-Well... creo que tienes razón- soltó una pequeña risa, al igual que las demás, para volver a trabajar como de costumbre, para poder ganar algo de dinero para la comida del día. El hombre mencionado anteriormente caminaba taciturno por las calles repletas de gente. Se le hacía difícil caminar, además de que estaba de mal humor, con solo escuchar la conversación de aquellas mujeres. Sabia de quien hablaban.

-Auch...- se había chocado contra alguien. Lo supo al escuchar el sonido de dolor que hizo aquel hombre que tan solo le daba en el pecho, era muy bajito.

-Ten cuidado por donde caminas- gruño enfadado, pero sus ojos se endulzaron un poco al ver al bebe que aquel hombre cargaba. Chasqueo la lengua algo molesto al recordar la familia que había perdido por culpa de esas personas que tanto odiaba, ese apellido...

-Perdón... no estaba poniendo atención- se disculpó frunciendo un poco el ceño por la descortés actitud del hombre con el que choco momentos atrás. Continuo su camino, buscando a su madre con la mirada, de vez en cuando mirando de reojo a Adam asegurándose de que este bien.

-Ese es... ¿Arthur? - murmuro a lo lejos la mujer atónita al ver una figura parecida a la de su hijo recorrer por todo el mercado junto a un bebe, su nieto. No podía creerlo. No los había visto en mucho tiempo. Sonrió feliz y grito llamando el nombre de su hijo y su nieto, haciendo señas para que la miraran. Arthur volteo a ver, y por fin, sus ojos se encontraron con los de la persona que buscaba.

-Madre...- sonrió algo cansado acercándose a la mujer y la abrazándola con delicadeza.

- 'any - esa dulce e infantil voz el saco de sus pensamientos y enseguida beso la frente de su nieto enternecida. El pequeño era cargado en brazos de su mami, aunque se notaba la evidente fatiga que sentía el británico.

-Arthur, Adam ¿Qué hacen aquí? - sonrió emocionada al ver a su hijo después de tanto tiempo, ya casi 9 meses habían pasado desde que se fue a Watchet y había dejado a Arthur y Adam en Estados Unidos. Parpadeo seguidamente dándose cuenta que tras ella las mujeres con las que antes discutía la veían extrañadas. Una risa burlona salió de sus finos labios y comenzó a rebuscar la maleta de su hijo, encontrando lo que buscaba dentro de poco. El uniforme de BW.

- ¡Miren! No les estaba mintiendo- sonrió de lado a lado mostrándoles el uniforme de la prestigiosa institución todas las mujeres que antes la tachaban de mentirosa.

-Es verdad- sonrió una mirando a Arthur con admiración, el inglés no sabía ni siquiera que era lo que estaba pasando.

-Entonces... ¿él es tu hijo? - sonrió con los ojos brillosos una de las mujeres mirando al rubio de pies a cabeza, y acercándose a el fascinada

-Si- respondió mostrando su lengua infantilmente, para después escuchar una risa de parte de Adam

- ¿Y él? ¿Es tu nieto? - pregunto la mujer gorda enternecida al ver al pequeño que reía en brazos de Arthur, la madre del inglés asintió rápidamente con alegría

- ¿Él es hijo de...- no pudo terminar su pregunta, ya que fue interrumpida

- ¡Si, es hijo del próximo presidente de los Estados Unidos, Alfred F. Jones!

- ¡Madre! - la reprendió algo enojado de que diga ese tipo de cosas a aquellas mujeres que él ni siquiera conocía. Además, el solo mencionar lejanamente a Alfred aun le dolía. No podía olvidar lo que paso en su último encuentro.

-Lo siento dear, me imagino que deben estar cansados... vamos a casa- sonrió amablemente la mujer abrazando a su nieto y cargándolo con cuidado para ayudar un poco a su hijo, se veía notablemente cansado.

Tears of LoveWhere stories live. Discover now