Simplemente confuso.

Capítulo 1 -Hermanas vergonzosas.

¿Es normal que te de pena decir que eres una trilliza?

Son las 7:00am, ayer me desvelé leyendo y solo dormí dos horas, mala decisión. Y ahora tengo que ir a la escuela ¡Quiero dormir más!

—¡Lydiaaaa! dile a Lindsey que yo soy la que sale con Max ¡dile!-dijo una voz exageradamente aguda atravesando la puerta de mi habitación.

Esa era mi hermana Layla. Lindsey y ella llevan una semana peleando como locas por un tipo nuevo en la escuela, el tal Max.  ¡Ya sobrepasaron mi nivel de paciencia! Lo único que quiero es que se callen.

—Lindsey, Layla sale con Max-me giré para ver a Layla—¿contenta?

—Lydia ¡no es justo! Layla y yo acordamos no quitarnos los novios-gritó Lindsey  apunto de reventar mi tímpano.

— ¡YO NO TE QUITÉ NADA!  -dijo Layla gritando aún más fuerte.

Chisté fuerte salpicando un poco de saliva—cálmense las dos, ¿Y yo qué tengo que ver en eso?  Discútanlo entre ustedes, afuera.

—¡ASH!- se quejaron al mismo tiempo y después salieron gritando de mi habitación.

Me alegraba tanto que la abuela nos hubiera dejado esta enorme casa en el testamento, porque de lo contrario tendría que soportarlas así pero en un mismo cuarto. Solo de pensarlo se me enchina la piel.

Después de eso me levanté y me pude meter a bañar. Salí, me puse unos jeans, una camiseta estilo polo azul, tenis blancos, tomé mi mochila y estaba lista.

—¡RÁPIDO! ya me quiero ir- Grité mientras bajaba las escaleras.

—Ya vamos Lydia-respondió Layla más tranquila que hace un rato.

A los pocos minutos vi a mis hermanas bajando las escaleras , vestidas iguales; con minifalda y zapatos de tacón. Dos tipos de personas, yo: que muy apenas puedo despertar y ellas, viéndose así.

Salimos las tres juntas, yo fui directo a la cochera para sacar mi auto. Tengo un apego hacia él, fue el regalo de mi padre por mis 16: un beattle descapotable rojo ¡Que belleza!
Mis hermanas decidieron irse de viaje a un tour por Europa , pero eso solo me afectó a mí porque ahora yo tengo que llevarlas a la escuela.

Otro día como cualquiera llegando a la escuela. Apenas me estacioné y ellas ya bajaron del auto, se acomodaron la falda y caminaron juntas como si estuvieran en una pasarela.

Subí la carpa de Tom (mi coche, sí, tiene nombre) saqué mi libro de la mochila y seguí caminando. Me da risa notar como soy tan diferente a mis hermanas; simplemente nos importan cosas muy diferentes, no podría con tanta superficialidad.

Yo solo quiero leer , comer y estudiar. Esa es mi rutina , y salir con mis mejores amigas Cata y Emily.

Llegando a mi locker lo primero que vi fue a Mason Blair, el hermano del "famoso" Max por el que pelean mis hermanas.

Su locker está cerca del mío y es tan guapo que podría verlo por mucho tiempo. Aunque también algo raro, nunca le había hablado ni planeaba hacerlo , pero esa mañana tenía algo especial, se veía diferente... ¡ups! creo que notó que lo veía porque sonrió al pasar junto a mí, lo único que se me ocurrió hacer fue voltearme, ni siquiera le regresé la sonrisa ¡Bravo Lydia! ahora menos te va a mirar.

—Hola guapa-dijo una voz grave mi espalda.

— ¿Qué quieres Iker? - dije sabiendo exactamente de quién se trataba.

frunció el ceño —¿Cuándo te podré engañar?

—Nunca, eres un tonto-dije seria — pero ya dime ¿qué quieres?