Duele. Duele.

Me quede un tiempo afuera en la terraza.
David salió a tomar aire fresco y me vio.

¡ Momo! ¿ Que te pasó? - me dijo preocupado.

Nada. Realmente nada. ¿ Porque no vas adentro con Sophie? Tú... tu... ¡ Robador de besos! - le grite.

¿ Estas celosa? - me pregunto curioso, con algo que no supe descifrar  en sus ojos.

HOMBRES - susurre y me fui.

Fui al baño de niñas para arreglarme el maquillaje porque seguramente parecía un maldito mapache.

Pero de repente escuche una conversación.

Si, lo tuve que hacer - dijo una voz varonil.
Aparte con Momo, que mala suerte amigo. - dijo otra voz.

Mi corazón dejo de latir y mis manos empezaron a temblar.

Ya se, maldito Harry y sus retos. - dijo la voz.
¿ Y el cartel también lo tuviste que hacer tu? - pregunto otra voz.
No, ese lo hizo David. - respondió al que ahora me di cuenta que era Sebastián. - A la que realmente quería invitar era a Sophie, ella si está buena. - dijo riéndose.

Un impulso loco nació dentro de mi en segundos, y sin darme cuenta camine hacia el baño de hombres y le metí la cachetada de su vida a Sebastián.

¡Eh que te pasa, vieja loca! - gritó el de dolor.
Y si a la siguiente vuelves a jugar retos conmigo , no quieres ver lo que te pasa. - le grite.

Salí corriendo y llorando como loca. No solo me habían dicho fea si no,
fui parte de un asqueroso juego.  Me sentía tan humillada. Solo por una noche quería ser Cenicienta.

Yo realmente pensé que alguien quería pasar la noche conmigo en el baile y que se habían esforzado con el cártel.

El cartel.
El cartel que David hizo.
El cartel que David hizo, que sabia del juego y no me dijo.

Mi David.
Mi David.
Me acababa de apuñalar en la espalda.

Increíble como un hombre te puede hacer llorar 2 veces en un solo día. ¿No?

Con razón el cartel estaba tan feo. ( David tiene letra espantosa) que mal que no se puede decir lo mismo de su cara...

Y después de  ese día me di cuenta que David Hunter no iba a ser solamente, mi mejor amigo, vecino y amor platónico.
También, el dueño de mis lágrimas.

INVISIBLEWhere stories live. Discover now