capitulo 36: Eligiendo un camino, yo cumpliere mi promesa!

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liga kalos cerca del estadio


—¿Ahora lo ves? No existe otro culpable que no seas tú —preguntó AZ con malicia apuntando a serena con su dedo ìondice sin borrar la sonrisa socarrona de su rostro. 

—Yo... ¿Yo cause esto? —murmuró Serena casi en shock— Imposible, esto es imposible... ¡Yo solo quería ayudar! AZ no dudó en echarle en cara lo que serena y él crearon. —Sabes, algo gracioso de los humanos es que nosotros somos capaces de destruir todo a nuestro paso con tal de cumplir nuestros propios deseos, ¿y sentimos algo remordimiento? ¡Claro que no! Nuestro egoísmo siempre será mas grande a eso.

 —¡¡Estoy harto de tener que oír todo este parloteo!!— bramó Satoshi para luego intentar golpear a AZ, pero éste esquivó su puñetazo sin mucho esfuerzo.

 —Puedes lastimarme todo lo que quieras, insultar o dejarme en ridículo, pero si llegas a meterte con alguno de mis amigos, juro que lo pagaras caro La determinación en la voz del entrenador era innegable. Se posicionó frente a Serena mostrando una de las pocas miradas de odio que alguna vez a dado, para después sacar una pokeball.

 —¡Paciencia! ¿O es que acaso ellos ya no te importan? —AZ lo frenó apuntando con la mirada a una ventana, cosa que le produjo miedo al entrenador sumido en una actitud contemplativa. Satoshi no podía creer lo que veía. 

—¿Qué... que demonios es esto? El estadio era un completo caos, decenas de personas con un traje rojo atacaban a los espectadores y entrenadores que se encontraban ahí, algunos lograban defenderse mientras que los que no tenían pokemon solo les quedaban correr. El azabache buscaba sumido en el terror a sus amigos y esperaba que nada les hubiera pasado. —¡¡Serena!! —gritó con todas sus fuerzas esperando una respuesta, mientras el estadio entero luchaba por salir de ahí. 

 —¡¡Satoshi, por aquí!! —para el alivio del muchacho, ella y t odos sus amigos se encontraban a salvo. Ya que todos ellos tenían pokemon con los cuales defenderse, pudieron escapar de todos los que los acechaban.

 —Ya no puedo perder mas el tiempo —dijo el chico apretando los puños—, serena nos vamos de aquí. —La tomó de la mano y corrieron lejos de AZ. 

 —¿Ya se van? ¡Pero si apenas empieza la diversión! —Se quejó AZ sacando otra pokeball— ¡Ve Malamar, y usa rayo psíquico! El pokemon calamar disparó un potente rayo que impacto a Ash tirándolo al piso. —¡¡Ash!! —gritó Serena intentando levantarlo pero es frenada por una gran fuerza psíquica. —Disculpa, pero ¿en qué momento dije que se podían ir? —inquirió AZ caminando a paso lento hacia ellos. 

 —¡¡Déjala en paz!! —exigió Satoshi intentando levantarse, pero al igual que Serena es frenado por el ataque de Malamar que aumentaba la gravedad del lugar donde estaban parados, obligándoles a estar bocabajo. —¿No te lo dije antes? Tú no estas ni cerca de estar a mi nivel —Ash simplemente lo ignoraba. Él sólo veía al Malamar sin mostrar alguna expresión, aunque por su rostro parecía estar contando en silencio. —¿Qué demonios cuentas? 

 —Ciento cuatro, ciento cinco y ciento seis, ¡ahora! —De repente el Malamar es golpeado por un psicocorte. —¡¡Pero qué!! —Reaccionó AZ sorprendido al ver cómo el mismo Absol que dejo literalmente al borde de la muerte logró lastimar a su pokemon. Ash aprovechó ese momento en el que malamar quitó su fuerza psíquica para pararse con todas sus fuerzas, tomar a serena de la mano nuevamente y correr lejos de AZ siendo perseguido por su Absol. 

 —¿De dónde salió ese Absol? Yo no recuerdo que tuvieras uno. —inquirió Serena sorprendida mientras corría junto a Ash y con el pikachu aun en su hombro. —Es mio, es uno de los pokemon que atrape aquí —respondió Satoshi volteándolo a ver—. Pasamos por mucho juntos. —Completó el entrenador sonriendo, dichas palabras de cierto modo pusieron celoso a pikachu, el cuál en respuesta soltó una leve descarga a su entrenador.

Es como verme en un espejo [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora