Oh Harry.

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Capitulo 55.
/Parte1/

Harry’s POV

“Pelea de chicas!”

Niall se animó considerablemente, inmediatamente mirando hacia todos lados para ver donde la pelea estaba tomando lugar. Al no tener éxito se centró de nuevo en su cerveza insatisfactoriamente. La calma en la conversación no duró mucho, el vibrante azul ganaba curiosidad.

“Hey, amigo, ¿Dónde está Bo?” Preguntó un poco perplejo.

La deje en la piscina con Louis, insistiéndole que tuviera un ojo en ella mientras yo me ausentaba. Había esperado el momento en que tuvieran una oportunidad para hablar. Sin embargo, el estado de intoxicación de Louis probablemente dictaría una discusión más inclinada a informar a la gente sobre el color de sus calcetines que algo de mayor profundidad. El es incluso un poco más amenazador cuando se le ofrece un vaso lleno.
Niall siguió observándome con impaciencia esperando mi respuesta. Sus cejas se levantaron en cuestión, una solicitud. Fue un empujón que olvidé hasta que un hombre sin aliento irrumpió en el ambiente informal. Su cabello era un desastre y la camisa que llevaba parecía estar abrochado en un orden bastante extraño con restos de bebida derramada en la parte delantera.

“Hey, vamos, hay unas chicas al fondo del jardín yendo por ello!”

El desconocido se retiró por donde había venido, derrapando al azar sobre el suelo laminado y las 
puertas dobles en la noche.

Mierda.

Seguro que no, no Bo, ella la persona menos propensa a estar presente en una pelea. No podía ser ella. Pero esa intranquilidad no dejo de escarbar en mí hasta que me levantó del sofá e hice un guión en las puertas francesas en la parte trasera de la casa. Niall estaba justo detrás de mí, corriendo a través de la cubierta y escaleras abajo. La piscina estaba en la parte trasera del jardín, entre las pequeñas reuniones de los que asistieron a la fiesta. Hicimos el camino como si fuéramos una ambulancia cumpliendo sus servicios.

“Bo!”

Mi corazón se desplomó cuando la identifiqué difícilmente mientras ella estaba parada sólidamente al lado de Hayley en una posición protectora. Hubiera experimentado una estatura comparable antes, recordando el momento en que me había protegido contra una pared cuando apenas podía soportar. Un poco pequeña pero eficaz al momento de bloquearme, impidiendo que mi cuerpo recibiera un ataque continuo de violencia. Prácticamente me hubiera llevado de vuelta a su casa esa noche. La noche que le dije sobre mi padre.

A medida que nos acercábamos era más fácil ver la situación panorámica que se llevaba a cabo. Estaban atrayendo a un público cada vez mayor de espectadores sedientos, las tres chicas intercambiaban palabras acaloradas. No pude reconocer a la tercera, ella era más alta, pero no por mucho, su estatura se elevaba solo por los tacones en los que se tambaleaba. Y aún más cuando se lanzó hacia adelante.

“¡Vamos por ella!” Gritó Hayley.

Un puñado del pelo de Bo fue tomado, tirando de ella en un intento de dividir la alianza entre ella y Hayley. En el momento que llegue al anillo de audiencia que las rodeaba, las uñas ya habían dejado marcas en la piel. Había visto numerosas peleas de chicas las noches que salía, pero nunca llegaron a los golpes, a lo mucho se sumaba un hormigueo rosa en la cara por una bofetada. Y casi siempre fue por un chico mentiroso que creía que podía tener suerte con dos chicas a la vez.

Fue todo algo irreal, no estaba muy seguro de como podía tornarse tan furioso, especialmente con Bo en medio; su pelo estaba literalmente en el puño de la mujer agresiva. Luche a través de la pared de gente mientras gritos se escuchaban del interior del anillo de personas.
Una mano fue estrechada contra mi hombro pero la 

saque de inmediato, solo por la fuerza de aplicar momentos de autoridad posteriormente. Pronto descubrí al dueño de la restricción no deseada y lo empuje lejos.

“Déjalas pelear.” Se quejó, su aliento apestaba a mezclas de alcohol.

Por supuesto que quería una pelea de chicas, no había nada más entretenido para una pandilla de chicos que tener hembras potencialmente rasgándose la ropa a las otras mientras gritan en competencia.

“Atrás.” Escupí.

Su cuerpo fornido retrocedió cuando me identifico. Durante el último par de años se convirtió en una especie de regularidad que la gente se encogiera en mi presencia. Las historias vuelan rápido cuando dejas a otro tirado en el piso una noche.

Mi lucha por alcanzar a Bo continuó, codeando los cuerpos que eran un obstáculo en mi camino. Hayley había tenido problemas para soltar el agarre que la chica tenia sobre Bo, pero al parecer ella no necesitaba mi ayuda. Mi chica había planteado su antebrazo para desviar las garras maliciosas que pretendían dañar la piel de su cuello. Resultó como una distracción útil suficiente para que Bo atornillara su mano derecha en un puño e hiciera un impacto solido en el medio de la chica. Se dobló a su alrededor, agarrándose el vientre mientras soltaba las hebras de cabello oscuro de sus dedos debilitados.

Me enfermó como la reunión bulliciosa pareció reaccionar con fuerza, animándolas. Había tenido suficiente de esto.

“¡Fuera! ¡Muévanse!”

Los últimos rostros de ojos grandes se dispersaron, me bastaba con los testigos de la chica recibiendo una fuerte patada en la espinilla. Ella se adelantó para darle un golpe a Bo en la cara, pero Hayley se puso entre ellas desinteresadamente, recibiendo el golpe para luego tambalear.

Agarre a Hayley alrededor de su cintura acercándola a mí antes de asegurar mis dedos en el material del cardigan de Bo. Ella trato de resistirse desesperadamente de que la atrajera hacia mí, luchando en la fuerza que ambos ejercíamos. Su carácter obstinado se estaba mostrando muy claramente, frustrado por haber sido obstaculizada en el progreso de la situación.

“Bo.”

Cuando tuve un buen agarre en su ropa, tiré de ella más fuerte, golpeando el equilibrio de Bo obligándola a tambalearse hacia mí. Surgió la oportunidad y la agarre, a punto de perder a Hayley en el proceso de mantener a Bo pegada a mi lado derecho. Se mostro optimista con respecto a mí.

“Aléjate!” Gritó.

Los dedos con garras clavadas en mi piel, frenéticas por escapar. La había visto plagada de emoción antes, pero ese evento había sido mezclado con lágrimas y sollozos. Esto era diferente, estaba de verdad enojada.

“Bo, cálmate.”

Cada brazo estaba enrollado alrededor de cada chica, se hizo más difícil controlar la situación ya que el par estaba determinado a sacudir mi agarre para lanzarse hacia la hembra contraria. No reconocí al tipo que había intervenido, pero supuse que era su novio por detenerla de forma similar.

Íbamos a terminar en el suelo si la guerra a tirones continuaba.

“Niall, no puedo sostener a las dos!”

Tenía los ojos abiertos, sin saber que hacer mientras parte del público siguió presionando. Nunca había sido un tipo de confrontaciones, siempre con una sonrisa en el rostro y una anécdota tonta para la población. Pero no esta noche.

Me alegré mucho cuando Tom se acercó rápidamente, teniendo a Hayley y disminuyendo mi carga. Pero había flaqueado mi atención con respecto a mi otro rehén renuente.


Bo’s POV.

Perra. Seguía sonriéndome. Perra sin invitación.

Mis puños se cerraron una vez más, dispuestos a golpear la mirada satisfecha de su cara. Hayley se fue, pero sabía que ya estaba a salvo. No estaba completamente segura de quien nos había agarrado para romper la pelea, ya que la mayoría estaban más que contentos de ver. Sin embargo, a juzgar por la sensación del cuerpo pegado a mi espalda, era un hombre. Su brazo derecho fuerte, pero el sistema de seguridad estaba lejos de ejercer su pleno potencial.

Un deslizamiento de dedos fue todo lo que necesité. Un “omff” sin aliento hinchó detrás de mí, lo más probable es que el árbitro de nuestra pelea se hubiera situado de un golpe en el césped. Solo tomó segundos para llegar adelante y plantar mis manos en los hombros de mi competencia. La mirada de asombro brillo en sus ojos, sustituyendo lo que antes había en ellos, algo de tranquilidad arrogante. No le pegué, en vez opté por un camino que algunos podrían pensar que era infantil, pero realmente no me gustó su vestido. Fue extrañamente satisfactorio observar como mis esfuerzos peligrosos eran recompensados.

Tanto ella como su novio se sumergieron en la piscina. Surgieron del agua aturdidos y escupiendo agua por sus bocas. El maquillaje de ojos estaba derramado en sus mejillas con manchas negras y le sonreí desde el borde de la piscina.

Cuando me volteé todos aplaudieron e hicieron mucho ruido, la gente gritaba y me felicitaba por alguna extraña razón. Entretenimiento aparentemente. Mi felicidad no duro tanto como yo esperaba, mi atención desviada a una sola persona.
Harry estaba en el suelo, jadeando salvajemente y mirando mas desconcertado de lo que jamás lo había visto, rivalizando el momento en que le confesé mi amor por él y luego huyó.

Su gorra fue sacada de su cabeza, su cabeza fue empujado hacia atrás para luego volver a su posición inicial. Los cordones de sus zapatillas Nike gris se habían soltado de donde habían sido cómodamente mentidas. Sentado en su trasero, las rodillas flexionadas y las manos sosteniendo su peso detrás de él.

En mi acercamiento ofrecí mi mano, la que tomó casi de inmediato. Me sentí como un niño desobediente cuando Harry me miró con desaprobación. La mano sin ser liberada sirvió como guía para llevarme donde Harry pensó que era el lugar apropiado para tener una conversación. Se decidió por un área pavimentada algo cerrada, ideal para entrar en mí con palabras regañadoras.

“¿Qué mierda pasó?”

La primera acusación fue la que mas afectó, lo que implicaba que tenía una opción en la materia. Yo solo hice lo que cualquier otra persona hubiera hecho.

“Ella estaba siendo horrible con Hayley, no iba a cerrar su boca. Ella ni siquiera estaba invitada y cuando Hayley le dijo que se fuera, ella casi la empuja al suelo, Harry.”

No estaba convencido, con el pulgar y el índice apretando el puente de su nariz mientras escuchaba mi recital. Yo era consciente de la semejanza que retrataba una disputa en un parque infantil; el dijo, ella dijo, una disputa sobre quién empezó el problema.

“Así que la golpeaste?”

“Ella empezó!” Casi grité con el riesgo de sonar como una niña mimada.

Su cabeza se sacudió en negación haciendo casi omiso a mi objeción.

“Deberías de haberme llamado si había un problema.” Explico.

Unas arrugas se formaron entre sus cejas, pero no fueron síntoma de enojo, sino de inquietud. Sus ojos se suavizaron, bajando la cabeza para tenerme en una manera más intima que antes.

“No vas a estar ahí todo el tiempo, tengo que hacer algunas cosas por mi cuenta.” Le expliqué.
Tomó mi mano delicadamente, frotando su pulgar contra mí con dulzura.

“Entiendo eso, pero no te quiero peleando, con nadie.”

“Eso es un poco hipócrita, ¿No te parece?”

Estaba dispuesta a tirar mi mano de la suya. Harry mantuvo la voz firme, preparado para elevarlo. Me sorprendió lo bien que estaba reinando las emociones que podrían haber conseguido lo mejor de las circunstancias.

“Estoy entrenado para dar y recibir golpes. Es parte de mi trabajo, no del tuyo.”

“Tú fuiste el que me enseñó a hacer eso,” Hice un gesto a la zona en la que el escandalo había tenido lugar “para defenderme.”

Al parecer, el estado no civilizado de las cosas se había calmado, las personas volvían a beber y las conversaciones era de un carácter más informal.

“Bo, le diste un puñetazo en el estómago.” Harry casi suspiró.

Mierda. Realmente no podía proclamar que fue en defensa propia, un hecho que había estado tratando de sostener en marcha a mi caso. Le había dado una patada en la espinilla, esperaba que se le hiciera un moretón.

“no sabía que habías visto eso.” Moví incomoda los dedos de mis pies. “Pero bueno, me acordé de mantener el pulgar fuera de mi puño, como tú me enseñaste.”

Mordí el interior de mi mejilla mientras miraba tímidamente a Harry. Estaba luchando contra una sonrisa, y cuando estalló, mi estomago se volteó. Me sorprendió oír su risa áspera, la captura de su garganta mientras me daba vueltas en un abrazo aplastado.

“buena chica.” Elogió, besando la parte superior de mi cabeza. “Eres algo más, Bo.”

Aplasté mi mejilla derecha contra su pecho, dándole la bienvenida al sonido de su vibrante y grave voz y los golpes de un órgano vital. Me había dicho incontables veces la influencia que tenía yo sobre las acciones de su corazón, y me lo había dado. El lado izquierdo era mío; dijo que podría sobrevivir con solo el lado más pequeño, el derecho, mientras yo lo mantuviera a salvo.

No creo que él se daba cuenta de lo poco que estaba viviendo. Un pequeño pedazo de mi corazón era para mí, el resto para él, bajo su guardia. Yo confiaba en el.

