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Narra Farah

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Narra Farah

Después del almuerzo regresé a mi oficina, me senté en mi escritorio y comencé a llenar unos papeles.

— Él señor Patterson quiere verla de inmediato — Me dijo Margarita

Frunci el ceño. Con un suspiro de resignación, me dirigí a la oficina del director de recursos humanos de la empresa.

— Señorita Scott, pase — El hombre levantó la vista al verme entrar
— Siéntese, por favor. —

— Cuando fue contratada — él carraspeó y tiró del cuello de la camisa antes de mirarla a los ojos — fue para un puesto temporal, Como ayudante del señor Mendes. —

— Correcto — ya había pasado por todo aquello.

— Siento mucho comunicarle que ya no necesita una ayudante, Ha cambiado de planes. —

— ¿Disculpe? —

— Su contrato ha terminado con carácter inmediato —

— ¡Eres un idiota! —

— El servicio de seguridad la acompañará a su oficina para que recoja sus pertenencias —

— Señor Patterson, puede decirle de mi parte al señor Mendes, Que es un ldiota engreído y una mierda que no fue capaz de despedirme en persona —

Me levanté y salí de la oficina, dos guardas de seguridad me siguieron hasta el ascensor.

— Conozco la salida —

—  Es protocolo de seguridad —

Rode los ojos y al salir del hotel les mostré mis dos dedos medios.

— Díganle al señor Mendes que se los meta por el culo, Hasta luego —

Maldito seas, Shawn.

Ese hombre había conseguido convertir la noche más bella de su vida en algo sucio y odioso.

Se sacudió mentalmente. No servía de nada sentir lástima de sí misma. Sólo le quedaba recoger sus cosas, seguir adelante y, con suerte, aprender la lección.

(...)

Cinco meses después...

Shawn subio al auto, El conductor ya conocía el destino, de modo que no tuvo más que sentarse en el asiento de atrás mientras el coche se dirigía al hospital en el que estaba ingresada Farah.

Debía de tener algo serio si había recurrido a él después de no dar señales de vida en cinco meses. La culpa era un fuerte estimulante, pero aun así había sido incapaz de localizarle, Sin embargo lo importante era que la había encontrado. Se ocuparía de que tuviera los mejores cuidados para compensarle por la pérdida del empleo y, con suerte conseguiría sacársela de la cabeza.

Cuando llegaron al hospital, no perdió ni un segundo antes de correr hacia el ascensor.

Llamó con suavidad a la puerta, pero, al no recibir respuesta, entró en silencio.

Farah estaba tumbada sobre la cama. La respiración, suave y rítmica, indicaba que dormía.

Tenía una expresión de preocupación en el rostro. Y las manos se aferraban a las sábanas a la altura del pecho. Aun así seguía tan hermosa como él la recordaba.

Arrojó la chaqueta sobre una silla junto a la cama y se sentó. El movimiento alertó a la joven que abrió los ojos.

— Hola cariño, Todos en el hotel hablaban de tú escándalo ...—

Shawn no termino de hablar,
las manos de Farah se deslizaron hacia su estómago en un gesto protector.

— ¡Estás embarazada! —  gritó Shawn demasiado sorprendido.

— No lo hice yo sola ldiota —

Durante unos segundos él estuvo demasiado aturdido para captar la insinuación y, cuando lo hizo, sintió una gélida sacudida en la columna. Los viejos recuerdos regresaron a su mente en una oleada de furia.

— ¿Insinúas que eso es mío? —

—  Es ella —

— ¿Una hija? —

Shawn frunció el ceño por su comentario, En contra de su propia voluntad, la expresión de ira se relajó. Con impaciencia apartó las manos de la joven, colocando sus mano sobre el suave vientre de la chica, dio un respingo cuando la tirante piel se movió al contacto con sus dedos.

— ¿Ha sido ella? — dijo Shawn sintiendo las pataditas de su futura hija.

— Esta mañana ha estado
muy activa — Farah asintió y sonrió.

Shawn sacudió la cabeza en un intento de hacer desaparecer el hechizo. Una hija. De repente visualizó a una niña, idéntica a Farah , pero con los ojos color miel iguales a los suyos.

— ¿Estás segura que es mía? —  la expresión volvió a endurecerse.

Farah lo miró con calma a los ojos y asintió.

— Tomamos precauciones, Yo tomé precauciones —

— Es tuya —

— ¿Y esperas que me lo trague? ¿Así de facil? —

— En dos años no me he acostado con ningún otro hombre, Es tuya —

— No te creo, tan fácil te seducí y te acostaste conmigo, Quién me asegura que no lo hacías con otros hombres, Pero si estás tan segura que es mía no te opondrás a la prueba de paternidad. ¿Cierto? —

"El ya no era el confiado idiota de años atrás."

𝐴𝑣𝑒𝑛𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑎 | 𝑆𝑀Where stories live. Discover now