El precio de una mentira (SabiduriaxLocura AMOLAD FIC)

¿Que esta pasando?

Sabiduría después de su relajante día libre vuelve a su rutina con su trabajo como psicólogo al día siguiente y decide pedir un pequeño favor especial pues ahora quiere darle terapia a Adam en su habitación por que a pesar de ser un lugar tétrico al menos si se sigue quedando dormido durante las lecturas ya no estaría incomodo en el duro sofá de la sala de contención. Un momento...¿Sabiduría se preocupa por la comodidad de un paciente? en verdad pasar un día con vida le ayudo a que se relajara del estrés,siempre tener a un amigo cerca puede ayudar a que el mal humor se vaya....¿o habrá sido otra cosa?. En cualquier caso,sabiduría está vez trajo consigo algunos libros de su biblioteca personal para ver si al loco le apetecía que le leyera alguno y al llegar a la habitación de el un guardia de seguridad se queda tras la puerta para garantizar que si el encubierto dios es atacado pueda sacarlo rápido de ahí.

-Buenos días flojo hora de despertar- movió a Adam que de golpe se despierta pues no esperaba que el mayor estuviera en su cuarto.

-¡Ah! ¡Estoy despierto! pero...que..¿¡Quien demonios te dejo pasar!? ¿Que no existe la privacidad aquí? ¿Que haces aquí, no ya habías renunciado?- las voces en su cabeza se reían de que lo había asustado "ja ja ja idiota,no se fue" "Lastima no te libraste de el" "Aquí viene el psicólogo de quinta otra vez" entre otras cosas.

-No yo me tome un día libre,no te vas a librar tan fácil de mi. Ahora date prisa en levantarte,ahora las sesiones serán aquí y es casi la 1 pm ya dormiste suficiente- se miraba serio pero en el fondo le había divertido asustarlo.

-Te odio por no dejarme dormir...- murmuró entre quejidos mientras se levantaba de la cama.

-Si si si,ya me halagaras después. Traje algunos libros de mi biblioteca personal revisalos y dime que quieres hoy- le pasa algunos libros a Adam y este comienza a revisarlos sentándose en el piso acolchonado.

-Quiero...este,aún un qué me sorprende que tengas algo así en tu biblioteca. De hecho me sorprende que tengas espacio para una biblioteca- bostezo pasando un libro al mayor quien se sorprende pues sabia que era el mismo que le leyó a Adam de pequeño ni el sabia que tenia uno como ese en su biblioteca, al parecer lo había tomado por error cuando eligió los libros en la mañana por las prisas.

-¿El conejito de felpa?...ni yo sabía que tenía esto, pero si así lo quieres te lo leeré- Se preguntaba dónde lo había conseguido o por que lo tenia pero al final no le tomó más importancia.

-Gracias cuatro ojos, "eres el mejor"- Adam como siempre había logrado fastidiar con sus bromas y la deidad solo rueda los ojos al ser llamado así y abre el libro para comenzar la lectura.

El mayor leyó con tranquilidad ese libro para el y así sucesivamente Adam lo volvió a pedir el siguiente día y el siguiente y el siguiente y el siguiente. Rara vez cambiaban de libro, por algún motivo no pasaban de esa lectura ya que Adam no lo permitía. Así se paso un mes,dos...y ya estaban de repente en el tercero. Momento ¿3 meses mas preso? Sumando estos 3 con los otros entonces nuestro loco tiene 6 meses en cautiverio. ¿Por que? ¿De verdad es tan difícil escapar?. Algunas de las preguntas anteriores rondan en la cabeza de sabiduría al no entender como aquel peliblanco pareciera ya haberse rendido de irse pues su segundo intento de escape en estos meses fue todavía más vago que el primero y lo máximo de lejos que llego Adam había sido hasta la esquina del pasillo antes de ser devuelto a su cuarto blanco y claramente como era de esperarse sabiduría terminó reprendiéndolo nuevamente como la primera vez, aunque esta vez Adam fue un poco más atento escuchando el regaño del mayor y al parecer de alguna extraña manera sabiduría podría casi jurar que aquel loco había comprendido sus palabras pues no hubo tantas quejas de su parte por el regaño.

En un nuevo día de trabajo sabiduría llega al cuarto de Adam ya con el libro de siempre listo para leérselo pero esta vez antes de empezar; tenia un par de preguntas para el, la mayoría las había aplazado por que solo se dedicaban a leer pero ya no podía atrasarlas más por que el director de la institución le pedía un diagnóstico certero para compararlo con el de los demás psicólogos que habían pasado por la vida de Adam y así poder estudiarlo. Al entrar al cuarto del menor peliblanco y hacer su rutina de saludarlo y acomodarse el mayor comienza a ejecutar su plan para poder hacer la tarea demanda con la ayuda de una pregunta random para que no luzca tan evidente su cometido.