“Sabes que podría recibir los golpes por ti, me pararía al frente y tomaría lo que fuera que venga.” Indicó.
Quería decirle que no tenía por qué; no quería estar encerrada como una pequeña princesa en una torre, protegida por una armada de un hombre. Yo me pararía con él, tomaría su mano y podríamos combatir los dragones juntos.

“No sentirías nada.” Harry admitió en un aliento, prometiendo en un susurro.

Sentí un confort prodigioso como ningún otro después de esas palabras. No conocería a nadie que me mantuviera a salvo y me contendría incluso antes que al mismo, aparte de mis padres. Y Harry continuaba yendo más allá de cualquier expectativa que tenía.

Un movimiento en los arbustos hizo que levantara mi cabeza del pecho de Harry. La mano que de repente tocó mi hombro me tomó por sorpresa, y mantuvo a Harry atento antes de empujar el borracho contacto.

“Acabas de elevar súbitamente mis expectativas.” Louis admitió enérgicamente. “Joder, eso fue increíble!”

Una vez que lo había visto, el sonrió tan exageradamente que pensé que iba a romperse su cara en dos. Había un espíritu feliz innegable en él, algo que te haría sonreír en cualquier momento. Bueno, a lo mejor no en el caso de Harry.

“Louis” Harry apretó sus dientes. “Se suponían que tenias que tener un ojo en ella.”

“Lo hice,” hizo un gesto con su cerveza. “La estaba animando y lo estaba haciendo estupendamente, viste como Bo la destripo solo de una vez?”

El líquido que se escapo de la botella de Louis estuvo a punto de dar con Harry pero dio un paso lateral hacia mí. El instinto me llevo a cogerle un brazo para darle equilibrio.

“Maldita sea Lou, cuando has bebido?”

“Me dijo que prendiste fuego a un auto.” Intervine.

“Jesús” Harry dijo dolido, ojos cerrándose fuertemente y continúo a maldecir en voz baja.

“y que te encubrió.” Señalé.

Louis rió tímidamente, su conocimiento de la situación hizo que Harry entrara un poco más en cero, pero el chico no podía mantener la boca cerrada.

“no te preocupes amigo, no le dije de las quad-bikes (un tipo de moto) que testeamos en el campo de golf.”

Harry casi se cae sobre si mismo mientras se transportaba hacia adelante para plantar una mano firmemente sobre la boca de Louis.

“Porque no vienes con un botón de apagado?” Se quejó.

Su palma se escabullo mientras Louis decía un “Lo siento” algo sofocado.

“Tuviste una quad-bike?”Le pregunté en agradecida sorpresa.

“Umm” Harry golpeaba ligeramente su pie en la grava mientras Louis hacia su descoordinado escape, saltando la cobertura y corriendo lejos. “Ellas emm, ellas no eran exactamente de nosotros.”

“Las robaste’”

Era cada vez más y más consciente de que Harry no solo participaba en agresivas confrontaciones adolescentes. Sonaba mas como comportamiento delincuente. Vandalismo, robo, peleas, lo que sea, al parecer Harry había estado ahí y lo había hecho.

“No, yo diría prestado… sin permiso. Pero Louis un tipo chocó la suya, así que no pudimos devolverlas.”

Me miró buscando una reacción. Apretando la parte de atrás de su cuello para liberar la tensión que se estaba creando a consecuencia de la conversación. Había leído en alguna parte que significaba que el género masculino se sentía incomodo.

“Wow.” Proclamé con voz entrecortada. “No hay mucho que no hayas incinerado o destruido. Dime, ¿porqué quemaste el auto?”

“Eso no es realmente importante ahora, fue hace tiempo.” Hábilmente evitándome.”Deberíamos enfocarnos en lo caliente que fue.”

El cambio en su lenguaje corporal me hice querer ponerme al día desesperadamente. Su mano se anclo en la parte baja de mi espalda anclándome a él, presionando la superficie plana de su estomago en mi torso. Sin nada que me pudiera alejar, me preocupe por un segundo de caernos en el seto, un fuerte que parecía tener una colección de cuerpos borrachos (de los cuales cada vez se unían mas a la colección).
“Que fue?”

Por experiencia precia, había observado aparentemente insignificantes hábitos que Harry mostraba en estado de excitación. La forma en que su mandíbula se ondulaba con el parpadeo de sus músculos, lo que indicaba ya sea ira o vivificación de un hambre oscura. Y a propósito la forma en que las yemas de sus dedos se apretaban para mantenerse junto a lo que tuviera con él, aparentemente fue lo último que hice.

