Epílogo

4.5K 369 100
                                    

Ambos bajaron rápidamente del auto, para entrar de la misma manera al hospital. Hacia media hora que Nino los había llamado, diciéndoles que Alya había entrado en trabajo de parto.

Todo había sido tan rápido. Exactamente 4 meses desde que Adrien había desistido de irse a Londres. Exactamente 4 meses que ambos habían decidido comenzar algo, juntos. Y exactamente un mes que ambos habían comenzado la Universidad. Para la dicha de ambos, habían conseguido entrar en la misma Universidad... aunque claro distintas carreras.

Todo era perfecto... bueno no todo. Adrien era visto en la Universidad como el hombre más sexy que todas las chicas hubieran visto antes. Marinette era muy consciente de ello, y sus celos no podían quedarse sin saltar y provocar una que otra pelea. Es más, en ese preciso momento en el que Nino había llamado, estaban discutiendo... Divisaron a una enfermera y se acercaron a ella.

-Una pregunta, ¿la sala de maternidad?.- preguntó algo agitada la azabache.

-Sigan por aquel pasillo todo derecho.- le contestó la mujer. Ambos le dieron las gracias y siguieron corriendo.

Ella lo miró de reojo. Aún tenía ganas de decirle unas cuantas cosas más... Adrien la miró de costado, sonrió levemente. Ella era tan terca, no entendía que solo tenía ojos para ella. Divisaron a Nino caminado de aquí para allá. Este se giró a verlos y se acercó a ellos para abrazar a Marinette.

-Tengo miedo, tengo mucho miedo.- le contó él.

-Tranquilo, hermano, todo saldrá bien.- lo calmó Adrien.

-Es que... olvidé todo lo que hemos practicado. Y... y creo que voy a desmayarme en cualquier momento.- habló nervioso.

-¿Dónde está Alya?.- le preguntó Marinette.

-Están haciéndole una última ecografía para ver la posición de la bebé.- respondió y miró hacia la puerta-. Voy a tener que entrar y creo que me está por dar un ataque de pánico.

-Tranquilo, respiremos juntos.- dijo el rubio y apoyó una de sus manos sobre el hombro de su amigo. Ambos respiraron como si ellos fueran los que estaban por dar a luz.

-Señor Lahiffe... ya puede entrar.- le dijo una mujer ataviada de blanco asomando su cabeza por la puerta. Nino miró a sus amigos.

-Deséennos suerte.- les pidió. Los ojos de Marinette se llenaron de lágrimas.

-Mucha suerte.- dijo con la voz temblorosa-. Y por favor dile a Alya que la amo y que todo va a estar bien.

-Y que no se preocupe, estaremos aquí hasta que todo termine.- agregó Adrien. Nino sonrió y se armó de fuerza para entrar a la sala.

Marinette soltó un suspiro y miró a su alrededor, sintiéndose repentinamente nerviosa. Durante todos esos meses había visto crecer el vientre de su amiga y ahora dentro de unos minutos vería la cara de su sobrina. Comenzó a moverse frenéticamente por el pequeño espacio en el que los dos estaban sentados. Sin darse cuenta cruzó mirada con su NOVIO, el parecía estar tranquilo que eso la perturbó más aún. Tenía esa cara cínica que ponía siempre cuando ella estaba enojada.

-Ya no me mires.- le dijo y cruzó sus brazos sobre su pecho.

-¿Estás enojada?.- preguntó él con una leve sonrisa.

-¡No, para nada, mi vida!.- dijo sarcástica-. Para nada me molestó que le coquetearas a la chica de la caja registradora del mercado.- Adrien no pudo reprimir una carcajada, que hizo que Marinette se pusiera roja del enojo. Levantó su mano y lo golpeó en el brazo.

-Oye, oye.- le dijo él y le tomó la mano para luego de un tirón acercarla a su cuerpo. Su bello y perfecto rostro le quedó bien cerca-. Yo no coqueteé con nadie...

El primer amor siempre duele -MLB AU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora