Z a c a r i a s .

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Las cosas han cambiado desde la última vez. Para bien debo admitir. He conocido personas que en este momento hacen que todo sea más sencillo. He estado saliendo más tiempo con Jacobo y su hermano. Son divertidos y aunque mi ansiedad no me permite estar con ellos a todas horas, aceptan de cierta forma las excusas a veces absurdas que les presento. Por otro lado conocí a una chica, tiene el cabello rojo al estilo ron Weasley, y tiene la piel blanca y pecosa, es muy inteligente y divertida, jamás paró de reírme cuando estoy con ella. Solo llevo 3 semanas y aunque no he conocido muchas personas, creo que he conocido a las mas valiosas y supongo que eso es lo importante. Quizás escriba cuando algo mas emocionante ocurra, o quizás cuando mi imaginación me dé una idea digna de escribir. Sin embargo por ahora creo que esto es todo.
-Amor –Se escuchó por mi espalda la voz masculina de alguien que llamaba. De pronto mi amiga Lucia era agarrada por el abdomen por su novio. Zac. Un chico de cabello negro, ojos café claro y un arete en la oreja. Tenía una chaqueta de jean con unos pantalones negros.
-Hola, amor. –Lucia se volteó y abrazó al chico dándole un beso en la boca. Aunque me diera ternura en el fondo me sentía incomoda y algo ansiosa. -¿Qué clase tienes, amor? –Pregunto Lucia.
-Tengo Literatura –Respondió el. -Pero tú tienes Historia. –Sonó desilucionado. La chica y el se separaron.
-Oh amor. –Lo agarró de la mano y me volteó a ver. Levante mis cejas y apreté mis labios. -Sabes Lúa tiene Literatura, así que se pueden hacerse compañía. –El chico no me observo ni yo a el. Había algo en el que me intimidaba y se podía ver que yo tampoco era de su agrado.
-¡Claro! –Respondió el chico. -Lucy y él se besaron y la chica me dedico una despedida con la mano, mientras se retiraba. –Vamos, estamos un poco tarde. –Me dirigió la palabra por primera vez desde que llego. Me limite a sonreír y seguirle, después de un tiempo la incomodidad toco mi cerebro de forma abrupta y tenía que hacer cualquier cosa para poder tranquilizar ese sentimiento, al final, si quería ser amiga de Lucia, tenía que ser amiga de él.
-¿Cuánto llevan juntos? –Pregunté. No me importaba. Sinceramente solo lo hacía por romper el hielo.
-Vamos para 3 meses. –Entrecerró los ojos y sonrió. Me parecía algo incomodo que no me mirara a los ojos, lo considere algo irritante.
-Oh que bien –murmure sin sentir en realidad lo que había dicho.
-¿Tú tienes novio? –Preguntó, siendo sincera sabía que solo quería ser amable mas no le interesaba.
-Si consideras a un perro tu novio, entonces sí –El chico soltó una carcajada.
-Sabes, creo que te puedo presentar a alguien. –Una sonrisa sincera, por primera vez desde que lo conocí apareció en su rostro. No pude contener una sonrisa inocente que salió de mi boca.
-¿A quién? –Pregunté curiosa. –Si puedo saber, claro. –Comente algo graciosa, sin embargo, salir con alguien ahorita, no esta dentro de mis planes.
-Solo espera. –Dijo Zac. –Vas a ver que soy el mejor cupido de esta maldita escuela. –Me dirigió una mirada rápida.
-Zacarias. –Una voz masculina algo adulta pronuncio detrás. –Va temprano por primera vez a mi clase.
-Zac. –El chico corrigió algo incómodo.
-Entré Zacarias. –El profesor abrió la puerta y nos dejo entrar.
-Estúpido. -murmuró el chico de ojos café claro mientras nos adentrábamos en el salón. -¿Te parece justo?
-No lo sé. -Respondí con timidez.
-Siempre ha sido así conmigo, sabe que odio mi maldito nombre. –Comentó con rabia mientras nos sentábamos en los últimos dos puestos disponibles.
-Me parece que es lindo. –Zac sonrío y me observo directamente por unos segundos.
-No seas tan amable Lúa, atraerás atención que quizás no deberías atraer. –Lo mire confundida. -Es una broma. –Sonrío encantadoramente y volteo a ver hacia delante, dejándome ver solo su espalda.
Mientras pensaba una y otra vez en lo que acaba de ocurrir, un pequeño proyectil cayó en mi puesto.
"Así que nos traicionas con Zac, no sabía que te gustaban los chicos malos."
Volteé mi cabeza hacia atrás y mis ojos fueron recibidos por unos ojos verdes ya conocidos. Sonreí y el chico observo al profesor, fingiendo quizás que no estaba pendiente de lo que sucedía.
"¿Es esta la forma en la que muestras tus celos Harry Trespalacios? "
Arrugue el papel y lo lance disimuladamente para atrás, Mientras Zac había quedado dormido sobre el puesto. La respuesta apareció volando, Llego el papel hacía mi puesto, lo desarrugue.
"¡Si!, Eras mi compañera de Literatura, me traicionaste".
Sonreí, no me había dado cuenta de aquello y una felicidad repentina apareció en mi cuerpo.
"Creo que no estás muy incómodo con tu rubia amiga al lado"
Pensé un poco en lo que el comentario podría causar pero decidí arriesgarme, al final, el y ella habían bailado en aquella fiesta. Lo lance atrás, y alcance a escuchar una carcajada murmurada. Luego el papel reposo de nuevo en mi puesto.
"Es linda no mentiré. Pero me gusta más tenerte a ti a mi lado. Eres más graciosa pestañas."
reí en silencio
"Ignorare que me hayas dicho fea y admitiré que también me gusta estar a tu lado"
lo lance para atrás, lanzándolo diagonalmente y colocándolo en el cabello de la tan linda rubia. Harry y yo no pudimos evitar reír, lo que causó que el profesor notara la situación.
-¿Qué le parece tan gracioso, señorita...-El profesor interrumpío su clase, se apoyó sobre el escritorio y busco mi apellido en la lista. -...Toledo? –Sentí mi rostro enrojecer. Mordí mi labio inferior y baje mi cabeza.
-Nada, disculpe. –Respondí con la misma timidez.
-Dígame 5 ejemplos de... -La sangre me corría, no había prestado atención en aquella clase. -¡Montserrat! –El profesor gritó con rabia. Se había dado cuenta que Zac estaba tomando un descanso en su tan aburrida clase. Mientras tanto, Harry recupero el pedazo de papel de la cabellera rubia. El momento fue incomodo aunque agradezco al bello durmiente por inconscientemente salvarme de un ataque de pánico.
Zac despertó y discutió con el profesor; mientras discutían, Harry me lanzo el pequeño proyectil
"Solo para el registro, no pienso que lo seas. ¿Quieres almorzar conmigo?"
Enrojecí y pude sentirlo. Me sentía como una niña de 13 así que intente calmarme. Me volteé y le afirme con mi cabeza.
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N E U T R A LWhere stories live. Discover now