“Tu encima de esa chica.” Harry respondió despacio.

“¿Te gustó eso?” Eché la cabeza hacia arriba.

Mis manos se deslizaron por su espalda vestida, antes de ponerlas en los bolsillos de sus jeans. Realmente nunca me imagine estando así de fascinada con las partes traseras, eran solo algo en lo que te sentabas. Pero aparentemente sentía algo hacia Harry. Se rió rudamente cuando decidí apretárselo.

“Maldición, si.” El lenguaje obsceno hizo el sonido en respuesta aun más sucio, sobre todo por el tono que implicaba. “¿Tal vez podríamos intentarlo?”
Su sugerencia dreno el deseo de ordenar mis emociones nublosas. ¿Que pensaba que íbamos a hacer?

“Harry, no te voy a pegar.”

Tragué saliva espesa mientras se mantuvo haciendo contacto conmigo, buscando mis ojos.

“No, yo no quise decir eso. Pensé tal vez en el dormitorio, podríamos… ya sabes.”

Dejo al frase colgando en el aire entre nosotros y parecía que yo tenía que llenar los espacios en blanco del misterio. Estas situaciones nunca me hacían responder de la manera más inteligible, así que solo me calle, no quería dejar escapar algo que podría causar vergüenza.

“Quiero que me domines.” Habló finalmente, ahorrándome la tarea de adivinar.

Me sorprendió que admitiera eso, lo entendí todo mucho mejor. Mis dedos se aferraron a sus hombros mientras me sonreía maliciosamente. Estaba teniendo problemas para procesar la información mientras seguía jugando en la fantasía, presa en mi compostura.

“No me dejes escapar.” Suspiró. “Amárrame, tírame el pelo, dime que tan bueno estoy siendo para ti.”

El espacio entre nosotros era casi inexistente, Harry consumido en las escenas que se imaginaba deseando tener cada parte de mi cuerpo presionado al suyo. Nunca pensé que quisiera algo como eso y mucho menos poder llevarlo a cabo, el era tan dominante. Yo ni siquiera era capaz de encontrar mi voz.

“Y después, cuando te este rogando, desesperado por ti, me dejes sentir el sabor en tus dedos.”

Mis rodillas casi cedieron con la propuesta. La imagen de Harry destrozado por la excitación y el deseo estaba jugando peligrosamente con un deseo profundo que fue arañando su camino en importancia.

“Haría cualquier cosa que mi digas.” Dijo sumisamente.

Mi mente se volvió loca, consumida por pensamientos eróticos inimaginables. Me aferre a él, su marco de protección incorporando todo lo que uno espera de una pareja masculina. Su forma atlética resulto ser la encarnación de un dios idolatrado, fuerte, musculoso, y determinado a rendirse completamente ante mí. Maldita sea, si él quería que lo atara, estaba prácticamente negada a no cumplir sus deseos.

La tela de mi chaqueta quedo atrapada en los puños que no tenían la intención de dejarme libre. Y yo tampoco tenía ganas de esas libertad, si eso significaba que Harry permaneciera sosteniéndome como si su vida dependiera de ello. Cuando las palabras “hacértelo con mi lengua” saliendo de su bonita boca, me había convertido en dependiente de su estatura.

“Oh mi…”

“Hábleme sucio.” Me animo.

“Nunca he hecho eso antes.” Admití con color.
Su sonrisa era fácil, nublada con sed y solo para mí.

“Solo dime lo que me quieres hacer, o yo a ti.” Harry explicó. “¿Que te gusta?”
Antes de que mi mente fuera capturada, mi boca formo palabras en su propia voluntad.

“Morder.” Espeté.

Se rió suavemente, apretando mi cintura y girándonos levemente por lo que su cuerpo bloqueo mi punto de vista de personas irrelevantes, al igual que un edificio ocultando el sol (solo esta oscuridad era así de envidiable.)

“¿Donde?”

“Tus caderas.”

“¿Las mías?” Declaró con suficiencia. “¿Porque?”

“Te quiero marcar.”

Sus caderas eras algo para asombrarse, apretadas, con un conjunto de líneas en V hundidas en su carne fuerte y firme. Quería dejar las puntuaciones en forma de media luna en su piel con mis uñas antes que con mis dientes para crear marcas de un color suave.

“Quiero follarte tan mal.” Admitió sin aliento. “Ven conmigo.” Fueron las palabras que dijo antes de tomar mi mano y llevarme por el jardín.

Dark .Where stories live. Discover now