Marcas de amor ✧ Gumshall

Encuentro fugaz

Mi wattpad andaba marica ): No quería registrar las palabras y se trababa ay

Pero nO IMPORTA *seca sus lágrimas* aquí tienen está el capítulo wooo.

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Gumball estaba tumbado en su cama. Era sábado pero prefirió quedarse en casa en vez de ir al parque con Pine y Kenneth.

Estaba llevando lo que se conocería como "una celebración", sólo que no estaba celebrando, ni estaba feliz, y estaba solo en su cuarto.

Hoy se cumplían 6 meses sin ver o hablar con Marshall, y estaba devastado.

Hace algún tiempo se dio cuenta de que era estúpido (y luego se enojó consigo por pensar en una grosería) y que de nada servia tener las mejores calificaciones del colegio si, y Gumball se había convencido de eso desde que vio a Marshall por primera vez, había dejado ir al chico más lindo y maravilloso del mundo.

Vaya que era estúpido.

La verdad es que, en secreto, Pine y Ken pensaban que quizás si había sido un poco estúpido. Y una vez hablaron de ello, luego de que el pelirosa los interrogara sobre el cariño que se tenían:

"¿Crees que sea eso entonces? ¿A Gumball le gusta Marshall?" Preguntó Pine.

Ken asintió "Pero aunque está triste de no hablarle, no va a buscarlo"

"¿Porqué?" Preguntó de nuevo.

"Porque... No le digas a nadie que lo dije, y perdón por decirlo, pero... Es algo estúpido".

"¡Kenneth!" Exclamó asombrado y tapando su boca con las manos. Ken no respondió nada, sólo se encogió de hombros, y mientras Pine lo procesó más. "Bueno... Quizá sí sea algo estúpido lo que Gumball hace."

•••

Marshall, por su lado, básicamente no recordaba el tiempo que llevaba sin Gumball. Para él la respuesta siempre era "unas semanas", pero no podemos culparlo, se divertía tanto con Avery.

Esta tarde iban a pasarla juntos, irían a varias tiendas de la ciudad donde vendieran cosas de repostería y así harían sus propios cupcakes luego, ya que la tía favorita de Avery tenía un local y vivía cerca de todas las tiendas, y así no tendrían que caminar tanto con las bolsas.

Ya en la tarde, luego de un rato recorriendo arboledas y platicando, decidieron ir a los locales del centro de la ciudad para ir a hacer las compras. Ya había menos sol, y los días se transformaban en noches más rápidamente por el invierno.

Mientras caminaban por los distintos locales buscando los diferentes materiales que necesitaban, ambos niños iban tomados de la mano. Avery le había dicho a Marshall que era para no perderse.

Fueron entrando en tiendas orientadas a la cocina, comprando harina, mantequilla, leche y lo que necesitaran. Ahora estaban dentro de un local escogiendo las decoraciones para los cupcakes.

—¿Podemos llevar brillitos comestibles, eh?— preguntó Marshall, jalando la mano del mayor.

—Son caros, no podemos pagarlos.— lamentó el ojiverde.