BOY TOY #3

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THEO

-¡Theo!

No, no, no.

-¡Theodore Landon ven aquí, ahora!

Ni un cuerno. ¡Ni un cuerno!

-¡Detente ahí, Theodore o les diré a todos que mataste a uno de ellos!

Las palabras se clavan en mi cabeza hasta dejarme petrificado. Vuelvo la mirada a la zorra que se acerca a mi espalda. ¿Por qué me molesta tanto? ¿Por qué con él? ¿CON ÉL?

-¿Qué fue lo que...dijiste?-mascullo.

-Lo siento pero no quería decir eso.

Audrey se acerca a grandes trompicones mientras se pone el vestido corto nuevamente.

-Sabes que nunca lo haría-añade-. Déjame que te explique.

Charlie se aparece detrás sólo con unos jeans y el torso desnudo. Trae la camiseta bajo el brazo.

-¡No los juzgo que quieran coger con quien quieran hacerlo!-les suelto y me sorprendo a mí mismo por lo que digo-. Sólo que... ¿EN SERIO AHORA? ¿EN SERIO USTEDES DOS? Dios santo, ¡yo que creía que tenías mejor gusto, Audrey!

-¡¡Hey!!-me enfrenta Charlie echando chispas por los ojos y lo fulmino con mi mirada en contraste a su gesto-. Mide tus palabras, hombre. Somos adultos y no necesitamos de tu autorización para hacer el amor donde queramos hacerlo.

-No los estoy juzgando, demonios. Simplemente no puedo creerlo. ¡No puedo!

-Char-Audrey mira al remilgado-. Vete. Yo soluciono esto.

El chico asiente y le da un beso a la chica antes de irse.

-Por favor-digo asqueado-. ¡Y ponte algo de ropa!

Charlie corre en la dirección contraria mientras me muestra el dedo medio.

-No puedo creer que te comportes así-me reta Audrey-. Pensaba que eras mucho más maduro pero no cambias.

-¡POR QUÉ DEMONIOS TENÍAN QUE HACERLO AHORA!-estallo-. ¡Está el jodido estadio lleno! ¡Podría haber sido yo o cualquiera!

-¡ESTE ES EL JODIDO FIN DEL MUNDO, THEODORE!

-No, no lo es.

-Sí. ¿Qué no lo ves? Mañana podrían asesinarnos a todos. Podría ser la última vez que nos veamos las caras.

-No porque nos maten será el fin del mundo, qué pensamiento tan arrogante tienes.

-Será el fin de nuestro mundo y me es suficiente para tener que hacer y decir todo lo que no he podido durante este tiempo.

-¿Ah, sí?-le suelto cargado de sarcasmo-. A ver, dime todo lo que tengas para decir entonces. Veo que ya te sacaste las ganas con ese idiota. ¿Desde cuándo vienen acostándose, eh?

-Estás celoso.

-No lo estoy.

-Sí que lo estás.

-¡No! Sólo...impactado. ¿Sabes lo asqueroso que es ver a ese tipo horrible en pelotas? ¡Y contigo! No digo que no seas sexy sólo que estabas ¡con él, nada menos!

-Yo no lo encuentro horrible.

-Oh, bien. Aquí vamos. Dime que es mejor que yo, dilo.

-No. Es el fin del mundo y prefiero ser sincera: él hace el amor como los dioses.

-¡GRACIAS!

¡En verdad me llena de ánimos, está haciendo un trabajo estupendo con mi autoestima!

-Pero-continúa-, tú siempre has sido el mejor. Nadie me ha cogido como tú, jamás.

Mis mejillas son invadidas por un calor que no me permite reparar en qué es lo que siento ahora mismo. Sólo calor. Mucho, mucho calor.

-¿Tienes algo más que quieras confesar?-trato de evadir el tema.

-Que te amé, te amo y nunca dejaré de sentirlo. Fuiste mi primer amor. Y no hay amor más verdadero que el primero.

Cierro los ojos con fuerza y me concentro en respirar profundo.

-No puedo decir lo mismo-mascullo al abrirlos y sé que le parte el corazón aunque intenta parecer fuerte. Ha pasado por situaciones mucho peores que una decepción amorosa.

-No quiero que lo hagas porque ya sé que Tracy es tu predilecta, ¿no?

Mi silencio le da la razón.

-Bien-prosigue-. Pero ya que es hora de verdades, es hora de que suelte la bomba.

-¿La bomba? Creo que no tengo ganas de escuchar lo que tengas para decir, seguramente buscarás problemas o...

-Theo-ella me sujeta del brazo para volverme-. Mañana nos podrían rajar un tiro en la sien o podríamos explotar en un millón de pedacitos y yo jamás podré cercionarme de una pregunta que me viene comiendo la cabeza desde hace tiempo. Sólo... sólo déjame asegurarme si lo sabías o no.

La miro con desconfianza. Está despechada, acaba de insistir con su amor, la he pillado con otro. ¡La situación es tan jodidamente confusa!

Me llevo una mano al tronco la nariz y me presiono mientras me debato si en verdad quiero escuchar o no lo que tiene para decir.

"Es el fin del mundo y prefiero ser sincera."

-Bien, suéltalo-cedo sin más.

-Se trata de Santa Smith y mi Char.

-¿Tú qué?

-Charlie y Tracy. ¿Sabías que se besaron justo luego de que le propusieras matrimonio?

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