CAPÍTULO 37

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– N-no debí decirle nada. S-soy malo. - Desde que Jimin y Jungkook se fueron, TaeHyung no ha dejado de llorar. Traté muchas veces de sacarle de la habitación, pero no quiere nada. Era frustrante sentir que no puedes ayudar a una persona, soy policía y no soy capaz de salvarle a él, de ayudarle y llevarlo con su familia...

¿Qué clase de policía soy si no puedo salvar vidas? ¿Qué clase de policía si no puedo atrapar a un hijo de puta que subasta personas? ¿De qué me sirve tener toda la información si aún no tengo algo que lo incrimine con todo lo que sé? Me sentía frustrado, llevaba tan poco tiempo con este chico a mi cuidado y ya comenzaba a cuestionarme toda mi vida, por qué me pone de esta forma este niño...

– TaeHyung...- Le llamé, pero no obtuve respuesta no se movió, no me miró sólo siguió en posición fetal llorando. Mi ceño se frunció, no sólo me estaba frustrando, sino que estaba acabando con mi paciencia. Un pesado suspiro se escapó de mis labios, me acerqué a la cama y de un sólo jalón lo levanté.

– ¡¿Qué haces?! ¡Bájame! - No hice caso de sus palabras, sólo comencé a caminar con él en mi hombro. Me gané muchos golpes, pero nada que doliera tanto.

Llegué a la sala dejándolo caer sobre el sofá como si fuese cualquier bulto. Una sonrisa se formó en mi rostro al ver que ya no estaba llorando, sino que todas aquellas lágrimas se transformaron en un ceño fruncido y un sonrojo.

– ¿Qué creías que hacías? - Su voz sonó molesta, muy diferente a ese días que lo traje conmigo, ese día aun lo recuerdo como si fuese ayer, porque definitivamente marcó un antes y un después.

Su rostro y cuerpo se veían tan frágiles, nunca me había encargado de cuidar a una persona como lo hice con él. Lavé cada golpe, porque sí, muy a mi pesar tenía bastantes golpes en su cuerpo, golpes que hábilmente cubrieron con maquillaje para ese día de la subasta.

Mi ceño se frunció al recordad la manera en que vomitaba, el miedo que tuve al ver que sangre salía de su cuerpo. Estaba drogado, muy drogado como para recordar todo lo que tuve que hacer por el para qué sobreviviera. Negué con mi cabeza alejando todos aquellos recuerdos, lo salvaste, fue difícil, pero lo conseguiste eso es lo que importa.

– ¿Qué mierda crees que haces? - Gruñí con mi voz más que cabreada, sus ojos se abrieron como platos.

– Piensas que con sólo llorar se solucionará todo, ¿crees que haberle ocultado todo eso hubiese sido mejor para no hacerle sufrir? Pues déjame decirte que eso no sería así, ahora puede que tu amigo se sienta mal, y este sufriendo, pero es mucho mejor a que viva en una mentira, el dolor desaparece, pero si le hubieras mentido tu cargarías con algo que no te corresponde, y el seguiría creyendo que ese sujeto que se dice ser su padre lo quiere...-

Suspiré mientras me arrodillaba frente a él, posicioné mis manos en sus muslos apretándolos levemente.

– Lo que hiciste estuvo bien. Las mentiras son aún más doloras que las verdades, ya no te sientas mal porque lo hiciste bien, fuiste un buen chico, ¿entendido?-

Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro al ver cómo el contrario asintió con su cabeza, me asombré al sentir como mi cuerpo quedaba recostado en el piso con el peso contrario sobre mí. Me abrazó fuertemente, una pequeña risa se escapó de mis labios, guie mi mano a su cabello acariciándolo levemente. No era una persona de muestras de afecto, de hecho, me molestaban, pero con él era distinto. Taehyung es un mocoso que se encuentra perdido y por alguna razón quería ayudarle a encontrar su camino...

– G-gracias oficial Jung...- Seguí moviendo mis manos por su cabello.

– Solo dime Hoseok, ya es momento de que dejes de llorar. Solucionaré todo lo prometo, sólo dame algo de tiempo. - Sentí como movía su cabeza en un asentimiento.

PLEASE SAVE ME TONIGHTWhere stories live. Discover now