Capíulo 14

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Ethan:

Sus brillantes ojos se oscuresen, su hermosa piel palicese y su radiante sonrisa desaparese. Ni rastro alguno de la energética Lía de siempre.

Antes de que pueda articular palabra, mi preciosa chica sale de la casa, corriendo cual rayo luminoso anunciando una tormenta .

¿Que cojones le ocurre a mi pequeña?

Corro tras ella, la veo subirse apurada a su coche e, ignorando mis gritos, desaparece en el camino antes de que la alcanse. Espantado, saco una llave de mi bolsillo, busco mi moto y voy a por mi Lía.

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Lía:

En el momento en que llego al hospital al que acude mi padre, las lágrimas cegan mi vista y el aire parece insuficiente.

Pregunto por su ubicación y subo al cuarto en el que esta mi padre por las escaleras, me daría un ataque de ansiedad si hubiera que esperar parada en un ascensor.

Piso 5, habitación 63.

Gina yase parada, junto la puerta y al verme corre hacia mi y me abraza sollozando.

—¡Oh, Lia! Tu padre...-  Gime mi amiga.

—Él... El está bien, ¿verdad?-  digo con un hilo de voz.

—No sé, cariño aun no ha salido nadie a avisar nada.

—Pero ¿Que ocurrió?

—Lo encontro Ana, la vucina, estaba tirado en el pasillo, inconsciente. ¡Le costaba respirar y no despertaba!.

Antes de que pueda entrar a la habitación, un doctor delgado y canoso sale.

—¿Familiares del señor Lucas Sumer?

—Yo, es mi padre-  respondo.

Una gran mano, de repente sontiene mi homro. Ethan.

Sé quien es sin verlo. Su olor, el tamaño de su mano, su tacto. Es Él. Pero no es en Ethan en quien tendría que estar pensando en este momento.

—¿Como esta mi padre, doctor?- pregunto llorosa.

—El señor Sumer ha tenido una falla en uno de sus pulmones. Pero lo interesante es que no fue su cáncer quien provocó esa falla.

—¿y que la provocó?- preguntamos Gina y yo al unisono, mientras que Ethan me mira con los ojos muy abiertos y el ceño ligeramente fruncido.

—Lo que provocó esa falla fue una droga. Una pastilla llamada éxtasis para ser precisos.

¿Una droga? Mi padre jamas en su vida se ha drogado y no lo haría. El sabe su condición y se cuida mucho. Es imposible.

Justo cuando mi corazón late pausadamente y mi respiración se agita, Ethan se mueve bruscamente.

—No puede ser posible- dice. - ¡Maldición! Ellos saben de ti...

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Muchas cosas están por pasar, Alfin Ethan rebelará su secreto, ¿Podra Lia superar lo que se viene y permanecer alado de Ethan?

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