Capítulo 4: El alumno de intercambio

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—Y bien ¿que te parece Tikki? —preguntó. Marinette había pasado las últimas horas construyendo una pequeña casita a partir de la de sus muñecas con las que le gustaba jugar para que las babosas de Eli pudieran dormir y pasarla en ko que él iba a la escuela. —Es hermosa, Marinette. Estoy segura de que a Eli le encantará.

—Ahora sólo queda llevarla. La pequeña casita no se le hizo tan pequeñita cuando la cargo pero aún así bajo las escaleras con cuidado pero cuando empezó a caminar no se dio cuenta que el hilo con el que había cocido el pequeño cojín para que ahí descansará alguna babosa se enredó en sus pies por lo que consiguió tropezar entre escalones.

Eli escuchó los gritos que daba y salió rápido pero cuando llego al origen del problema le cayó encima una casita de madera la que terminó disparada a la izquierda sin daño alguno dejando al chico tirado en el suelo y cuando creyó poder levantarse Marinette ya estaba sobre él— hola otra vez —la chica de las coletas estaba apenada y él no pudo evitar reírse. Ambos se levantaron y rieron más—.

–¿No te lastimaste?

—Oh no para nada, yo siempre me caigo —«igual que Pronto»—, ya es algo común —la chica levantó y le entregó la casita que llevaba cargando antes de caer— ten, esto es para tus babosas. Aquí podran tener un lugar para estar y dormir. —Wow ¿tú la hiciste? —preguntó con entusiasmo. La casita era muy cool para Eli, estaba ansioso de dársela a sus babosas pero aún no podía creer cuanta creatividad tenia Mar para crear todo amoldado para una babosa. —Cool.

–Sí, yo la hice sólo ocupe mi antigua casa de muñecas y la remodele para comodidad de tus babosas.

–Es súper cool Mar, tienes demasiada creatividad y talento para estas cosas. De verdad gracias les va a encantar sin duda alguna.

–Fue un placer.

–Bueno iré a dejarla para que pueda terminar de pasar mis apuntes. Nos vemos mañana Mar.

–Buenas noches.

Marinette se fue satisfecha y contenta por la positiva reacción que tuvo Eli al ver su trabajo.

La noche se pasó muy rápido y cuando menos se lo espero ya eran las 6:15 am. Al menos había podido levantarse con su alarma y no con la voz de su mamá diciendo que las clases habían iniciado hace ya tres horas.
Cuando bajó se llevó una sorpresa, Eli ya estaba desayunando y cambiado casi con la mochila en mano para irse, mientras ella aún estaba en pijama buscando un tazón para servirse cereal.

–Buenos días Marinette.

—Hola Eli —dijo entre bostezos—. Espero que sea un buen día.

–Tus libretas están ahí en la mesita de café. Gracias por prestarmelas.

–No hay problema ¿les gustó la casita a tus babosas?

–Les encantó, algo me dice que se durmieron hasta tarde jugando en la casita.

–Jaja ¿por qué lo dices?

—Por qué hace como 15 minutos se dejaron de escuchar sus risas y empezaron los ronquidos —Marinette volvió a reir. Notó que ahora su nuevo amigo llevaba unos pantalones raros color gris «jamás había visto una tela así», una playera blanca con sus habituales botas y guantes, agregada una chaqueta negra. —Sí que se ve bien —susurró. —¿Qué? —sus mejillas se tornaron rojas. —Eh... —¿Marinette? —¿Si? —¿Te pasa algo? —No, ¿por qué lo dices? —Porque te quedaste mirándome fijamente por tres minutos sin decir nada —las mejillas se le tornaron del color del cabello de Nathaniel. —Ah, no para nada. No me pasa nada. Estoy bien. —Bueno entonces ¿nos vamos? —¿Qué? Pero si apenas son 6:15 am. —En realidad son 6:51 y la primera clase inicia a las 7:00. —¡No puede ser! Aguarda un momento, iré a cambiarme.

Estudiante de intercambio. [MLB/Bajoterra]Where stories live. Discover now