Capítulo 5

40 6 2
                                    

El timbre sonó, alisé mi cabello un poco con las manos, acomodé mi falda y tomé una profunda bocanada de aire, estaba lista, me veía bien, tenía que admitirlo, sin embargo estaba más que nerviosa.
¿Nerviosa? No entiendo el porqué, Chris no me interesa en lo más mínimo.
-Sabes que no es cierto-.
-Vaya sorpresa. ¿Donde diablos te habías metido?, te he echado de menos-.
- Nunca me he ido, solo has dejado de escucharme. Te recuerdo que es de muy mal gusto olvidar viejos amigos-.
- ¿Olvidarte? Jamás. ¿Ignorarte? Tal vez.
Luego de una breve conversación con mi subconsciente, abrí la puerta para encontrarme con un Chris, muy bien vestido y perfectamente peinado, recargado sobre su BMW negro.
- Te ves hermosa-. Dijo analizándome con la mirada.
- Gracias, tú no te quedas atrás.- Intenté sonar lo más relajada posible.
Me dirigió una linda sonrisa, la cual me permitía ver sus dientes y sus tres perforaciones en el labio, que siendo sincera nunca había notado con anterioridad, pero de cualquier manera le daban un toque auténtico a su rostro y personalidad.
En el camino nos dedicamos a escuchar música y de vez en cuando cantar un poco, lo que hizo mucho más ameno el recorrido. Alrededor de veinticinco minutos después, Chris estacionó su auto frente a un elegante restaurante en El Centro de la ciudad.
- Baja, hemos llegado-. Dijo abriendo la puerta y tendiéndome su mano, para que bajara.
- Gracias-. Dije tomando su mano.
Caminamos hasta la puerta del restaurante, y una mesera vestida a doc con en lugar nos proporcionó una mesa debajo de un gran candil de cristal cortado. Toda esta situación de el lugar "romántico" y demasiado elegante habían hecho que mis nervios incrementarán considerablemente, lo cual me estaba frustrando un poco.
La cena transcurrió de manera genérica, conversaciones cortas, bromas y comentarios absurdos. Salimos del lugar, sin un destino determinado, Chris comenzó a conducir, alejándose cada vez más de la ciudad, hasta llegar a una especie de bosque, que a pesar de no ser una gran fanática de la naturaleza me pareció un lugar hermoso, tal vez se debía a que el cielo estaba plagado de estrellas brillantes, el clima era agradable; ni demasiado caluroso, ni demasiado frío, simplemente perfecto.
Estacionó el auto, bajamos y caminamos un poco hasta que llegamos a la orilla de un pequeño lago, nos sentamos y continuamos hablando de trivialidades.
-Astrid, cuéntame sobre tu vida, sobre ti-. Dijo mirándome a los ojos.
- Realmente, no hay mucho que contar, tengo una hermana dos años menor, mi madre murió hace ocho años en un accidente automovilístico y mi padre se hace cargo de nosotras desde entonces.- Me encogí de hombros.- Casi lo olvidaba, también soy bipolar.
- Oh, tu vida es más interesante que la mía por mucho-. Una sonrisa amable apareció en su rostro.- ¿Te parece si pongo un poco de música?-.
- Adelante-. Sonreí emocionada.
Chris tomó su celular y puso la música en reproducción aleatoria, fue así como " Good Girls Bad Guys" comenzó a sonar. Me encanta esta canción.
-Mhmm, ¿Astrid?-. La voz de Chris me sacó de mis pensamientos.
- ¿Que pasa?-. Pregunté confundida.
- Van tres veces que te hablo y no respondes, creo que estabas muy concentrada tarareando la canción-. Soltó una carcajada.
-Perdón, es que en verdad me gusta mucho esta canción-. Reí por lo bajo.
Pasaron alrededor de treinta minutos antes de que regresáramos a casa. En todo el camino hubo un gran silencio, pero no era un silencio incómodo, sino uno que reflejaba paz. Chris me miraba ocasionalmente, para luego volver a mirar el camino. Llegamos a la puerta de mi casa, me despedí de él con un pequeño beso en la mejilla; segundos después, justo cuando me encontraba a punto de salir del auto, Chris me tomó por el brazo, obligándome a verlo a los ojos, cortando el poco espacio que nos separaba, fundiendo sus labios con los míos en un corto beso.
Christopher Cerulli: 1. Estabilidad mental de Astrid: 0.

When Love Met DestructionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora