Marcas de amor ✧ Gumshall

Falsas disculpas

Doble capítulo porque soy crack💕

Foto bonita ahr

Dedicado a:
@nanimccsu 🌼💕 gracias por los votos y comentarios cariño (:

Gracias a todos por los +45K 😚❤️
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—Gumball, ¿por qué lo hiciste?— chilló Pine.

Los tres niños estaban metidos en el cuarto de baño del colegio, las clases estaban por comenzar luego del recreo, pero ellos necesitaban hablar.

—Nos tienes que explicar qué sucede— pidió Kenneth.

—Bien, bien— suspiró Gumball, aún molesto —¿Ven esto?— señaló las marcas en su cuello, mientras miraba su reflejo en los espejos frente a los lavabos del baño —Pues él es la causa de esto. Eso es todo.

Los niños abrieron la boca de sorpresa.

—¿Pero cómo?— preguntó uno.

—¿Cuándo?

—¿Dolió?

—¿Te atacó?

Gumball puso un dedo en sus labios en señal de que se callaran. Estaba enojado con el vampiro, así que les contaría la historia tal y como iba, pero modificándola a su favor un poco.

—Él necesitaba ayuda, estaba muriendo de hambre. Yo lo ayudé. Ni siquiera fue capaz de dejar unas marcas bonitas. Y se queja de que yo me quejo, já.

—P-pero igual, ¡pudiste ser más amable!— respondió Ken.

—Estaba muy hambriento, debió haber estado desesperado y por eso quedaron así. Piensa un poco en eso— comentó Pine.

—Esperen, esperen— los miró incrédulo —¿Se están poniendo de su lado? ¿Porqué?

—De seguro estaba nervioso. Yo sé lo que es estar nervioso— contestó Pine encogiéndose de hombros.

—Además, reaccionaste muy feo. Lo hiciste que se fuera.

—Bien, bien— exclamó exasperado —Me iré a disculpar al rato.

—¡Sí!— gritaron ambos niños emocionados.

•••

Gumball había hecho llorar a Marshall.

Marshall no recordaba haber llorado así en su corta vida. Marshall no recordaba haber estado tan triste.

"Quizás" pensó mientras se sentaba de moñito bajo un árbol frondoso lejos de los niños "Quizás si no me hubiera quejado, nada de esto hubiera pasado"

Luego se encontró culpándose a sí mismo de que Gumball estuviera molesto con él. Él no entendía que no tenía culpa alguna de la forma de las marcas en el cuello del príncipe, ni de los comentarios de los demás.

"Quizás es verdad lo que Bubba dijo, y no sirvo para ser un vampiro" pensó limpiando algunas de sus lagrimas con su suéter.

Había comenzado a hacer frío, y eso no sólo significaban más ventiscas e incluso nevadas, también significaba que era momento de cambiar la rutina del menor y empezar a explorar otros lares.

Cuando Marshall llegó a casa, se encontró con la inesperada presencia de su padre, quien antes de saludar, hizo un comentario cuestionando el por qué de sus ojitos hinchados y de su nariz roja.

—Me caí jugando— mintió Marshall.

—¿Fue un golpe duro, entonces? ¿Dónde?— preguntó su papá acercándose a su hijo.