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El pequeño Zayn se escondió a tiempo debajo de la mesa y tapó sus oídos con sus manitas cuando los sonidos de los pasos inundaron la habitación, pero no fue suficiente, de cualquier modo el logró escuchar la voz de Franco, su padre, llamándolo a el y a su mami.
-¡Trisha! ¡¿Dónde está mi maldita comida cómo te la pedí?!- El silencio duró unos segundos antes de que el hombre sonriera ampliamente y canturreara.

-Zayn, ¿donde estás pequeño engendro? Ven a saludar a papá, no te escondas...sabes que voy a encontrarte...-

Con miedo en sus ojitos el morenito aguantó la respiración y se hizo bolita en el suelo apretando fuertemente los ojos. Franco Malik era un hombre que para lo único que canturrearía seria para anunciarle la muerte a alguien, no era un padre ejemplar y mucho menos un padre cariñoso, Zayn no entendía por qué su papá era tan malo si él se portaba bien, hacia sus tareas y la mayoría de las veces acomodaba la mesa para cuando su padre llegara hambriento y cansado a casa, esperando ganarse por lo menos una sonrisa de agradecimiento; pero sólo recibía una mala mirada y un grosero tono de voz ordenandole que se alejara, ese trato empeoró cuando Zayn les habló a él y a su madre acerca de un niño que tenía ojos muy bonitos y que siempre le sonreía desde la mesita que compartía con sus amigos, su madre había sonreído enternecida y había dicho que era probablemente por que quería ser su amigo, pero el pequeño de cabello azabache no estaba satisfecho con la respuesta y le explicó que eso no podía ser por que él no sentía cosas raras en su estómago como las que provocaba el bonito niño, cuando estaba con su amigo Harry. En ese momento, Franco enloqueció y colérico se quitó el cinturón del pantalón para darle una lección a Zayn y por que él no tenía maricas en casa.
El padre de Zayn no siempre llegaba de buen humor y cuando lo hacía eran los días en los que Zayn temía por su vida y la de su mami.
Encogiendose aun más debajo del mueble, escuchó a su padre buscar en las puertas del mueble que estaba junto a la puerta principal de la casa y un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza, mordió el dorso de su pequeñita mano para evitar hacer algún sonido que pudiera delatarlo; los pasos se acercaban cada vez más y Zayn lo único que quería era obtener poderes de sus super héroes favoritos y hacerse invisible, además de una super fuerza para que Franco no pudiera acercarse de nuevo a su mami y es que a la corta edad de seis años, Zayn ya había tenido y visto maltrato suficiente.

El niño era consciente de que esconderse sólo alimentaba la ira de su padre, pero le gustaba creer que Franco no lo encontraría y se daría por vencido.

Como todas las veces, Zayn estaba en un error.

Alzando la tela del mantel que se hallaba sobre la mesa, Franco asomó su cabeza sonriendo ampliamente y Zayn abrió sus ojitos enormemente soltando un gritito de susto y sorpresa.

-¿Por que no saliste a saludar a papá, Zaynie?

Set It On Fire || Ziam MayneWhere stories live. Discover now