𝐴𝑣𝑒𝑛𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑎 | 𝑆𝑀

Prólogo.

Narra Farah

Me encontraba acostada en la cama del hospital.Con una mano sostenía mi celular y con la otra limpiaba mis lágrimas.

Tenía que llamarlo, no había otra elección.

¿Cómo reaccionaría?, Le importaría siquiera.

Sólo había una forma de averiguarlo. Pulse la tecla de llamada pero de inmediato colge. Dioñ un pequeño salto de susto cuando la puerta se estaba abriendo, rápidamente coloqué el celular bajo la almohada. Suspire de alivio al ver que era la enfermera.

— ¿Cómo se siente hoy señorita Scott? —

— Bien — Sonreí

—¿Ya lo ha organizado todo? —  Preguntó dulcemente la anciana enfermera.

Trage Saliva, no podia contestarle.

— Sabe muy bien que el doctor no la dara de alta. Alguien debe de estar al pendiente, que cuide de ti mientras guardas reposo en cama — La enfermera me miro con desaprobación.

— Estaba apunto de hacer una llamada

—Bien, la dejaré sola. Si necesita algo sólo presione el botón

La enfermera abandonó la habitación, Dejándome más nerviosa que nunca.
Respiré hondo y miré la pantalla de mi móvil mientras pulsaba la tecla de llamada nuevamente.

De pronto se escucha una segunda respiración en la segunda línea.  

—Mendes...— Sentí que se me iban las fuerzas.

— ¿Quién eres? ¿Porqué no dejas de llamar a mi maldito Celular? — insistió la voz.

Le colgué, no podía tenía que encontrar otro modo que no incluyera a Shawn.

Antes de poder reflexionar, mi celular empezó a vibrar, sin darme cuenta de que era él quien me devolvía la llamada.

—¡Se que estas ahí! — Bufo —
¿Quién demonios eres y porque tienes mi número?

— Porque ese número estaba en...Como sea, Lo siento, no debí haberte molestado

—Un momento — Suspiró —¿Farah eres tú?

Habían pasado cinco meses, Pero jamás pensé que me reconociera.

—Si .. soy yo — Balbucie

—Gracias al cielo — Murmuró —
¡Te he estabo buscando por todas partes!, sólo una maldita mujer desaparecería así de la faz de la tierra

—¿Qué? —  Dije sorprendida.

—Disculpa si te he ofendido no era mi intención, pero no puedo creer que estoy escuchando tu voz de nuevo.
¿Dónde estás? ¿Te encuentras bien?-

— Estoy en un hospital —

— ¿Hospital? ¿En qué hospital?, Dímelo porfavor, no quiero complicar más las cosas

Completamente aturdida y sorprendida por el giro que tomaba la conversación, al fin le di el nombre del Hospital.

—Llegaré en cuanto pueda — Dijo sin darme tiempo de decir otra palabra antes de colgar.

Con manos temblorozas.
Dejé el celular a un lado antes de colocar mis manos en mi vientre.

《¿Desde cuándo se preocupa por mi?》

De repente me di cuenta de que no le dije la noticia más importante, el motivo de mi llamada.

No le había dicho que estaba embarazada.