Todo lo que vives puede ser una mentira, una linda mentira.

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Samatha 

Me siento vacía, mas ligera que una pluma, y ahora no tengo miedo. Pero hay una puerta entre toda la oscuridad hay una puerta, y simplemente la abro por curiosidad; Es el techo del hospital, ¿Qué hago aquí? miro a mi alrededor y veo a Claudia rascando sus dedos con rapidez, la sangre comienza a salir de sus dedos. Me acerco lentamente a ella -¿Claudia? ¿Qué demonios estas haciendo?- Le pregunto mientras camino lentamente. No me escucha... ella esta al borde del techo, puede caer. Esto me esta asustando... -Claudia, no vallas a hacer ninguna locura.- Le dije con la esperanza de que ellá me escuchase. Pone sus pies al borde y mira directamente a mi dirección. Aunque no me ve, lágrimas derramándose por sus mejillas, dejando atrás lo que hay atrás de ella una caída que le puede causar la muerte en segundos. ''-Samantha, yo creí en ti.-'' Al decir eso da un paso atrás y cae a su próximo destino. Alzo mi mano aunque ella estaba a 2 metros de distancia de mi, estoy en shock y con un nudo en la garganta, caigo de rodillas y comienzo a llorar. Miro mis manos y están comenzando a desaparecer, las sacudo varias veces pero no funciona. Corro hacía el precipicio y susurro -No importa, yo estoy muerta sin ti.- Y salto, intentando alcanzarla veo como a ella le faltan centímetros para caer y morir, pero sus ojos se abren al instante y una frase se me viene a la cabeza. -Te amo.- La voz de ella sonó en mi interior y la vi caer. 

Blanco. Es lo que veo al abrir los ojos. -¿¡Claudia!?- Grito con una voz ronca y una enfermera grita como si hubiese visto a un muerto, ella sale del cuarto corriendo y entra una doctora un tanto obesa, rubia y con pecas. -¿Pero?... ¿Qué?- Susurra y me mira con asombro sus ojos brillan y mis padres están al otro lado de la sala pasmados. -¿¡Dónde esta Claudia!?- Grito con desesperación, mi padre frunce el ceño y mira a la enfermera. -Ella se ah ido, ustedes la han visto... iré a preguntar...- Y salio, algo no esta bien, eso no es una pesadilla. ¿Dónde esta? -Mama... ¿Dónde esta?...- Digo y comienzo a llorar y sollozos salen de mi garganta, me levanto de la camilla y caigo al suelo directamente. -Menuda mier...- No le tomo importancia y comienzo a gatear con lágrimas en los ojos. -¿Hija que te pasa?- Dice mi padre levantándome y pasándome el brazo entre mis hombros; La enfermera entra con una cara pálida y respira rápidamente, se le ve muy aterrada... -¿Dónde esta?- La miro con odio, esperando esa respuesta que me matara en un segundo. -Señor y señora Elrick ¿Pueden venir un momento?- Mi madre asiente y le susurra a mi padre que el se quede conmigo, ella sale y la veo por la ventana. Mi padre me ayuda a sentarme en la camilla, pero yo no le aparto la mirada a mi madre.
La enfermera mueve la boca, y mi madre se tapa la boca y una lágrima sale de su mejilla, y me miro otra vez de la ventana. Aprieto fuertemente los dientes y dejo salir un grito e intento levantarme aprieto la camisa de mi padre y doy 3 pasos, y caigo al suelo. Hay una silla de ruedas en la esquina de la habitación, la doctora va por ella y mi padre me sienta en ella.
-¿Porqué?...-Susurro y dejo salir un chillido fuerte, abren la puerta y veo a mi madre con odio, igual que a la enfermera. Muevo la silla de ruedas con mis manos, me dirijo fuera pero un enfermero detiene mi silla. -¡Sueltame!- El me mira como si quisiera recordar algo. -¿Tú... no estabas muerta?- Le sonrío y lo miro con desprecio. -Claro, qu soy un zombie. Ahora suelta...- Le digo entre dientes. -¿Dónde esta ellá?- Le pregunto. El sabe quien soy. -Ah por cierto tu ''noviecita'' me dio una patada en la entrepierna. Dile que gracias de mi parte.- Me sonríe y es como si un golpe me dejase sin aire. -¿Dónde esta... ellá?...- Le pregunto suavemente; la enfermera que estaba en mi cuarto toma de la muñeca a este enfermero y lo aleja de mi, ella le explica algo y los dos me miran de reojo, el frunce los labios y se lleva su mano a la barbilla. -Dímelo maldición.- Exclamo y los dos me miran al mismo tiempo. -¡No tienes nada que esconder!- Grito y alguien toca mi hombro, y pronuncia. -¿Esconder?- Su voz hizo que todo se hiciera pedazos. -¿Qué te pasa? Acabo de salir del trabajo por que me llamaron que mi querida acaba de regresar conmigo.- Dice y me da un beso en la mejilla. -Pensé qu...- Al mirar sus ojos me di cuenta de lo hermosos que eran. -¿Pensaste qué había muerto o algo parecido?- Pregunta con una sonrisa. -Claudia...- Exclamó y me abalanzo y la tiro al suelo, la beso. No lo dudo ni un segundo y ella sonríe. la abrazo muy fuerte y comienzo a llorar... -¿Qué pasa?- Me pregunta con una sonrisa en su cara, toma mi mano y veo que sus dedos tienen sangre. La misma que vi cuando ella dio un paso atrás. -¿Claudia?- Pregunto pero ellá ya no esta.
Un sonido suena a lo lejos.
Abro los ojos y hay un reloj, el cual dice ''5:38 a.m.'' -No... ¡No!- Me doy cuenta que el calendario dice: Agosto 3. Unas lágrimas rodaban por mis mejillas, me sente y comencé a pensar un momento en lo que estaba pasando. ¿Ella existe?. Me di una ducha y salí vestida con el mismo conjunto que esa vez, fui caminando pero esta vez con el celular en la bolsa, espera a que ella pasara. 
No la veía venir, pero reconocí ese suéter, esas medias con corazónes, mis ojos se tornaron llorosos, pero no me atreví a hablarle, cuando estaba apunto de pasar por mi lado ni siquiera sabía quien era yo.
El mundo se detuvo para mi, mi destino es hablarle y perderla; o vivir mi vida con Camerón, soy tan egoísta, quiero ir con ella. El mundo vuelve a la vida y ella pasa a mi lado, pero doy unos pasos y le tomo el brazo. -Claudia.- Le dije y ella me miro sin entender lo que pasaba. -¿Te gustaría correr por los pasillos del aeropuerto con un vestido de novia junto a mi? Ver como las madres le tapan los ojos a sus hijos y nos miran con desaprovación.- Le dije con una pequeña sonrisa, ella no parecía entender nada. -Te conozco Claudia, se todo sobre ti.- Ella se alejo un momento de mi y me miro con el ceño fruncido. -¿Pero de que estas hablando lunática?- Exclamo y yo solo la mire con una sonrisa, y con ternura a la vez. -¿Quieres ser conquistada por mi de nuevo?- Ella solo frunce el ceño y yo suelto una risilla. -Vamos Ternad, ¿Quieres un café?- 




                                                             Fin






Muchas gracias a todos por leer esta historia.
No se preocupen, va a haber otra parte :P
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''Segunda parte''

Proximamente....

Un amor complicado - #1 (1/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora