Conociendo a Mrs Brown © #PGP2020 [S.U.D.C #1] ❌

Capítulo 18| "Siguiendo reglas"

#SábadosMarrones

#YoQuieroSaberQueOcultaMason

#NosLeemosEnLaNotaDeAutorAlFinal

#VamoALeer

#LaPrimeraQueVoteYComenteLeDedicaréElPróximoCapítulo

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Salí de la cama justo cuando escuché la alarme en mi teléfono. Eran las 6 am, así que sólo disponía de tres horas para estar lista e ir a la universidad. En ese lapso de tiempo, debía de tomar un taxi que me llevara hasta mi casa, para así poder ducharme, desayunar con mi padre y mis hermanos e irme a clases.

Estiré mis manos sobre mi cabeza, justo cuando mis pies tocaron el piso alfombrado de la habitación de Mason. Ahora, con ayuda de los rayos del sol que comenzaban a colarse entre las cortinas, pude curiosear por los alrededores, dándome cuenta que ese chico en realidad vivía entre lujos.
Una pantalla de al menos 60 pulgadas, estaba incrustada en la pared, bajo ésta, en un mueble de cristal, se encontraba un estéreo; mantenía dos computadoras portátiles sobre una mesa al lado de la cama, y sobre ellas, una cámara fotográfica profesional.

El tamaño de la habitación, tal vez triplicaba a la mía, al igual que su cama, donde podrían dormir cómodamente cuatro personas. Sus paredes eran oscuras, sin ninguna decoración, y al lado del armario, tenía una maleta medio hecha, es como si estuviera preparado para abandonar el sitio en cualquier momento.

Un sobre blanco que se encontraba al lado de las portátiles, con la fecha de dos meses atrás, llamó mi atención. Lo tomé entre mis dedos y lo sostuve, dándole vuelta para darme cuenta que estaba sellado. No tenía remitente, o destinatario, por lo que no pude darme cuenta si era suya, o si iba a enviarla.

Antes de colocarla nuevamente en su sitio, pasé mis dedos por una única letra que lo decoraba, era una simple "T".

Un golpe en la puerta me hizo dar un saltito. Caminé hasta la cama y me senté sobre ella otra vez. No es como que quisiera que me encontrara revisando sus pertenencias.

—¿Cookie? ¿Ya despertaste? —preguntó, sin dejar de tocar.

—Sí. Ya debo irme.

—¿Puedo pasar?

—Es tu habitación —bromeé.

Empujó la puerta y caminó con paso vacilante en mi dirección. Llevaba consigo unos pantalones oscuros, estaba descalzo y unas pequeñas gotas de agua se deslizaban por sus bien proporcionados pectorales.

Me fue inevitable no barrer su cuerpo con mi mirada, no había visto a tantos chicos semi desnudos en mi vida, y mis hermanos sin alguna duda, no contaban.

—Pensé que ibas a estar dormido cuando me fuera —dije, después de que se sentara a mi lado.

Tomó una de mis manos entre las suyas y besó uno a uno de mis nudillos, antes de abrirla y depositar otro beso en la palma de mi mano.

—No suelo dormir mucho. Y ésta noche, al saber que estabas en la habitación de al lado, no pude cerrar los ojos —me guiñó un ojo, sonriendo de medio lado.

Me sentí sonrojar mientras me dedicaba a evitar su mirada.

Mason se había comportado como todo un caballero, nos habíamos quedado abrazados en el sofá hasta altas horas de la noche, viendo una serie llamada: The Walking Dead. Después de cuatro capítulos, Mason me había llevado hasta su habitación, donde me dejó sola para él irse a la habitación de al lado.