Capitulo 3

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- Mamá tengo muchas ganas de vomitar

- Cariño seguramente fue por todos los dulces que comiste anoche con Nathan, ve y acuéstate te preparare una sopa

- Donde están todos?

- Tu padre fue a la oficina, Tom salió al lago y los padres de Nathan vinieron por el temprano, no quiso despertarte pero dijo que lo llames en cuanto puedas ahora vete a la cama

- Bien - camine poco a poco a mi habitación pero las nauseas volvieron y tuve que correr al baño a vomitar, no debí comer tantos dulces ayer, debo llamar a Nathan para ver si esta igual, saque mi tlf de mi bolsillo y marque su número.

- Hola momo hasta que despiertas... - dijo con alegría

- Hola como estas?

- Estas bien momo?

- No, la verdad es que no tengo nauseas y me siento muy mal, mamá dice que fueron los dulces de ayer, tú te sientes bien?

- Si bastante bien la verdad, quieres que vaya a tu casa?

- No, está bien creo que dormiré un rato y te llamare cuando despierte te parece?

- Segura que no quieres que vaya?

- Segura

- Bien, que flores quieres que lleve a tu funeral?

- Eres un idiota

- Igual me amas

- Te quiero o te soporto pero no te amo

- Aaauuch... yo a ti si te amo - unas extrañas cosquillas se hicieron presentes en mi estomago

- Lo sé, adiós prometo llamarte más tarde

- Estaré esperando amada mía - la voz de su madre se escucho al otro lado - voy mamá debo colgar mo espero te mejores adiós

- Adiós - Corte el tlf y me recosté en un mueble que estaba cerca de la puerta del baño, mi madre entro a la habitación después de unos minutos

- Mía levántate, ven para que tomes la sopa - coloco el plato en la mesa de noche y se sentó al borde de mi cama - le di el día libre a todos porque me quedare aquí contigo

- Pero y tus pacientes? - dije sentándome en la cama junto a ella

- Tu eres mi paciente más importante, ahora tomate la sopa - comencé a tomar la sopa de pollo que mi madre me había preparado, mis padres eran muy dedicados en sus trabajos pero cuando alguno de nosotros los necesitaba dejaban todo por estar para sus hijos, el lema de los Donovan es la familia siempre es primero y se cumplía todo el tiempo, un fuerte ruido se escucho en la planta de abajo y mi madre se sobresalto un poco - quédate aquí iré a ver que fue eso - dijo saliendo de la habitación

El grito de mi madre hizo que el plato se me cayera al suelo derramando la sopa, corrí a la puerta para salir y ver que ocurría, los gritos se hacían mas fuertes mientras yo avanzaba, mi respiración se agitaba mientras bajaba las escaleras, cuando llegue al primer peldaño vi la escena, mi madre luchaba con todas sus fuerzas para soltarse del agarre de dos hombres encapuchados que intentaban amarrarla, uno de los hombres me miro y soltó el brazo de mi madre y corrió hacia mí, yo estaba inmóvil viendo como el otro hombre golpeaba a mi madre para intentar amarrarla, el segundo hombre llego hasta donde yo estaba intente retroceder pero tropecé con la escalera y caí, tomo mi brazo fuertemente, mi madre miraba horrorizada como él me golpeaba para que yo dejara de forcejear, perdí el conocimiento cuando me golpeo por tercera vez.

                                                                                         ...

La puerta de mi habitación sonó, me había quedado dormida después de llegar del instituto, desperté desorientada y sin saber en dónde me encontraba, mi pecho subía y bajaba agitadamente y el sudor corría por mi frente, la puerta volvió a sonar sacándome de mi confusión.

Solo fue un sueño Mía, estas en casa

- Señorita? - dijeron tras la puerta

- Si? - dije abriéndola

- Alguien le ha enviado un regalo - dijo la muchacha de cabello castaño

- A mi? estás segura?

- Si lo trajeron hace un momento, viene con una nota pegada

- y donde esta?

- Abajo en la sala es que es bastante grande y pesado - la mire confundida y salí de la habitación

La caja era grande y de color violeta con un moño blanco, a un lado atado con una cinta estaba un sobre, lo desate y lo tome, desate el moño grande de la caja y quite la tapa, los cuatro lados de la caja cayeron dejando ver dos dispensadores llenos de osos de gomitas, uno solo con rojos y otro solo con los verdes, la chica me miro sorprendida y el calor subió a mis mejillas.

- Dile a alguien que por favor los suba a mi habitación - Nathan por que me haces esto?, abrí la tarjeta y comencé a leerla

Aun se cuando mientes pero también se que te encantan los rojos y bueno los verdes son para mí. No cierres la puerta de tu balcón puede que te visite esta noche.

Atte: Tu querido Nathan.


                                                                                 ...

- Sabia que la dejarías abierta - dijo entrando por el balcón

- Si no la dejaba abierta tocarías hasta que te abriera la puerta - Nanthan sonrió de medio lado y se sentó en mi cama

- Veo que te gusto mi regalo

- Son osos de gomita sabes que me encantan - tome un puñado de osos verdes y se los ofrecí - que haces aquí?

- Solo quería hablar con una vieja amiga - tomo los osos mientras me senté junto a el - te extrañe 

- Nunca me buscaste 

- Si lo hice pero no te encontré - tomo mi mano y comenzó a acariciarla con el pulgar como solía hacerlo - se que tuvo que ser difícil Mía no sabes cuanto lamento no haber estado contigo

- No podías, no sabias donde estaba - me levante de la cama dándole la espalda - tuve miedo Nathan cada día en ese sitio con sus horas de terapia, sus medicinas y sus médicos vigilando me, cada día me sentía menos yo, me sentía sola- las lagrimas caían por mis mejillas me tomo por los hombros haciéndome girar y así poder mirarlo a los ojos

- No estas sola, ya estoy contigo y no pienso volver a dejarte - seco mis lagrimas y me abrazo haciéndome sentir segura

- Lo prometes?

- Te lo prometo momo - dijo susurrando en mi oído 

- Quédate como lo solías hacer - dije suplicante, era estúpido pero lo extrañaba tanto

- Que película veremos? - dijo sonriente acostándose en mi cama

Para siempre MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora