A punto de la muerte.

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Samantha

-Tengo frió... ¿Dónde esta mi manta?- Me levanto del sillón y voy a mi habitación en busca de una manta, al pasar por al lado esta Claudia escondida entre almohadas y mantas, tiene una pequeña sonrisa. Me recuesto a su lado e intento tomar su mano, pero... no puedo. Ella se despierta y se viste para ir a su trabajo supongo; aún así ella es hermosa...
-¿Ha donde vas? ¿Por que ni siquiera un buenos días?- Le digo levantando los brazos para resivir un abrazo, pero ella simplemente me rodeo. -¿Claudia?...-Susurro y al parecer me ignora. -¡Claudia!- Le grito en el oído, su celular suena y yo aún así la sigo poniéndome un saco y unos botines. Salimos por la puerta principal y ella sigue su camino, aunque esta vez algo acelerado.
-No puedo ir hoy Carl...- Suspira algo desanimada y se fija unas 4 veces antes de cruzar una calle ¿Qué demonios? ¿Desdé cuando tiene tanto cuidado? Yo corro atrás de ella tratando de escuchar lo que dice. -Si es por Sam.- Me detengo un segundo y fruncí el ceño, la sigo para saber de que demonios esta hablando. -Descuéntenme el cheque si es necesario, ¡Pero yo necesito estar allí para ella!- Se le ve algo frustrada, le toco un hombro y ella da como un salto, y mira hacía atrás. Yo solo sonrió y ella frunce los labios y sigue caminando. -Simón puede ayudar lo suficiente....- Toma aire y mira por un momento al cielo. -Esta bien..., gracias.- Y cuelga. -¡Claudia! ¿Estas teniendo problemas por mi culpa y no planeabas decirme? ¿Acaso estas enojada? ¿Qué hice ahora?- Le estaba gritando en el oído pero es como si no estuviese allí, intente tomarla del brazo pero. Simplemente la atrabezo, di un grito y ella siguió caminando como si nada. La sigo a sus espaldas mirando el cielo, cruza de nuevo una calle y yo solo voy detrás de ella. Veo que a unas cuantas calles esta un hospital, a ese hospital siempre me lavaba mi madre cuando me abría una herida o algo parecido. 
Ella siguio su paso y no paro hasta llegar a las puertas, suspiro y las abrió, yo la seguí y solo saludo a una enfermera y se fue por un pasillo; ''Sala 208'' Abrió la puerta y allí estaba mi padre. Me quede completamente paralizada al verme a mi en una camilla... -¿Qué?- Digo algo sorprendida pero nadie nota mi precensia. Por eso Claudia me ignora, maldición. ¿Qué mierda paso cuando salí de la cafetería? golpeo mi cabeza varias veces para intentar recordar pero nada, lo hago en vano. Veo que alguien abre la puerta a mis espaldas y es Steve... -¿Steve?...- Susurre y el miro a mi dirección y después sacudió la cabeza y siguió su paso. -Hola Claudia, ¿Como esta?- Le pregunta algo amable. - Ella solo asiente. -¿Qué hacía en ese lugar?- Le pregunta Claudia reteniéndose a enojarse, yo conoscó esa voz, si me pudiera ver, me mataría de lo enojada que esta y después me daría un beso. Seguido de un golpe. Suspiro con una sonrisa y me siento en el suelo. -No lo se, solo dijo que ''Este lugar me trae recuerdos'' y al final solo dijo que tenía cosas que hacer.- Dijo rascándose la cabeza mientras intentaba imitar mi voz, yo reí pero Claudia intenta reprimir su sonrisa, pero no lo logra. Me gusta verla sonreír... no debe llorar jamás. Y menos por mi o por algo que tenga que ver conmigo. 
Antes pude tocar el hombro de Claudia, ¿Porqué no pude tomar su brazo después? Quiero  hablarle y decirle que estoy perfecta sin ningún rasguño, pero mi físico dice otra cosa. ¡Ya lo recuerdo! Eh visto en una película que los fantasmas pueden hablar a medio de una pluma y una papel. Me levanto de golpe y en una mesita que esta a lado de mi camilla hay una pluma y unos apuntes, intento agarrar la pluma pero cuando llevo un milímetro se cae, Maldición... Steve mira hacía la pluma y frunce el ceño. Tengo que darme prisa, ¿Porqué una pluma pesa mas que yo? No puedo, estoy muy cansada... mi último intento fue en vano; pero Steve se acerco y tomo la pluma y la mira fijamente. Lo miro con mis ojos adormilados y me acuesto al lado de mi yo físico, y me quede completamente dormida.

Claudia

Steve se acerca a una pluma que estaba dando saltitos, pero yo no le daba importancia ya que podía ser una ráfaga de aire, noto que a un lado de Sam una parte de la cama se hunde, cierro los ojos y sacudo mi cabeza para despejarme de mis tonterías. Al abrirlos esta normal, aunque la maquina que determina el corazón de Sam hace un sonido muy fuerte y seguido. Salí corriendo del cuarto en busca de un doctor, 2 enfermeras y una doctora venían corriendo a mi dirección, al cuarto de Sam, me desplomo en el suelo y susurro. -Sam... Samantha... creo en ti... por favor resiste...- Entre sollozos me intento levantar del suelo y siento un viento frió en mi mejilla, me quito las lagrimas y entro a la sala, y ya esta bien su corazón... -...no ah sido mas que un susto, ella esta bien.- Dice y pasa por mi lado sin decir nada mas y se va. 
-¿Estas bien?- Me dice Steve pero lo ignoro y miro a Sam, tan solo verla allí recostada con su cara pálida me hace sentir mal; Los padres de Sam tienen que ir a su trabajo al igual que Steve y me dejan sola, me siento al lado de Sam y sonrió. -Siempre voy a creer en ti...- Tomo su mano con un par de lágrimas en los ojos. -Hoy falte al trabajo para venir aquí, ¡Y encima de eso me das un susto! ¿Quieres matarme o algo así?- Suelto una risita, ella se reiría conmigo a no ser que estuviese en coma. Suspiro y solo veo sus labios entre abiertos, casi no tienen color.
-Sam, prométeme que vas a despertar. Si no te juro que iré a donde estés y te golpeare, no lo dudes.- Sonrió y pienso... ¿Por qué paso esto? ¿Quien manejaba el auto? -Te lo prometo Sam... yo iré a donde tu vallas.-
 

Un amor complicado - #1 (1/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora