Catching Feelings - Justin Bieber y Tu - 2°da Temporada de Fall [TERMINADA]

Capitulo 2: ~Bárbara Palvin~

Estaba acostado en la cama tratando de conciliar el sueño, se acababa de ir la luz y estaba lloviendo así que había prendido algunas velas, escuché la puerta de la entrada abrirse y a los pocos segundos escuché su voz.

   Y como siempre estaba hablando por teléfono, aún estaba enojado con ella así que cerré mis ojos para hacerme el dormido, ella entró a la habitación y escuché cuando se quitaba sus zapatos luego no la oí mas había silencio y yo tenia los ojos cerrados
Sentí cuando se acostó a mi lado y a los pocos segundos la escuché suspirar, su mano se posó en mi espalda acariciándola lentamente, yo seguía dándole la espalda, así que se acercó más a mi y me abrazoí.

 Sentí sus labios sobre mi piel haciéndome estremecer, siguió besando mi espalda hasta llegar a mi cuello y con su lengua lamió mi oreja.
- Amor – susurró en mi oído – ¿Bebé, aun estas enojado? – preguntó sin dejar de besarme, yo no respondí solo me moví un poco quedando boca arriba aun sin abrir los ojos, a los pocos segundos la sentí subirse sobre mi poniendo sus piernas a cada lado de mi cuerpo y besó mi pecho, con su lengua bajó hasta mi ombligo y volvió a subir dando algunas mordidas y poniéndome la piel de gallina, volvió a mi cuello y lentamente llegó a mis labios, con sus manos acariciaba mi pecho, yo gruñí con enojo odiaba que hiciera esto. Tomé sus manos haciéndola detenerse y mirarme: la miré detenidamente y me di cuenta que estaba desnuda así que ella sonrío.

- déjame dormir. – dije enojado, ella sonrío ignorándome y trato de besarme de nuevo pero no la dejé.
- Sabes que odio que hagas esto. – gruñí.
- No se a que te refieres, amor. – dijo mordiendo mi labio haciéndome excitar.
- Que siempre trates de arreglar las cosas con sexo. – susurré con la voz ronca por el éxtasis de su piel, la verdad es que quería besarla asta no poder mas.
- Estas equivocado Drew por que tu y yo no tenemos sexo… tu y yo hacemos el amor. – dijo besándome, rápidamente me moví aprisionándola bajo mi cuerpo, la besé con pasión y salvaje haciéndola gemir, lamió mi pecho y empezó a bajar mi ropa interior.
- Oh Dios, eres una maldita ninfa que vino a excitarme. – dije y ella río, su risa estaba llena de lujuria, besé sus pechos lentamente haciendo que ella se arqueara, y esa noche hicimos el amor duro y salvaje llevándonos al clímax del placer.


Desperté por la luz que entraba por la ventana y llegaba a mis ojos, abrí lentamente mis ojos y bostecé. Miré el reloj al lado de la cama y lentamente me levanté, me puse mis boxer y la miré: ella estaba boca abajo y la sabana solo cubría su trasero y me dejaba ver su espalda, su cabello estaba hacia un lado y ella dormía, sonreí y me acerque a ella así que empecé a dar pequeños besos en su espalda subí hasta su hombro luego a su cuello, a su quijada, sus labios, su nariz, sus ojos y su frente, ella sonrío con los ojos cerrados. Me levanté de nuevo y entré al baño.

Cuando salí de la ducha ella ya se había levantado así que debía de estar en la sala o en la cocina, me vestí para trabajar, acomodé mi corbata mirando mi reflejo frente al espejo, tomé mi abrigo me lo puse y salí de la habitación hacia la cocina y ahí estaba ella preparando algo. Estaba de espaldas y tenia una camisa mía puesta que le llegaba hasta sus muslos, sonreí porque se veía sexy así que me acerqué a ella y la abracé por detrás y di un beso a su cuello.

- Buenos días – susurré, ella sonrío.
- Buenos días señor ogro. – dijo riendo y yo sonreí.
- ¿Ogro? ¿Por qué? – pregunté, ella se dió la vuelta quedando frente de mi con una sonrisa.
- Ah ¿Es que no te acuerdas? – yo negué riendo. – ¿No que estabas enojado conmigo? O es que no te diste cuenta.
- No, es que estaba muy ocupado besándote. – dije mordiendo su labio y ella río, y nos besamos por algunos minutos.
- Amo cuando estas así. – susurró en mis labios.
- ¿Así cómo? – pregunté.
- Así de cariñoso. – dijo besándome.
- Bueno es por que tu celular es el responsable que me enoje. – dije y ella sonrío
- Si, lo siento – dijo haciendo un puchero, yo reí y besé su frente.
- Te amo. – le dije.
- Yo también.
- Debo irme es tarde. – dije mirando mi reloj.
- Esta bien – dijo y besó mis labios, luego tome mis cosas y salí. Subí al ascensor y baje al estacionamiento: ahí subí a mi auto y fui directo a la empresa.


   Entré a la oficina y todos corrían a sus puestos de trabajo, era típico eso ya que yo era el típico jefe duro con sus empleados: no es que fuera por hacerles las vidas imposibles solo que les exigía. Caminé a mi oficina y abrí la puerta, ahí estaba Ana una de las secretarias de la empresa junto a otra chica de cabello oscuro y figura exagerada.