Capítulo 13 | Egocéntrico

3.9K 222 36
                                    

La luz del sol la obligó a abrir los ojos. Su estómago gruñía y se sentía ligeramente mareada. Era obvio. Ni una migaja de pan caía en su estómago desde hace tres noches. Apostaría a que tenía un aspecto terrible. Tomó el cuchillo de Justin ubicado en el suelo. Miró su reflejo en la hoja: las ojeras bajo sus ojos la hacían ver enferma y la palidez en su rostro no ayudaba mucho. Su pelo era un desastre. No culparía a las aves si la confundían con un árbol. El moretón que había formado el vampiro aquella vez que la golpeó en la mejilla no había desaparecido por completo. Bajó la mirada observando su vestimenta. Partes de su camisa y pantalón estaban quemadas. Sus brazos estaban también sucios desde el incendio.

Había pasado por tanto en tan poco tiempo. Se sentía agotada. Quería volver a su casa. Se preguntaba si sus amigas o la policía la estaban buscando. Era como si estuviera secuestrada.

Ahora tenía que convivir con dos vampiros y un hombre lobo. Justin, que era un sobre protector, Jack, extrañamente bipolar y Jake, que sinceramente no sabía lo que tenía en la cabeza. Los tres eran personalidades muy distintas.

Paseó su vista por los tres chicos dormidos. No quería despertarlos. Tenía pensado caminar hacia el río a unos cuantos metros. Habían caminado paralelo a éste durante horas. Se preguntaba si tenía una desembocadura o algo parecido.

Con mucha dificultad se puso de pie. Un fuerte mareo la invadió. Si no comía pronto se desmayaría. Su tobillo aún era un incómodo dolor. Podía apoyarlo en el suelo, pero le era inevitable no renquear cuando caminaba. Se ayudó con los árboles junto a ella para apoyarse en ellos. Se sentía demasiado débil.

Por fin llegó a la orilla del río. Se sentó en el suelo y se miró en la cristalina agua. Entre sus manos tomó una cantidad y se la llevó a la cara intentando avivar un poco su aspecto. Después ató todo su cabello en una trenza de medio lado con la ayuda de la goma (cola, liga…) que rodeaba su muñeca. Logró refrescarse un poco. Luego tomó grandes cantidades de agua para intentar engañar al estómago.

-¿____? –Escuchó la voz de Justin a sus espaldas. Ella se giró para mirarlo mientras él soltaba un suspiro-. Me asustaste. Creí que te habían secuestrado

-Lo siento –murmuró y volvió su mirada al río dispuesta a limpiar la suciedad en sus brazos.

-¿Qué haces? –se sentó junto a ella.

-No me habías dicho que era un desastre. Hasta me asusté a mí misma en cuanto vi mi reflejo –Justin largó una carcajada-. En fin… -suspiró-, Oye; tengo una pregunta.

-¿Cuál? –miró el césped, despreocupado.

-¿Qué intentas ocultarme?

Justin se tensó inmediatamente. No tenía ganas de hablar respecto al tema.

-Eso no te incumbe… -giró la cabeza al lado contrario, evadiendo su mirada.

-Se trata sobre mí. Me incumbe más que  a nadie. Más que a ti –finalizo en un tono serio-. Desde que te conocí me escondes cosas. Cosas que tal vez serían importantes que supiera. Cosas que me ayuden a entender por qué soy la chica de la profecía.

-Sé que eres la chica de la profecía –su respuesta fue cortante.

-¿Y por eso eres tan sobre protector conmigo? ¿Me cuidas sólo porque si muero a ti también te afectará?

-Te sobre protejo porque me importas –la miró directo a los ojos.

-Si te importara, no me ocultarías nada –elevó el tono de su voz.

-Te diré cuando sea el momento.

-¿Y ahora no es el momento? Cada segundo que paso desde aquella noche es un milagro para mí. No sé si moriré dentro de cinco minutos devorada por un lobo.

-Los lobos te quieren para la profecía –corrigió-, no tendría sentido si te asesinaran

-¡¿Y eso qué importa?! ¡Hablo de que en cualquier momento llegará algo e intentará dañarme!

-¡Para eso estoy yo!

-¿Y qué te hace diferente a los demás vampiros, Justin? ¡Prácticamente me obligaste a llegar hasta el Monte Cascada!

-¡Yo no te obligué a nada! –su mirada se volvió oscura-. ¡Y nunca vuelvas a compararme con el resto de los vampiros!

____ se puso de pie y se cruzó de brazos, molesta.

-¡Te crees superior a los demás, Justin! ¡¿En serio crees que eres mejor que el resto de los vampiros e incluso un lobo?! ¡Dios! ¡Eres tan egocéntrico!

Justin también se puso de pié y se acercó.

-Tienes razón, tal vez no sea mejor que ellos. Pero lo que sí agradezco ¡es no ser un inútil humano COMO TÚ!

Los ojos de ____ se cristalizaron, pero el coraje era mayor. Sentía tanto odio hacia él. La mezcla de extraños sentimientos se formaban en su pecho sintiendo su corazón encogerse. Retrocedió poco a poco acercándose a un arbusto.

-¡Prefiero ser una humana antes de la criatura desagradable que tú eres!

De un pronto a otro, los colmillos de Justin sobresalieron de sus labios. ____ sentía miedo de lo que pudiera llegar a hacer.

-¿Tienes miedo, cierto? Sabes que en cualquier momento puedo incrustar mis colmillos en tu cuello y matarte –una sonrisa arrogante apareció en su rostro.

-Eres igual al vampiro que intentó hacerme daño esa noche –murmuró.

Con ayuda de sus poderes vampíricos, corrió hacia ella y la estampó contra un árbol.

-No, bebé... Soy mucho más peligroso que él –susurró.

Una Profecía | Justin Bieber y _______ VanGlodiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora