5

2.4K 451 32
                                    

Guillermo desde su mesa podía ver como Samuel se tallaba los antebrazos con las manos, como si le picara...

Al igual que los muslos.

¿Qué tenía?

********************

—¿Qué tanto le vez a Samuel? —preguntó Frank.

—¿Qué? —respondió Guillermo, sobresaltado—. No lo estaba viendo.

—Sí lo hacías... hombre, casi babeabas, lo juro.

—Ya...

—¿Te gusta? —preguntó, sentándose al lado de Guillermo.

—¿Se nota mucho?

Frank sonrió y recargó su hombro en el de Guillermo, haciendo que este lo mirara avergonzado.

—Mira, Guille... Samuel es mi amigo y lo conozco mejor que nadie —dijo—. Tiene... problemas, y por eso no deja que nadie desconocido se le acerque.

—¿Problemas?

—Cada persona lleva de una manera diferente el dolor, y él... —Guillermo lo miró con las cejas levantadas, haciendo un gesto para que siguiera hablando—. Él no lleva el dolor de una buena manera.

—¿A qué te refieres?

—Samuel es... es una persona triste. No ve lo que los demás vemos en él.

—¿No se quiere? —preguntó Guillermo.

—No, no lo hace.

—¿Por qué?

—No lo sé, no he llegado al punto de que me lo cuente... estoy estancado aquí. Sé que está mal, sé que necesita ayuda, pero no sé como llegar a él.

Guillermo estaba entendiendo todo poco a poco. Ahora entendía el hecho de que Samuel no sonreía nunca, que se enojaba cada vez que alguien le hacía un cumplido...

Y creía entender el por qué de la presencia de las mangas largas en verano.

Tenía que ayudarlo.

Suicida | wigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora