8. Buena acción

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Josh Martins en multimedia.

En el siguiente concierto opté por centrarme más en Mike y no acosar a Chad con los demás admiradores. Sam y yo disfrutamos de la actuación del telonero, el cual se veía muy feliz de encontrarnos entre el abundante público.

Cuando llegó el turno de mi ídolo, lo hizo alucinante, como siempre. La escenografía, iluminación, coreografía... Todo era perfecto.

Le regalé mi pase del Meet&Greet de ese día a una niña que estaba llorando porque no se quería ir. No era solo por hacer una buena acción, sino porque desde nuestro encuentro en el camión me aterraba estar cerca de Chad. Lo más probable era que ni se acordase de mí pero la sonrisa de la pequeña al enterarse de que podría conocer a su ídolo valió la pena el sacrificio. No obstante, el rostro de su padre no mostraba la misma emoción. Debería estar feliz de ver a su hija cumpliendo sus sueños no observarme como si lo hubiera hecho peor.

Sam me miró extrañado y yo le dediqué una sonrisa amable.

—¿Qué tal te fue con tus nuevos amigos?

—Bien, fue interesante. ¿Dónde estuviste?

—Pretendía charlar con Kim pero huyó de mí, estuve paseando por la ciudad—respondió mi amigo.

—Ahuyentas a las chicas, Samuel.

—Y tú atraes a los chicos— señaló cómo se acercaban Mike y Josh por detrás. Me giré para verlos. No venían juntos, pero ambos llegaron a la vez. Sam puso los ojos en blanco y se alejó de nosotros antes de que los chicos saludaran. Si seguía haciendo ese gesto le quedarían los ojos del revés.

—Hola, Alex— dijeron al unísono. Josh miró con rivalidad al otro al terminar la frase.

Reprimí una risa ante lo cómico de la situación. Este chico era más inmaduro que mis antiguos compañeros del instituto.

Rayos, pensar eso me hacía sentir vieja.

—Hola, chicos, ¿qué hacéis aquí?

—Venía a pasar un rato con mi nueva amiga... A solas— prosiguió el bajista mirando al telonero mientras me agarraba un brazo.

Ni que fuera un melón en oferta, hay Alex para todos, gente.

—Yo venía a hacer lo mismo— sonrió falsamente el otro—, pero mejor me voy.

—No tienes que irte— protesté en vano.

—¡Mike, ven!— gritó la voz de Aubrey a lo lejos, interrumpiéndome.

—¿Lo ves? El destino nos quiere juntos— señaló el chico con tono sensual mientras nos encaminábamos hacia el camión para tener más privacidad. Había una gran masa de personas cerca del escenario.

—¿El destino o Aubrey?— bromeé alzando una ceja.

—Déjala, esa chica tiene una especie de obsesión con Mike— bufó.

—La comprendo— dije sin pensar y me sonrojé al darme cuenta de lo que acababa de soltar.

Antes de que pudiera decir algo más, Josh ya había retomado la palabra.

—¿No has ido a ver a Chad?— preguntó ignorando lo que había dicho, aunque mostraba una expresión ligeramente molesta.

—Hice mi buena acción del año y le regalé mi pase a una niñita.

—Ahora el resto del año ya puedes ser mala persona— me siguió la broma.

—Prepárate porque puedo ser muy mala.

El último veranoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang