CAPITULO 8 Convivencia. Parte II

646 44 12
                                    


---Ryu---

Kaoru es un hombre impresionante.

Es tan atractivo, alegre, es...


Simplemente es perfecto.

Estoy enamorado de él.

Todo su ser es encantador.

Lo amo.

Aunque...

Él jamás se enamoraría de mí.

Ya tiene pareja.

Y se ve que está muy enamorado.

Conozco a su pareja.

Es un castaño.

Ya ha venido a este bar un par de veces.

Se ven bien juntos.

Aunque no me agrada mucho ese chico.

Se pone muy tímido.

Cada vez que Kaoru lo besaba o tomaba su mano se alejaba.

Si yo estuviera en su lugar, aceptaría cualquier muestra de amor.

Lo besaría y dejaría que me hiciera mimos.

Que me tratara con amor.

Ese chico...

No aprecia cómo debe de ser a Kaoru.

Si fuera su novio le daría todo mi amor a cada minuto.

Qué envidia le tengo.

Realmente...

Tiene la fortuna de estar con Kaoru.

Quisiera poder conquistarlo.

Además...

Él se marchó.

No debió dejarlo solo.

Una pareja debe estar juntos.

¿Tanta prisa tenía con irse?

¿Tendrá un amante?

Regularmente cuando esto pasa es porque tiene un amante.

¿Le estará poniendo los cuernos?

Pobre Kaoru.

Espero que no sea así.

Él no se lo merece.

Aunque...

¿Estaría mal querer conquistarlo?

Creo que sí pero...

No puedo controlar mis sentimientos.

Después de unas copas más Kaoru se marchó.

Quería acompañarlo pero...

No quiero verme tan urgido.

Realmente...

Me gusta mucho.

Debo pensar.

Pero de algo estoy muy seguro.

Yo voy a conquistarlo.

Voy a enamorarlo.

Lo siento Hiroki.

Pero tú lo dejaste solo y no te lo mereces.

Yo le voy a demostrar mi amor.




---Shinobu---

Miyagi fue a preparar los caballos para empezar la carrera.

No sé porque se me habrá ocurrido.

Solo quiero divertirme un rato.

Olvidar lo que soy.

Y sentirme libre.

Sin esas ataduras de la eternidad.

Olvidar mi naturaleza.

Sentirme "vivo" de nuevo.

Las palabras de Miyagi aún siguen en mi mente.

Están tan presentes.

Me ama...

A un ser inmortal.

A un ser que puede acabar con él.

Un asesino por naturaleza.

Un depredador feroz.

No quiero lastimarlo.

No me lo perdonaría.

Miyagi es tan especial.

Su sangre es tan deliciosa.

Me hizo sentir tan vivo.

Su cálida sangre pasar por mi garganta

Llenándome por completo.

Tengo miedo.

Miedo a no controlarme.

A lastimarlo.

No quiero.

Él para mí...

Para mí es...

-Aquí están los caballos. –comento.
-Ok, -sonreí- gracias.
-No tienes nada de que agradecer joven Shinobu.
-Solo dime Shinobu.
-Así será. –sonrió.

Me ayudo a subir al caballo y él subió al suyo.

-¿Listo? –pregunte.
-¿Cuál es la meta?
-La tienda de ropa.
-Me parece bien.
-Él que pierda hará lo que el ganador le pida. –comente.
-¿Enserio?
-Sí.
-Supongo que está bien. –sonrió.
-En ese caso, -reí- ¡¡Ya!!

Comencé a cabalgar siendo seguido por Miyagi.

-Eso es trampa Shinobu-chin.
-Nadie dijo que sería justo. –reí.
-¿Enserio?
-Síp.

Seguí cabalgando con rapidez hasta que me di cuenta que lo había perdido.

Sonreí de solo imaginar en lo que diría que hiciera.

Tal vez vestirlo graciosamente o no lo sé.

Cuando vi la tienda, apresure al caballo para llegar, pero...

Miyagi apareció por otro lado y sonrió.

-Gane.

Me quede sorprendido y por inercia voltee atrás.

-¿Cómo es que...?
-Conozco este lugar como la palma de mi mano.



----Nowaki----

Maldito Lestat...

¿Acaso no entiende?

Hiroki es mío.

Yo lo vi primero.

No dejaré que nadie me lo quite.

Y menos un parásito como él.

Maldita sea.

Odio que eso pase.

Hiroki solo debe ser para mí.

Es mi platillo principal.

No es como si estuviera enamorado.

Jamás.

No dejaré que me vean la cara de nuevo.

El amor solo es una basura.

No vale para nada.

Simplemente una idiotez.

No voy a confiar en eso.

Ya no.

Eso es para débiles.

Y Hiroki solo es...

Solo mi presa.

Estos latidos de mi corazón solo son porque me muero por tomar su sangre.

Porque realmente es el tipo de sangre que busco.

