Capítulo 28 | Bebe mi Sangre

3.1K 195 1
                                    

A ____ le sorprendió que respondiera con tanta naturalidad. Notaba la sinceridad en sus palabras y la dulzura con la que lo había dicho. Se sintió incómoda por unos instantes, pues no sabía que responder.

Justin jadeó interrumpiendo el silencio. Recostó su cabeza hacia atrás cerrando ligeramente los ojos.

-Justin, ¿qué tienes? –Se acercó a él para mirar con más claridad su pálido rostro.

-Tengo sed –respondió, aún con los ojos cerrados.

-Te traeré un vaso con agua. –Hizo un intento de levantarse, pero la mano de Justin la tomó del brazo rápidamente.

-Nena, soy un vampiro –la hizo entrar en razón, con ternura.

Un escalofrío le recorrió el cuerpo entero. Por primera vez, en los largos días que había pasado con él, sintió miedo. Sintió que podría hacerle daño. Instintivamente cerró los puños intentando contener el nerviosismo.

-No, no, no, muñeca. No me tengas miedo –acarició su brazo delicadamente-. ¿Me crees capaz de hacerte daño?

Ella tardó algunos segundos en responder, pero finalmente su respuesta salió de su corazón:

-Sé que no me harás daño, Justin.

Él le dedico una enternecida sonrisa.

-Ven, acuéstate junto a mí. –Se movió un poco hacia atrás dándole el suficiente espacio para que se acostara.

Ella así lo hizo, y él la abrazó con tanta fuerza, como si pidiera que no se volviera a alejar de él jamás.

-¿____, puedo preguntarte algo? –Susurró a su oído

-Claro

-¿En verdad prefieres a Jack antes que a mí?

-Los quiero a los tres por igual, Justin, sólo… que de distintas maneras.

-¿Por qué quieres a Jack?

-¿Sabes qué es lo que más admiro de Jack? –Alzó la mirada para verlo a los  ojos-, que en todo este tiempo que llevo de conocerlo, y a pesar de saber la triste historia sobre su pasado, jamás lo he escuchado decir que odia a uno de sus hermanos.

Justin suspiró pensando en la verdad de sus palabras. Lo quisiera o no, era su hermano; y por más que lo había intentado, no podría hacer nada para evitarlo.

-¿Y entonces, por qué me quieres a mí? –Preguntó, desanimado.

-Porque eres la única persona a la que le he importado después de que murieron mis padres. Nadie jamás se había preocupado por mí. Ni siquiera mis amigas. -Justin le acarició el brazo y besó su cabeza varias veces-. ¿Aún tienes sed?

-Bastante -respondió, en un agotado murmuro.

Ella levantó su muñeca lentamete sin saber lo que hacía exactamente. La acercó a la boca de Justin.

-Bebe de mí -propuso.

-¿Qué? No -se negó, inmediatamente-, desde hace cinco años bebo de animales que viven en este bosque. Desde entonces no he saboreado ni una gota de sangre humana. No quiero hacerte daño.

-Sé que no lo harás. Confío en ti.

-Pero te va a doler -dijo, inseguro.

-Estáré bien, sólo hazlo -ordenó, acercando más el brazo.

Cerró los ojos para no tener que verlo. Tenía miedo, pero más que nada quería que Justin estuviera bien. Sintió los colmillos hacer presión y romper su piel. ____ se quejó y apretó los ojos con más fuerza. Justin comenzó a succionar, saboreando cada gota de su dulce sangre. Debía detenerse por el bien de los dos, estaba por salirse de control. Se alejó con brusquedad y evitó mirar la sangre que recorría su brazo.

-Hay un venda en el botiquín de emergencias en el baño -avisó él. ____ terminó de rodear su herida con la venda y caminó de vuelta hacia Justin-. ¿Estás bien? ¿Te hice daño?

-Yo estoy bien. ¿Tú cómo te sientes?

-Mucho mejor. Gracias, no debiste hacerlo. Una gota más y me habría vuelto loco.

-Ya te lo dije, Justin. Sé que nunca me harías daño.

Después de veinte minutos hablando mientras se abrazaban, los dos cayeron en un profundo sueño.

El sol se coló entre las ventanas. El reloj en la pared marcaba las siete de la mañana. Justin abrió los ojos cuando un frío tacto hizo contacto con la herida en su pierna. Miró hacia abajo y encontró a ____ limpiándola con una toalla mojada.

-¿Te arde? –Le preguntó, suavizando los toques.

-No –respondió, con voz ronca-, ¿dormiste bien?

-Sí, ¿tú?

-Junto a ti, mejor que nunca –le guiñó el ojo. Ella respondió simplemente con una tímida sonrisa.

Una Profecía | Justin Bieber y _______ VanGlodiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora