Ahí fuera, el aire refrescaba su caliente cuerpo, que había ganado temperatura durante la práctica de hoy, sin embargo, siempre que los nervios se veían presentes, no podía evitar que su cuerpo temblara un poco. Las preliminares de la Intercolegial iniciaban mañana, y, sin duda que de todas, ella parecía ser la más nerviosa.

El gimnasio de los chicos seguía en movimiento, podía notarlo desde afuera, los chirridos que las zapatillas hacían contra el suelo, los estruendosos balones al ser golpeados, los gritos de emoción de los chicos... Todo eso hacía notar que ellos estaban muy enfocados en el torneo de mañana.

Akari tocó la puerta antes de abrirla.—¡Con permiso!— Dijo, gritándolo para todos, advirtiendo de su presencia ahí.

—Akari-san— La hermosa manager de tercero la recibió—. Es bueno verte.

La chica sintió sus mejillas calentarse al verla ahí.—¡Shi-Shimizu-senpai!—. La saludo, haciendo una reverencia, la mayor le dedicó una bonita sonrisa en respuesta.

—¿Necesitas algo?

—Etto... Michimiya-senpai me mandó por unos balones extras que había prestado a los chicos... Eh...

—¡Ah, si! Sígueme por favor.

Shimizu la guío más adentro del gimnasio, exactamente, al lado de donde Ukai-san se encontraba arbitrando.—¡Bien, tengamos un pequeño tiempo fuera, descansen un poco!

—¡Us!—Asintió el equipo, corriendo a donde las chicas estaban, en busca de sus botellas de agua.

Nishinoya fue el primero en advertir su presencia.—¡Akari-san!— Saltó a su encuentro, con destellos y un aura rosa saliendo de él.

—Nishinoya-senpai, te ves muy bien—. la chica saludó, sonriéndole con timidez. El chico, se abrazó a sí mismo, halagado de los dichos de la chica.

—¡Akari-san, te ves muy linda con tu ropa deportiva!— Añadió Tanaka.

—¡Ryu tiene razón, Akari!—La chica enredó sus dedos entre su corto cabello, como siempre, sonrojada de los cumplidos que los chicos le hacían.

—Gracias, chicos—. Pronto, los demás también la notaron, y no tardaron en darle la bienvenida.

—Al fin vienes a visitarnos, eh.— Le recriminó el capitán con una sonrisa en el rostro—. Haz dejado de hacerlo.

—Gomen Daichi-san, las chicas también hemos tenido largos entrenamientos.

Daichi palmeó su espalda—. ¡Lo sé, lo sé! Pero deberías venir más seguido.

—¡Lo haré!— Prometió, sintiéndose mal por no haber ido antes. Ukai-san bajó del lugar correspondiente al árbitro y se colocó a su lado.—Ah...Ukai-san.

—Los chicos tienen razón... Hace mucho que no pasabas por acá, Akari.

—¡¿Usted también??—Cuestionó, aquello la hacía sentir más culpable.

—Vamos, vamos—. Sugawara intervino—. Déjense de eso, la harán sentir mal—. El chico la tomó de los hombros, ampliando la bonita sonrisa que siempre adornaba su rostro.

—Akari-san vino a recoger unos balones que el equipo femenino nos prestó—. Avisó Shimizu, cortando la atmósfera.

—¡Ah, cierto! Michimiya me ha dicho que pasarían por ellos—. Daichi dijo—. Están por acá.— El #1 caminó hacia donde los balones se encontraban. Arrastrando el carrito hacia donde Akari estaba.—Aquí tienes.

—¡Muchas gracias, Daichi-san!

—Pero... ¿No será muy pesado que Akari lo llevé sola?— Inquirió Asahi, con más preocupación de la que hubiera imaginado.— Puede hacerse daño ella sola.

El Regreso de una Prodigio [Haikyuu!!]Where stories live. Discover now