•One Shoots•

•El amor de mi vida 2 |Skate Maloley❤|

IMPORTANTE LEER LA NOTA DEL FINAL.

***

Desperté más temprano de lo normal, quizá por lo emocionado que estaba. No podía creer que ella me perdonara, no podía creer que ella me diera una segunda oportunidad.

Observé su rostro, parecía un maldito ángel. El miedo se apoderó de mí, miedo de que ella recapacite, se de cuenta que soy una mierda de persona y decida irse de nuevo.

- Buenos días. - su voz adormilada me sacó de mi trance e inconscientemente sonreí.

- Buenos días, nena. - ella sonrió y depositó un beso en la comisura de mis labios.

Eran las 9 am y ambos teníamos un día muy productivo.

- ¿Vendrás conmigo al show? - preguntó mientras se colocaba mi playera y alistaba sus cosas para ducharse.

- Claro, ¿tú vendrás a mi concierto? - asintió mientras caminaba al baño, la seguí, mirando cómo se desvestía de nuevo y abría la regadera esperando a que el agua se templara.

- ¿Vas a quedarte ahí viéndome como idiota o te ducharás conmigo? - dijo sin siquiera mirarme, creo que sintió mi mirada fija en ella. Asentí y quité mis bóxers.

***

Mi chica era un manojo de nervios. No era su primer presentación, pero siempre se me emocionaba de esa manera.

- Me estás mareando - dije burlonamente, viéndola como caminaba en círculos en su camerino - Ven aquí. - la tomé de la cintura, acercándola a mí y colocándola entre mis piernas.

- Lo siento. - me sonrió tímidamente - No puedo evitarlo. - me abrazó y yo le correspondí.

- Lo harás genial, linda. No te preocupes. - besé su cien.

- ¿En serio lo crees? - asentí - Gracias, te amo.

Mi corazón se aceleró ante esa declaración, ¡ella aún me ama! Ahora si, oficialmente era el hombre más feliz de la jodida Tierra.

- ¿A pesar de todo? - pregunté sonriendo como estúpido.

- A pesar de todo. - asintió sonriendo también.

- Te amo muchísimo más, babygirl. - la abracé de nuevo.

Ambos salimos al escuchar que la nombraban, le di un beso y salió al escenario.

Terminando el espectáculo, continuó con los m&g. Yo la observaba desde la parte trasera, tenía que ser cuidadoso, ya que aún no confirmábamos nuestro regreso públicamente.

Amaba verla haciendo lo que más le gusta, ver cómo se emocionaba cuando una fan le daba un regalo o cuando intentaba tranquilizarlas porque lloraban de emoción al conocerla.

Un chico la abrazó y pidió una pose para su foto muy particular, la típica en la que fingían un beso.

Ella se alzó de puntitas y él se agachó un poco, él colocó los dedos en los labios de ella y volteó hacia quién tomaría la foto para preguntar si estaba listo.

Fruncí mi ceño.

El encargado de la foto asintió y ambos posaron, al último segundo el chico quitó ambos dedos y la besó. Muchos grititos ahogados de impresión se escucharon, él mantenía ambas manos en su rostro impidiendo que se moviera.

¡Cabrón!

¡Se supone que ella debía de poner los dedos en los labios de él para evitar esto!