Tan deliciosa.

Su aroma es el mejor.

Es mi presa.

Y como tal...

Debo protegerlo.

Y más de los idiotas como Lestat.

Camine hasta la habitación de Hiroki y cuando iba a tocar la puerta escuche su voz.

Agudice lo más que pude mi oído y escuche su conversación.

Siento un calor infernal recorriendo todo mi cuerpo.

Mis manos las vuelvo puños y saco mis colmillos.

El odio se apodera de mi ser.

Está hablando con ese que tiene por pareja.

Ese hombre.

O no...

Hiroki es solo mío.

Maldita sea.

Odio sentirme así.

Me molesta.

No quiero que nadie se le acerque.

Hiroki solo es mío.

Cuando escuche que la llamada termino me atreví a tocar la puerta.

-¿Sí?
-Hola Hiroki. –sonreí cuando abrió.
-N-Nowaki.

Empecé a emanar un aura de seducción.

-¿Cómo estás?
-Bien. –murmuro sonrojado.

Lo tome del mentón y lo obligue a mirarme.

-Hiroki.
-...
-Me gustas.
-N-Nowaki.

Coloque mis labios en los suyos.

Entre en su habitación y cerré la puerta.

Mi poder de seducción está haciendo efecto.

Pero...

Yo me siento diferente.

Estoy reaccionando ante el beso.

Además...

Parece que...

Yo...

Estoy cayendo ante mi poder.

-E-Espera Nowaki.
-Hiroki, permíteme hacerte mío.

Él se sorprendió y me miro.

-E-Esto no...

Lo vi flagelar y me acerque a su cuello.

Lamí un poco y él jadeo.

-No recordarás nada de esto mañana, así que permíteme hacerlo.
-...

Enterré mis colmillos en su cuello y probé esa deliciosa sangre.

-Ahhhgg. –gimió.

Tan delicioso.

Su aroma, sabor, todo...

Mío.

Más, quiero más.

-N-Nowaki.

Succiono su sangre y él se aferra a mi espalda.

Dulce.

Tan dulce y delicioso.

Realmente.

Este es mi platillo principal.

Aunque ahora...

Quiero marcarlo de otra forma.




---Yokozawa---

Me desperté a medio día y vi a Zen abrazándome a su pecho.

Él es muy cálido.

Su cuerpo es tan caliente a comparación del mío.

Lo miro y veo que tiene sus rasgos finos.

No puedo creer que sea un hombre lobo.

Y más aún que me tomara.

Se supone que somos enemigos por naturaleza.

Maldición.

Este idiota.

Hace que sienta cosas raras.

Jamás me he enamorado.

Nunca pensé en tener una pareja.

Pero él...

Me aparte de Zen y me coloque mi ropa.

Baje a la sala donde vi a Yasuda mirando un libro.

-Takafumi
-...

Él se acercó con súper velocidad y me cargo.

-¿Qué demonios haces?
-Mi amado, ¿Dónde estabas?
-B-Bájame ya.
-¿Te pones tímido?
-Idiota.

Él me bajo y coloco sus manos en mi trasero.

-PERO QUE RAYOS...
-Tan redondito como me gusta.
-SERÁS...

Me acorralo en la pared y mostro sus colmillos.

-Te recuerdo que eres mío.
-No lo soy...
-Ya lo dijeron los altos mandos.
-VETE A LA MIERDA.
-Eres mío y...
-NO LO TOQUES, -gruñó Zen con todas sus fuerzas- ES MIO Y SOLO YO PUEDO TOCARLO.

De un brinco Zen salto desde las escaleras hasta llegar a mi lado.

Me coloco detrás de él y soltó un gruñido.

-T-Tú no eres uno de nosotros, -se sorprendió Yasuda- tu eres un...
-Sí, -sonrió siniestramente Zen- soy un hombre lobo y este vampiro es mi pareja, quien me va a dar a mis cachorros.
-Imposible.
-SUELTAME ZEN.
-¡¡¡NO!! Este chupasangre maldito debe de comprender que eres mío.

Sus rasgos lobunos comenzaron a aparecerse.

Un par de orejas cafés.

Su mirada se hizo más oscura.

Y unos colmillos blancos aparecían en su boca.

-C-Cálmate un poco Z-Zen.

Yasuda se puso a la defensiva y le mostro sus colmillos.

-¡Yasuda!

Ambos se miraron y de un momento a otro, aventé a Yasuda hacía la puerta, donde la atravesó y cayó en un árbol.

-Zen, por favor, relájate ¿quieres?

Él no me hacía caso, así que lo tome del mentón y lo besé.

Él se sorprendió y sus rasgos desaparecieron.

-Sabía que me amabas osito.
-MUERETE MIL VECES KIRISHIMA.
-Hai, hai.  

Prisionero del Tiempo (Nowaki x Hiroki)Where stories live. Discover now