Capítulo 14: Un amigo

Začít od začátku
                                    

- Todo lo que me has dejado dormir – dijo con picardía Naruto – Te prepararé enseguida el desayuno. Supongo que tienes mucho trabajo pendiente.

- Sí, algún caso que quiero terminar cuanto antes.

Esperaron unos minutos hasta que la puerta sonó. Naruto emocionado por volver a ver su viejo amigo, salió corriendo hacia la puerta abriéndola con efusividad. Sasuke sonreía al ver a su novio tan emocionado, hacía mucho tiempo que no pasaba nada nuevo en sus vidas y aquello le gustaba, volvía a ver a su novio emocionado como cuando le conoció. Sin embargo, Deidara miraba atento hasta que consiguió ver un cabello rojizo al otro lado.

Puede que en Japón fuera muy típico tintarse el cabello de colores extraños, el rojo no era algo que le llamase mucho la atención, había visto a gente de su banda llevar ese mismo color, sin embargo, ese chico parecía muy diferente. Su semblante era demasiado serio y parecía tener ojeras bajo sus ojos.

- Cuanto tiempo sin verte, Gaara – exclamó Naruto abrazando a ese serio chico que no supo cómo reaccionar ante esa impulsividad.

- Tú siempre tan efusivo, Naruto – sonó su profunda voz pese a que ni siquiera había reaccionado al abrazo.

- Y tú tan serio como siempre. Venga, entra, he preparado un buen desayuno.

Al introducir el primer pie en aquella cálida casa, Gaara se percató al instante del chico rubio al que no conocía. Era pocos años menor que él, con unos ojos que demostraban una inocencia que hacía años no había visto, sin embargo, sus ojos, que habían recorrido a todo el rubio de pies a cabeza, se quedaron fijos en la pulsera magnética que tenía agarrada a su tobillo. Sin duda alguna, ese chico estaba allí encerrado en arresto domiciliario.

- Lo siento si te incomoda – se escuchó la suave y tímida voz de Deidara dirigiéndose al nuevo invitado.

Puede que Gaara escuchase aquella voz, pero no fue lo que llamó su atención, sino el sonrojo que subió a sus mejillas pese a que apartó la vista y la agachó tratando de defenderse de una posible queja por parte del invitado. Gaara dejó escapar una leve sonrisa casi imperceptible.

- Yo también tuve una de ésas un tiempo – dijo Gaara consiguiendo que Deidara levantase la cabeza de inmediato para observar al chico – De hecho... fui el primer caso que llevó Sasuke.

- Ya te contaremos esa historia en algún momento – sonrió Naruto hacia Deidara – ahora desayunemos o se enfriará.

Los tres empezaron a desayunar tras haber esperado durante diez minutos a un Itachi que no parecía bajar. Al final, Sasuke que llevaba más prisa por irse a trabajar, comentó de desayunar sin él. A mitad del desayuno, Itachi se dignó a bajar, sentándose en completo silencio a la mesa y cogiendo una taza de café.

- Qué mal desayunas – dijo Deidara dando un mordisco a sus tostadas, impresionando al resto de los presentes – deberías meter algo sólido en el cuerpo.

- Es mi desayuno de siempre – comentó Itachi con seriedad y sin mirarle – a estas horas no me entra nada sólido.

Deidara no volvió a pronunciar palabra alguna. Todos se habían quedado absortos ante aquello y sobre todo, Gaara, a quien no pasó desapercibida, en absoluto, lo que allí estaba ocurriendo.

Sasuke apenas tardó unos minutos en marcharse tras su desayuno. Se despidió de todos y salió en busca de su vehículo. Mientras tanto, Deidara recogía las cosas de la mesa ayudado por Gaara y las dejaba cerca del fregadero donde Naruto estaba limpiando. De Itachi, no supieron nada más desde que se encerró en su despacho tras recibir una importante llamada del trabajo. Al finalizar, Deidara limpió la mesa con un trapo dejando que Naruto pudiera ir a trabajar un rato en sus obras de arte. Tan sólo Gaara se quedó allí sentado en la silla frente a la gran mesa, observando al joven.

Perro prisionero (Naruto, Itadei)Kde žijí příběhy. Začni objevovat