Azul y verde, ¿quién lo diría?

¿Novios?

Narra Marinette.

-Adrien- le dije nerviosa.

Me besó.

Soltó el paraguas y tomó mi cintura.
Yo tenía mis manos en sus hombros que pronto llegaron a su nuca.

-Marinette, en serio te quiero- me dijo al terminar el beso.

-Yo también te quiero Adrien- le dije mientras lo abrazaba.

-¿Adrien?-

Ay no.

-Chloe- dijo Adrien.

-¿Qué significa esto?- dijo Chloe mientras se acercaba a nosotros.

-¿Cómo qué que significa? Es obvio que me gusta Marinette- dijo Adrien mientras tomaba mi mano.

-¡No puede gustarte!- dijo gritando. -Y, ¿por que ella? Yo estoy mas bonita, soy hija del alcalde y soy rica, muy rica- dijo mirándome con desprecio.

-Chloe- dijo Adrien enojado. -Ya basta-.

-No, no puedo calmarme, tu eres mío-. Se le abalanzó y trató de besarlo.

-Chloe, ¡basta!-. Le grité. -Deja a Adrien-.

-Chloe, ¿qué te sucede? Que te importa si ella y yo somos novios-.

¿Qué?, ¿novios?.

-¿Tu y ella?- dijo enojada. -Así que novios-.

-Además, no me importa la posición política que tenga tu padre ni cuánto dinero tengas. Eres fastidiosa y arrogante. ¿Creías que iba a estar con alguien que solo se preocupa por si misma? Jajaja, claro que no y quítate de enzima, estorbas- dijo Adrien mientras la empujaba.

-Adrien, ¿en serio crees eso?- dijo ella con los ojos llorosos.

-No solo yo Chloe- dijo el.

Me tomó de las manos y empezamos a caminar. Chloe se quedó llorando en las escaleras.

Seguía lloviendo, y el paraguas que Adrien dejó caer, se lo llevó el viento.

-Adrien- le dije.

-¿Sí?- me dijo con una sonrisa.

-¿Somos novios?- le dije sonrojada.

-Pues claro Marinette- me dijo riéndose. -¿Por qué no lo seríamos?-.

-Por que no me lo pediste- le dije.

-Agg- dejó de caminar.

La calle estaba solitaria y la lluvia estaba demasiado fuerte.

-¿Serías mi novia Marinette? Quiero que estés conmigo, no me importa si lo nuestro dura muy poco. Yo no te quiero dejar por nada del mundo- me dijo mientras me abrazaba.

-Adrien- le dije llorando. -Claro que quiero, ¿sabes cuánto he estado esperando por esto? Desde ese día del paraguas, me gustaste y mucho-.

Me besó. Nos separamos por falta de aire y empezamos a caminar.

Llegamos a mi casa. No estaban mis padres. Así que lo invité a pasar.

-Quédate aquí hasta que pase la lluvia- le dije.

-Claro, muchas gracias Marinette- me dijo sonriendo.

-Toma, una toalla para que te seques- le dije entregandole la toalla.

-Gracias- me dijo mientras la tomaba.

Le di chocolate caliente y nos sentamos en el sofá.

-Marinette, ¿por qué eres tan buena?- me dijo sonriendo.

-Solo lo soy con las personas que lo son conmigo- le dije tomándole la mano.

-Claro- me dijo sonriendo.

-Espero termine la lluvia, tienes que ir a casa a cambiarte o te enfermarás- le dije preocupada.

-Yo no quiero que termine- me dijo. -Quiero estar contigo más tiempo-.

-Adrien- lo vi fijamente.

-Marinette- me dijo mientras tocaba mi mejilla. -Te amo-.

Lo tomé de las mejillas y lo besé. Era un beso gentil, pero luego sentí su lengua y también quise que el sintiera la mía.

Nos separamos por falta de aire.

-Ya terminó la lluvia, deberías irte o tu padre se enojará contigo- le dije.

-Cierto, debo irme princesa- me dijo mientras me abrazaba.

Caminamos a la puerta de mi casa de nuevo nos besamos.

-Hasta mañana- le dije.

-Adiós, hasta mañana- me dijo él.

Se fue alejando y me metí de nuevo. No tardaba y empezaba a llover de nuevo.

-Tikki, ¿puedes creerlo? Ya somos novios- le dije emocionada.

-Felicidades Marinette, siento que fue muy pronto pero no importa, es genial que ya sean pareja- me dijo mi pequeño kwami.

Me bañé y me acosté en mi cama. Había sido un día pesado.
Me dormí con una sonrisa gigante por lo que había pasado.

Era el mejor día de todos.