-No tienes nada que hablar con nosotros-Espetó Raymond con los dientes apretados-vete y deja de fastidiar o te juro que...
-...Un momento-Lo interrumpió Ann mientras apretaba un poco más el agarre sobre su brazo-¿Porque no lo escuchamos Ray? Puede que tenga algo que nos interese.
-No lo creo-Replico este- ¿Que podría decirnos que nos interese?
-Creeme Raymond-Intervino entonces el hombre lobo;con la voz cargada de precaución-que lo que tengo que decirles es de suma importancia.
-¿Lo ves?-Preguntó Ann con una ceja enarcada hacia él.
-¿Y cómo sabemos que no nos miente?-A pesar de la extraña confianza que Ann parecía tener en las palabras de Arnold; Raymond estaba decidido a no confiar en lo más mínimo-Bien podría estar distrayendonos para que su manada nos pueda emboscar.
-Buen punto-Admitió Ann con un asentimiento-Pero en ese caso sería inútil que nos tratara de distraer. Somos sólo dos y con un par de decenas de sus lobos podrían habernos machacado desde hace mucho ¿No lo crees?
-¡¿Porque lo defiendes?!-De un sólo tirón,Raymond liberó su brazo del agarre de Ann,para luego voltearse hacia ella y encararla-¿Porque estas tan decidida a creer cada una de sus palabras? ¡¡Es un hombre lobo!!-Exclamó señalándolo con un dedo- tu odias a los hombres lobo-Con un rápido movimiento; su dedo pasó a apuntar el pecho de Ann-Deberías apoyarme. Sobre todo contra este. Que tanto daño nos ha hecho.
-Entiendo que te pongas así-Por extraño que pareciera;ante tantos gritos y exclamaciones en su contra; el rostro se Ann seguía sereno e impasible. Cosa que no hizo más que desconcertar a Raymond-Tienes toda la razón. Pero debes entender que estamos en una guerra que podría explotar de un momento a otro y no podemos rechazar ningún tipo de ayuda.
-¡¡El no nos quiere ayudar!!-Gritó Exasperado-Apuesto que todo esto no es más que una sucia treta.
-Puede que si...pero también puede que no. ¿Porque no lo escuchamos y luego deliberamos sobre ello?
-No habrá necesidad de ello-Aseguro Arnold-Una ves que les cuente lo que les tengo que contar...no les quedará duda alguna.
-¡¡Cuenta entonces!!-Lo apremió Raymond-Quiero ver con que nos sales esta vez.
-Espera-Le pidió Ann-no creo que sea buena idea hablar aqui. ¿Estas con prisa?
-Pues no-Respondió El hombre lobo con un encogimiento de hombros-Pero para ustedes es mejor enterarse cuanto antes.
-Muy bien...en ese caso;sigueme. Buscaremos un lugar un poco más privado que la mitad de la calle.
Sin dar tiempo a preguntas, la vampira se dio media vuelta y comenzó a caminar con bastante rapidez hacia el tumulto de gente y tenderetes que se veía un poco más adelante. Después de lanzarle otro par de miradas asesinas a Arnold; Raymond se dio media vuelta también y comenzó a seguir a Ann;sin molestarse en confirmar que el hombre lobo los estuviera siguiendo.
Una ves que se hubieron internado aún más de lleno en el tumulto; Ann comenzó a serpentear de un lado a otro;mirando todo y a todos como buscando un lugar o una persona en específico. De pronto; después de un par de minutos en los que se mantuvo tan estática e inmóvil cómo una estatua, se movió rápidamente hasta quedar frente a la modesta fachada de una tienda de víveres que parecía normal.
-¿Que hacemos aquí?-Le preguntó Raymond una ves que hubo llegado a su lado.
-Ya lo dije. Buscamos un lugar cómodo para hablar.
-¿Y tiene que ser precisamente aquí?-Preguntó el muchacho mirando con aprensión la tienda-¿En una tienda de víveres?
-Muy buena idea-La felicitó Arnold al llegar ante ellos y colocarse,por fortuna para Raymond; justo del otro lado de Ann-nada más perfecto para hablar sin interrupciones qué la tienda de un humano.
VOUS LISEZ
Una Historia De Vampiros
VampireLa antigua vida de Raymond Buckert ya no existe mas,ahora que se ha visto obligado a aceptar una nueva forma de vida deberá poner todo su empeño para lograr controlar sus nuevas habilidades y para descubrir si su antiguo yo se ha ido o aún queda alg...