Capítulo 4

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—¡Akari-senpai!— Llamó su pequeña kouhai animadamente, corriendo hacia ella.

El equipo la seguía detrás, emocionadas de ver a su vice-capitana de nuevo y ansiosas de darle la buena noticia.

Llegaron hacia ella, pero al ver la expresión apagada en el rostro de la mayor todas disminuyeron su paso y dejaron de correr.

—¿Akari-senpai? ¿Qué sucede?— Preguntó nuevamente la pequeña.

Ella no pudo mirarlas a los ojos, no tenía el suficiente valor de afrontar lo que acababa de pasar.— Y-Yo...

—¿Akari?— Preguntó Yoshida.—¿Q-Qué...?

Cada una de las chicas miraba a su vice-capitana, era imposible no notar que algo la estaba lastimando profundamente.

Akari respiró hondo. Poco a poco, fue tomando un poco de valor para mirarlas a los ojos. Pero requirió más del que se hubiera imaginado.

—¿Ganamos el partido, eh?— Sonrío, intentando reducir la tensión que había ocupado lugar entre ellas. Un vano esfuerzo.— Ustedes son geniales. Jamás me lo hubiera imaginado. Todas hicieran un gran trabajo, dieron su mejor esfuerzo, me siento orgullosa.

Las chicas comenzaron a sonreír, ellas sabían que su vice-capitana no lo decía de broma.

—Akari.— Dijo Yoshida.— Tu nos diste el último punto. Todo fue... Gracias a ti.

Akari cerró los ojos.— Y-Yo... Tengo algo que decirles.—Levantó la vista, nadie habló, todas se callaron esperando a que la mayor dijera lo que tenía que decir.—Mi tobillo..., está roto. El doctor dijo que...— Fue entonces cuando, nuevamente, todas la miraron a los ojos. Está vez, temiendo que lo que iba a decir fuera lo que ya todas sospechaban.— Tardaría mínimo tres meses en sanar. A-A sí que...

Trató de mirarlas, pero ahora eran ellas las que evitaban hacer contacto con Akari. Los ojos de las chicas se cristalizaron, intentando evitar que las lágrimas salieran.
Akari les sonrío.—¡Cuento con ustedes en el partido de mañana! ¡Las estaré animando desde la banca!

——

Esa mañana se sentía más ligera.

—¡Buenos días, Akari-san!— Dijo Yamaguchi, sonriéndole desde su asiento.
—Hola.— Dijo el rubio a su lado, sin despegar la vista de su libro.

—¡Buenos días!— Los saludó a ambos.—¿Qué tal su mañana?

Yamaguchi se movió hasta quedar frente a ella.—Todo bien, gracias... Oye, Akari-san-

—No es necesario que agreges el 'san' Yamaguchi ¿somos amigos, no? Sólo dime Akari.

Yamaguchi se sonrojó.—A-Akari, ¿aún no te has unido a algún club?

La castaña bajó la vista, no quería hablar mucho del tema.— No creo que... Deba.

El pecoso frunció el ceño.—¿No debes? ¿Está bien si pregunto porqué?

—Y-Yo...— Movió su vista al chico.— Si te lo cuento entonces puedo considerarte verderamente mi amigo ¿cierto?
—¡S-Si! Puedes contarme. Además, ya lo has dicho ¿no? Somos amigos.

Akari sonrió.—La verdad es que yo no debo practicar deporte. O sea que sí puedo pero no debo.— Admitió.

El chico quizá no entendía del todo, ella parecía ser del tipo que le gustaba jugar algún deporte, del tipo que le gusta moverse. Así que decidió seguir escuchándola.

El Regreso de una Prodigio [Haikyuu!!]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin